El saldo en rojo en los casos por violencia sexual en menores de edad en Bogotá
En lo corrido de 2022, el porcentaje de condenas en los procesos por violencia sexual contra niños y niñas no supera el 5 %. Por otro lado, en doce casos por acceso carnal abusivo con menor de catorce años hubo embarazo.
Este martes 22 de noviembre la organización sin ánimo de lucro Aldeas Infantiles realizó un plantón en la plaza del 20 de Julio, sur de Bogotá, para protestar por la violencia sexual contra niños y niña en el país. Según sus cuentas, en el país más de 52 menores de edad son víctimas de estos delitos al día.
Esto quiere decir que, cada hora, tres niños y niñas son víctimas de abuso sexual. Cifra escandalosa que tiene una agravante: solo el 30 % de estos casos se denuncian penalmente, de los cuales el 3 % terminan en condena, dice Aldeas Infantiles.
“Bogotá es una de las ciudades en donde más casos (de abuso sexual) se presentan, por supuesto porque tiene mucha más población, pero también Medellín, Barranquilla y Cali tienen altas tasas. Por estas cifras, este año estamos llamando la atención sobre la impunidad en la justicia”, indica Ángela Rosales, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS.
De hecho, los datos indican que, solo en la capital de la República, el panorama es más desalentador y demuestra que la demora en la administración de justicia —común en varios delitos cuando se mira el avance de judicialización— también afecta los derechos de los niños, niñas y adolescentes y el juzgamiento a quienes los vulneran.
Lea: Condenas por delitos sexuales denunciados en Bogotá en 2022 no llegan ni al 1 %.
El Espectador revisó la cantidad de procesos que, en 2022, la Fiscalía General de la Nación ha abierto por delitos sexuales contra menores de catorce años (el filtro en la base de datos del Sistema Penal Oral Acusatorio solo permite hacer el corte en esa edad) y encontró que el acceso carnal abusivo con estas personas es el delito por el que más causas se inician.
Esta información permite establecer que por ese delito están en curso 184 procesos, de los cuales 19 son contra una persona (el victimario) que ejercía autoridad o tenía confianza con la víctima.
Así mismo, en 18 casos se juzgan a personas que habrían cometido el crimen con el concurso (participación) de otra u otras personas y en doce se produjo un embarazo como consecuencia del abuso.
Entre tanto, en cuatro casos la víctima fue un menor en situación de vulnerabilidad y en uno hubo contagio de una enfermedad de transmisión sexual.
Le puede interesar: Ladrones sin antecedentes: a menos del 15% de los detenidos en Bogotá los condenan.
Por otro lado, las cifras evidencian una tendencia en la que la mayoría de casos estén en la etapa procesal preliminar: la indagación, puesto que de los 184 procesos, 136 (73,9 %) actualmente están en esa fase.
En esa línea, once (5,9 %) están en investigación (es decir, que ya hubo una imputación de cargos), en uno hubo una terminación anticipada por aceptación de cargos, 32 (17,3 %) están en juicio oral y cuatro (2,1 %) terminaron con una sentencia condenatoria.
Igual panorama se presenta en cuanto a la judicialización del delito de actos sexuales con menor de catorce años, en el que únicamente el 4,3 % de los procesos (5) iniciados en 2022 terminaron en una pena de prisión contra los responsables.
Igualmente, la mayoría de los casos están estancados en la fase de indagación preliminar (84, es decir, el 72,4 %), seguido por los 18 que están en juicio y uno que fue querellable.
Lea también: “Son garantías procesales, no impunidad”: penalista sobre libertad de capturados.
Otros delitos, mismo panorama
El acceso carnal violento, el acto sexual violento y el acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir fueron delitos cuyas víctimas estuvieron presentes en la población colombiana de especial protección: niños y niñas.
En cuanto al acceso carnal, los datos indican que, de los 137 expedientes que tiene la Fiscalía por ese delito en este año. 27 fueron contra menores de catorce años. Así mismo, en cuanto al acto sexual violento, 26 de los 112 casos abiertos, las víctimas fueron menores de catorce años.
Y finalmente, de los 42 casos que el ente acusador abrió por acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad, siete fueron contra esta población.
Dicho esto, también es evidente que el avance de estos dosieres ante los estrados judiciales está, incluso, más colgada que los otros delitos sexuales que afectan a los menores de edad en Bogotá.
Puede leer: Así está el actual panorama de la desnutrición en menores de 5 años en Bogotá.
Por ejemplo, en los procesos por acceso carnal violento, 17 están en indagación preliminar, tres están en investigación y siete están en etapa de juicio; en los casos de acto sexual violento, 15 están en indagación, cuatro siguen en investigación y siete están en juzgamiento.
Y en los expedientes abiertos por acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir, cinco están en indagación, uno en investigación y otro en juicio.
