El primer impedimento del secretario de Planeación Andrés Ortiz
Negocios que hizo como representante de Contexto Urbano lo obligan a marginarse de procesos que debería enfrentar como funcionario del Distrito. Se trata del plan parcial “Bavaria Boyacá”
Redacción Bogotá
Ya estaba advertido: los negocios personales del secretario de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, afectarían su labor en la administración. La primera evidencia fue su propiedad en la reserva Van der Hammen, que está en la mira del alcalde como zona de expansión de Bogotá y donde el secretario tiene una propiedad. Aunque en este caso el alcalde Enrique Peñalosa no ha encontrado (por ahora) un conflicto de intereses, hace poco le tuvo que aceptar el primer impedimento por sus intereses en el Plan Parcial Bavaria Boyacá.
Se trata de un proyecto de renovación urbana que promueve Metrovivienda y que desarrollará en asocio con Bavaria S.A., dueña de los lotes. Para impulsarlo, la cervecera contrató a Contexto Urbano, firma que fundó y dirigió Ortiz. Esta situación la puso el secretario en conocimiento del alcalde y él, a través de la resolución 23 del 13 de abril de 2016, consideró que esta vez sí existiría un conflicto y designó como secretaria de Planeación ad hoc a la secretaria de Hábitat, María Carolina Castillo, para todo lo relacionado con ese proyecto.
El conflicto radica en que la aprobación del Plan se tramita ante la Secretaría de Planeación y, aunque el proceso no ha llegado al despacho de Ortiz, él podría impartir instrucciones, que se podrían interpretar como violación al principio de imparcialidad, por haber conocido el proyecto antes de ser secretario de Planeación. Y agrega que es evidente que a Bavaria S.A. y a las empresas que contrató les asiste un interés directo en la expedición del decreto que adopte el plan parcial. “En consecuencia, al haber sido Ortiz representante de Contexto Urbano S.A. se configura el impedimento, pues dentro del año anterior había interés directo en los resultados de la gestión para la cual fue contratada la empresa que representaba. En este punto cabe mencionar que es posible que mientras funja como secretario deba conocer y suscribir el decreto que adopte el plan parcial, lo cual podría comportar un conflicto de intereses”.
La alerta de sus posibles impedimentos la puso en evidencia Aurelio Suárez en su artículo “Los compromisos particulares de algunos secretarios de Peñalosa”, en el que preguntó: “¿Hasta dónde subordinará intereses por los que trabajó 26 años cuando su nuevo deber no es ya la máxima plusvalía empresarial? Y es más, ¿cómo actuará frente a planes estructurales como el de desarrollo o el POT?”. Las preguntas tienen validez si se tiene en cuenta que Ortiz es el encargado de definir la política del uso de suelo en la ciudad.
Los reparos, más allá de su nombre, se concentran en su empresa Contexto Urbano, firma de diseño que trabaja para grandes constructores. Por ahora, se sabe que su empresa está vinculada a siete proyectos en Bogotá, uno de ellos la APP del coliseo El Campín, así como edificios de oficinas en la calle 26 y la calle 97. A esto se suma el caso de la reserva Van der Hammen, donde pese a que Contexto Urbano no tiene predios, sí los tienen dos de sus grandes clientes: Colpatria y la firma Arquitectura y Concreto (con 60 hectáreas, una de las más grandes que hay en la Van der Hammen).
Aunque Peñalosa rechazó el impedimento de Ortiz por el caso de la reserva, en la Procuraduría está radicada una recusación que busca que el Ministerio Público establezca si existe el conflicto de intereses. El cabildante Hollman Morris, promotor del proceso, sostiene que el funcionario está “impedido para participar en el debate de regulación sobre la zona en tanto se configura un conflicto de intereses directo, que impide garantizar la transparencia, objetividad e independencia del Secretario de Planeación”.
El caso del Plan Parcial Bavaria Boyacá es el primer impedimento del secretario Ortiz; está por verse si será el único.
El plan parcial Bavaria Boyacá
El proyecto Plan Parcial de Renovación Urbana “Bavaria Boyacá” promovido por Metrovivienda y está dirigido a promover la transformación y recualificación de una zona industrial en desuso, “como parte del proyecto de revitalización de la zona industrial priorizado en el plan de desarrollo y que busca la urbanización, densificación del sector y la mezcla de usos, incluida la vivienda de interés social y prioritario, y la generación de nuevos espacios públicos, aprovechando la localización, para propiciar la revitalización del centro ampliado. Sin perjuicio de su carácter de proyecto de iniciativa pública, en la gestión del mismo se buscará en primer término concretar alianzas con los propietarios de los inmuebles, y con inversionistas y constructores”.
