Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Ubicada en el centro comercial Centro Mayor, la nueva sede de Compensar es el concepto de bienestar integral hecho una realidad: un espacio donde los afiliados encuentran bienestar, salud, deporte, tiempo en familia y recreación en un solo lugar.
Esta es la primera vez que la Caja de Compensación le apuesta a tener presencia en un centro comercial de la ciudad y la intención no es solo que los ciudadanos que vivan en el sur de la capital sientan mayor cercanía y cobertura de los servicios, sino también impulsar la visita de todos los afiliados a este espacio, que se materializó en medio de la crisis sanitaria del Covid-19, con una inversión total de $92.000 millones. Esto también representó que durante el pico más alto de la pandemia, Compensar generara durante la obra cerca de 400 empleos y 300 más al poner en funcionamiento la sede.
La sede de Centro Mayor tiene una extensión de 12.500 metros cuadrados y cuatro pisos en los que se distribuyen zonas húmedas, spa, piscinas, gimnasio, salones de juegos, consultorios médicos (en los que se prestan servicios de salud como gastroenterología, odontología, cardiología, medicina interna, entre otros), pistas de bolos, de patinaje, una cancha de fútbol, un muro de escalar, zonas de cafetería y cocina, entre otros.
La gran cantidad de espacios permite que allí se vivan distintas experiencias y que todos los servicios de Compensar estén en un solo lugar. Los afiliados pueden disfrutar de una amplia oferta de actividades y clases recreativas, deportivas, gastronómicas, de belleza y artísticas, pensadas en cada miembro de la familia.
En conversación con El Espectador, Carlos Mauricio Vásquez, director general de Compensar, explica por qué la sede de Centro Mayor se convierte en la materialización de todo un concepto de servicio integral. “Esta sede significa bienestar integral porque nosotros venimos desarrollando el concepto, que en realidad es un concepto nuevo. Las instalaciones que teníamos antes no nos facilitaban ese hecho, porque hacer una reforma en esas infraestructuras era muy costoso, pero tener el espacio vacío para poder construir y diseñar desde un concepto de bienestar es una cosa diferente. Hay que venir para entender que las citas médicas están en frente de una bolera, del parque de niños, la piscina encima de los consultorios. Entonces, cuando uno sale de acá la sensación de bienestar es diferente que si uno está en una institución puramente médica en donde no se tiene un entorno que le favorezca en ese concepto de bienestar”, expresó.
Asimismo, quiso resaltar que este es un espacio que duró tres años en construcción y adecuación, de los cuales, dos fueron en medio de la emergencia sanitaria del Covid-19, dando un valor agregado a los esfuerzos que se llevaron a cabo para que hoy esté al servicio de todos los afiliados.
“Cuando la gente dice que hubo un paro y se suspendieron las actividades por la pandemia, habíamos muchos que teníamos proceso en curso y no podíamos pensar en dejarlos quietos. Estábamos esperando el mínimo momento para poder desarrollarlos y seguir adelante. En este punto teníamos dos desafíos: el riesgo de no saber si íbamos a subsistir como entidad, pero aun así, insistir en que la obra no terminara inconclusa. Por otro lado, aprovechamos entonces los momentos de quietud, en los que no había usuarios porque no se permitía, para avanzar rápidamente. Si la pandemia no se hubiera presentado, es probable que la obra se hubiera demorado un poco menos de tiempo, pero nos enfrentamos a muchos desafíos porque no solo era la construcción ni la disposición de talento humano, sino la provisión de materiales, que se encarecieron, el problema de los puertos, las importaciones y los contenedores, que también nos afectó”.
Para toda la comunidad de Compensar, además de ser una gran oportunidad para el sur de la ciudad, este proyecto tiene el valor agregado de construirse bajo cimientos de resiliencia en medio de tantos obstáculos. “Lo más fácil era desistir o aplazar, pero nosotros somos administradores de recursos, no somos dueños de nada y teníamos la misión concreta de garantizar de que se terminara y se pusiera a la orden de todos los afiliados”, concluye Vázquez.