Distrito y Mininterior activarán mesas de retorno para los Emberá
Ministerio de Interior y Distrito acordaron, tras la reunión de hoy en La Giralda, que seguirán en diálogos con la comunidad asentada en el Parque Nacional para facilitar su retorno y reubicación.
Miguel Ángel Vivas Tróchez
Por tercer año consecutivo, la situación de los Emberá en el Parque Nacional se repite como si de un bucle sin fin se tratara. El conflicto armado en sus territorios de origen y las malas condiciones en las UPI de la Florida y La Rioja, los ha llevado a pernoctar por varios días, e incluso meses, en el Parque Nacional a la espera de soluciones definitivas.
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Por tercer año consecutivo, la situación de los Emberá en el Parque Nacional se repite como si de un bucle sin fin se tratara. El conflicto armado en sus territorios de origen y las malas condiciones en las UPI de la Florida y La Rioja, los ha llevado a pernoctar por varios días, e incluso meses, en el Parque Nacional a la espera de soluciones definitivas.
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La última oleada, en cabeza de 360 indígenas Emberá Katio, llegó el lunes 9 de octubre tras abandonar el resguardo de La Florida. Desde ese día, instituciones como la Secretaría de Gobierno, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Alcaldía Local de Santa Fe han adelantado acercamientos con la comunidad asentada en el parque para llegar algún tipo de acuerdo. La respuesta, no obstante, sigue siendo la misma: queremos hablar con el Presidente o el Ministro del Interior.
En medio de esa y otras exigencias, el Ministerio del Interior convocó ayer una reunión con el Distrito, el Bienestar Familiar y la Unidad de Víctimas para coordinar la formulación de soluciones. El encuentro duró aproximadamente 2 horas y dejó como resultado principal la instalación de una mesa de retornos, en la cual las autoridades ofrecerán a los indígenas que así lo deseen, todas las garantías para realizar un regreso seguro a su territorio.
“Lo haremos incluso, caso a caso, en cada uno de los elementos”, declaró el Secretario de Gobierno sobre el cómo se llevará a cabo este proceso, que también incluirá la posibilidad de reubicación para los miembros del colectivo étnico que deseen permanecer en la ciudad.
Otra estrategia que se planteó tras la reunión, consiste en el llamado a los líderes de las comunidades indígenas que hacen presencia en la ciudad para llevar a cabo un congreso para abordar tres puntos clave. El primero de ellos, tratará de resolver la mendicidad a la que los indígenas han sido empujados dadas las condiciones de desplazamiento forzado y la precaria situación alimentaria que padecen algunos de ellos en Bogotá. “Es una realidad que no podemos negar, que hoy ocurre en la población Emberá. La idea es lograr que estas comunidades puedan transitar a otras economías que les permitan mejorar su condición socioeconómica sin necesidad de acudir a la mendicidad”, apuntó la director a de la Unidad de Víctimas Patria Tobón, tras salir de la reunión.
El segundo asunto que se tocará en este congreso, cuya fecha aún no ha sido definida, se enfocará en restablecer los derechos de los niños Emberá que actualmente acampan en el parque. Según el Bienestar, en el parque Nacional hay actualmente 143 menores de edad, lo que corresponde al 80 % de la población asentada en el parque. De acuerdo con Patricia Tobón, hay menores de edad de estas comunidades que están siendo instrumentalizados “para labores de mendicidad y trata de personas”. Y finalmente, en tanto se materializan más acuerdos, se anunció la voluntad de continuar dialogando con los indígenas que permanezcan en el Parque Nacional. Mediante este seguimiento, que comenzará el fin de semana con la intervención de la Unidad de Víctimas en el parque, se busca dar continuidad con el proceso de reubicación y retorno.
La gestión del Distrito
Desde que en 2021 se produjo el primer asentamiento Emberá en la ciudad, el Distrito dice haber comenzado un operativo interinstitucional para hacerle frente a esta situación. Según cifras que proporcionó la Secretaría de Gobierno, la administración distrital ha invertido $14.767.087.392 millones en diversas iniciativas para dignificar la estadía de los 15 pueblos ancestrales con presencia en Bogotá.