Ya estaba advertido: los negocios personales del secretario de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, afectarían su labor en la administración. La primera evidencia fue su propiedad en la reserva Van der Hammen, que está en la mira del alcalde como zona de expansión de Bogotá y donde el secretario tiene una propiedad. Aunque en este caso el alcalde Enrique Peñalosa no ha encontrado (por ahora) un conflicto de intereses, hace poco le tuvo que aceptar el primer impedimento por sus intereses en el Plan Parcial Bavaria Boyacá.
Se trata de un proyecto de renovación urbana que promueve Metrovivienda y que desarrollará en asocio con Bavaria S.A., dueña de los lotes. Para impulsarlo, la cervecera contrató a Contexto Urbano, firma que fundó y dirigió Ortiz. Esta situación la puso el secretario en conocimiento del alcalde y él, a través de la resolución 23 del 13 de abril de 2016, consideró que esta vez sí existiría un conflicto y designó como secretaria de Planeación ad hoc a la secretaria de Hábitat, María Carolina Castillo, para todo lo relacionado con ese proyecto.
El conflicto radica en que la aprobación del Plan se tramita ante la Secretaría de Planeación y, aunque el proceso no ha llegado al despacho de Ortiz, él podría impartir instrucciones, que se podrían interpretar como violación al principio de imparcialidad, por haber conocido el proyecto antes de ser secretario de Planeación. Y agrega que es evidente que a Bavaria S.A. y a las empresas que contrató les asiste un interés directo en la expedición del decreto que adopte el plan parcial. “En consecuencia, al haber sido Ortiz representante de Contexto Urbano S.A. se configura el impedimento, pues dentro del año anterior había interés directo en los resultados de la gestión para la cual fue contratada la empresa que representaba. En este punto cabe mencionar que es posible que mientras funja como secretario deba conocer y suscribir el decreto que adopte el plan parcial, lo cual podría comportar un conflicto de intereses”.
La alerta de sus posibles impedimentos la puso en evidencia Aurelio Suárez en su artículo “Los compromisos particulares de algunos secretarios de Peñalosa”, en el que preguntó: “¿Hasta dónde subordinará intereses por los que trabajó 26 años cuando su nuevo deber no es ya la máxima plusvalía empresarial? Y es más, ¿cómo actuará frente a planes estructurales como el de desarrollo o el POT?”. Las preguntas tienen validez si se tiene en cuenta que Ortiz es el encargado de definir la política del uso de suelo en la ciudad.
Los reparos, más allá de su nombre, se concentran en su empresa Contexto Urbano, firma de diseño que trabaja para grandes constructores. Por ahora, se sabe que su empresa está vinculada a siete proyectos en Bogotá, uno de ellos la APP del coliseo El Campín, así como edificios de oficinas en la calle 26 y la calle 97. A esto se suma el caso de la reserva Van der Hammen, donde pese a que Contexto Urbano no tiene predios, sí los tienen dos de sus grandes clientes: Colpatria y la firma Arquitectura y Concreto (con 60 hectáreas, una de las más grandes que hay en la Van der Hammen).
Aunque Peñalosa rechazó el impedimento de Ortiz por el caso de la reserva, en la Procuraduría está radicada una recusación que busca que el Ministerio Público establezca si existe el conflicto de intereses. El cabildante Hollman Morris, promotor del proceso, sostiene que el funcionario está “impedido para participar en el debate de regulación sobre la zona en tanto se configura un conflicto de intereses directo, que impide garantizar la transparencia, objetividad e independencia del Secretario de Planeación”.
El caso del Plan Parcial Bavaria Boyacá es el primer impedimento del secretario Ortiz; está por verse si será el único.
El plan parcial Bavaria Boyacá
El proyecto Plan Parcial de Renovación Urbana “Bavaria Boyacá” promovido por Metrovivienda y está dirigido a promover la transformación y recualificación de una zona industrial en desuso, “como parte del proyecto de revitalización de la zona industrial priorizado en el plan de desarrollo y que busca la urbanización, densificación del sector y la mezcla de usos, incluida la vivienda de interés social y prioritario, y la generación de nuevos espacios públicos, aprovechando la localización, para propiciar la revitalización del centro ampliado. Sin perjuicio de su carácter de proyecto de iniciativa pública, en la gestión del mismo se buscará en primer término concretar alianzas con los propietarios de los inmuebles, y con inversionistas y constructores”.