Sin ir más lejos, los datos demuestran, una vez más, que la administración de justicia le falló a poblaciones vulnerables y de especial protección en la capital (como en otros casos reseñados por El Espectador), como lo son los niños.
Realidad que hace, en primer lugar, justas y exactas las protestas y exigencias de organizaciones como Aldeas Infantiles y, en segundo lugar, que sea urgente que la atención y los reflectores de la institucionalidad se articulen para brindar garantías de justicia y no repetición a los menores de edad en Bogotá y en Colombia.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Este martes 22 de noviembre la organización sin ánimo de lucro Aldeas Infantiles realizó un plantón en la plaza del 20 de Julio, sur de Bogotá, para protestar por la violencia sexual contra niños y niña en el país. Según sus cuentas, en el país más de 52 menores de edad son víctimas de estos delitos al día.
Esto quiere decir que, cada hora, tres niños y niñas son víctimas de abuso sexual. Cifra escandalosa que tiene una agravante: solo el 30 % de estos casos se denuncian penalmente, de los cuales el 3 % terminan en condena, dice Aldeas Infantiles.
“Bogotá es una de las ciudades en donde más casos (de abuso sexual) se presentan, por supuesto porque tiene mucha más población, pero también Medellín, Barranquilla y Cali tienen altas tasas. Por estas cifras, este año estamos llamando la atención sobre la impunidad en la justicia”, indica Ángela Rosales, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS.
De hecho, los datos indican que, solo en la capital de la República, el panorama es más desalentador y demuestra que la demora en la administración de justicia —común en varios delitos cuando se mira el avance de judicialización— también afecta los derechos de los niños, niñas y adolescentes y el juzgamiento a quienes los vulneran.
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El Espectador revisó la cantidad de procesos que, en 2022, la Fiscalía General de la Nación ha abierto por delitos sexuales contra menores de catorce años (el filtro en la base de datos del Sistema Penal Oral Acusatorio solo permite hacer el corte en esa edad) y encontró que el acceso carnal abusivo con estas personas es el delito por el que más causas se inician.
Esta información permite establecer que por ese delito están en curso 184 procesos, de los cuales 19 son contra una persona (el victimario) que ejercía autoridad o tenía confianza con la víctima.
Así mismo, en 18 casos se juzgan a personas que habrían cometido el crimen con el concurso (participación) de otra u otras personas y en doce se produjo un embarazo como consecuencia del abuso.
Entre tanto, en cuatro casos la víctima fue un menor en situación de vulnerabilidad y en uno hubo contagio de una enfermedad de transmisión sexual.
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Por otro lado, las cifras evidencian una tendencia en la que la mayoría de casos estén en la etapa procesal preliminar: la indagación, puesto que de los 184 procesos, 136 (73,9 %) actualmente están en esa fase.
En esa línea, once (5,9 %) están en investigación (es decir, que ya hubo una imputación de cargos), en uno hubo una terminación anticipada por aceptación de cargos, 32 (17,3 %) están en juicio oral y cuatro (2,1 %) terminaron con una sentencia condenatoria.
Igual panorama se presenta en cuanto a la judicialización del delito de actos sexuales con menor de catorce años, en el que únicamente el 4,3 % de los procesos (5) iniciados en 2022 terminaron en una pena de prisión contra los responsables.
Igualmente, la mayoría de los casos están estancados en la fase de indagación preliminar (84, es decir, el 72,4 %), seguido por los 18 que están en juicio y uno que fue querellable.
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El acceso carnal violento, el acto sexual violento y el acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir fueron delitos cuyas víctimas estuvieron presentes en la población colombiana de especial protección: niños y niñas.
En cuanto al acceso carnal, los datos indican que, de los 137 expedientes que tiene la Fiscalía por ese delito en este año. 27 fueron contra menores de catorce años. Así mismo, en cuanto al acto sexual violento, 26 de los 112 casos abiertos, las víctimas fueron menores de catorce años.
Y finalmente, de los 42 casos que el ente acusador abrió por acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad, siete fueron contra esta población.
Dicho esto, también es evidente que el avance de estos dosieres ante los estrados judiciales está, incluso, más colgada que los otros delitos sexuales que afectan a los menores de edad en Bogotá.
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Y en los expedientes abiertos por acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir, cinco están en indagación, uno en investigación y otro en juicio.
Sin ir más lejos, los datos demuestran, una vez más, que la administración de justicia le falló a poblaciones vulnerables y de especial protección en la capital (como en otros casos reseñados por El Espectador), como lo son los niños.
Realidad que hace, en primer lugar, justas y exactas las protestas y exigencias de organizaciones como Aldeas Infantiles y, en segundo lugar, que sea urgente que la atención y los reflectores de la institucionalidad se articulen para brindar garantías de justicia y no repetición a los menores de edad en Bogotá y en Colombia.
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