Cerca de $6.000 millones fueron al rubro de alojamiento en las UPI de La Rioja y La Florida. La Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación, entidad que ha ejecutado este presupuesto, fue la encargada de coordinar, en colaboración con otras Secretarías y el Idipron, el traslado a las UPI de 3.944 indígenas desde mayo de 2022. De esta cantidad, 1.805 fueron movidas a La Rioja y 2.139 a La Florida.
En estos lugares de acopio los indígenas han recibido atención médica a través de la movilización de ambulancias y personal médico, en el cual se ha incluido 8 personas con conocimiento médico ancestral. En el marco de estas brigadas, la Secretaría de Salud informó que se efectuaron 39 jornadas en las que se practicaron 4.439 atenciones médicas.
Respecto a la seguridad alimentaria de estas comunidades, la Secretaría de Integración Social ha invertido $1.975.735.006 en la repartición de 460 bonos canjeables por alimentos por un valor de $150.000 y 487.771 raciones de comida. Entre otras medidas que se han adelantado desde las instituciones del gobierno distrital, resalta el componente educativo. De acuerdo a la Secretaría de Educación, $2.052.311.775 fueron invertidos desde 2022 en elementos escolares, pago de profesores y suministros escolares.
Con esta cruzada de acción pública, el Distrito defiende su cumplimiento de los acuerdos del 5 de mayor de 2022, cuando se logró la evacuación de los Emberá en el Parque Nacional tras 8 meses de asentamiento.
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El efecto rebote
“No hay agua potable, alimentación y suficientes carpas. Tenemos cuatro familias durmiendo en un plástico”, le relata a este diario Miguel Sintia Baniana, uno de los líderes de la comunidad Emberá Katio minutos después de terminarse la reunión en el Ministerio del Interior. Cuando se le informa del acuerdo para la instalación de una mesa de retornos y reubicaciones, Sintia se muestra más bien desconfiado y prefiere no seguir hablando hasta no conocer más del proceso.
Todo este clima de escepticismo, explica el coordinador de las Autoridades Indígenas en Bakatá Jairo Montañés, se debe a un desconocimiento social y antropológico del problema. Si bien, Montañez cree que la idea de retorno de las comunidades no es del todo mala, el líder indígena insiste en la falta de garantías para el regreso a los territorios. Además de las condiciones que derivaron en el desplazamiento forzado de estas poblaciones étnicas, el cambio de visión que han tenido algunas comunidades hace que el retorno no sea tan buena idea. “Al abandonar el territorio, estas comunidades cambiaron ciertas vocaciones y se dedicaron a otras actividades como las comerciales, que les han dejado un mayor rédito económico y han cambiado sus vidas”, explica el dirigente.
Estas situaciones producen una especie de efecto rebote. Los indígenas retornan, pero se sienten “ajenos” a su contexto y deciden regresar. Con todo y los 10 retornos que dice haber adelantado del Distrito.
El efecto rebote sigue alimentando el círculo vicioso que replica la postal de desolación y vulnerabilidad de los indígenas en el parque. Sin acciones para integrar estas comunidades a la capital, el bucle de los asentamientos se seguirá alimentándose diálogos enquistados y asentamientos cada vez más prolongados.
La incomodidad en los albergues para indígenas
El Distrito reconoce que la infraestructura de las dos UPI no cumplen los requisitos necesarios para albergar la cantidad de indígenas trasladados allí. El efecto de hacinamiento ha llevado a que estas comunidades no terminen de sentirse cómodos en los dos sitios de acogida. Además, según el líder y dirigente, Jairo Montañez, los servicios médicos prestados en las UPI han presentado diversas falencias. “En La Florida, el centro médico más cercano lo teníamos a cinco kilómetros.
Para resolver esta situación, tanto el Distrito como los líderes indígenas, han planteado al Gobierno Nacional la disposición de algunos inmuebles en poder de la Sociedad de Activos Especiales(SAE) para lograr habilitar más albergues provisionales.
Este tema también se tocó en la reunión de ayer, según fuentes de la Secretaría de Gobierno, sin que aún se produzcan avances importantes. Por el momento, el Distrito aguardará los resultados de las intervenciones que hará la Unidad de Víctimas este fin de semana.
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