En Bogotá, 261 menores son víctimas de hostigamiento escolar al mes
Analizamos el registro de casos de acoso y consultamos a expertos en convivencia en entornos educativos, para identificar los factores que pueden estar influyendo.
Cristian Camilo Perico Mariño
Con el paso de los días, se conocen nuevos casos de hostigamiento escolar en la capital. Uno de los más recientes ocurrió en la localidad de Bosa, al sur de Bogotá, en donde una joven de 15 años fue agredida con arma blanca por una de sus compañeras, quien en una riña la hirió en el rostro. “Con sevicia, le dio tres puñaladas en el ojo. Por eso tiene temor de salir a la calle o de volver a encontrarse con su agresora”, afirmó Milena Suárez, tía de la víctima. El caso terminó en lesiones personales, pero ¿se pudo evitar esta agresión denunciando el caso por matoneo escolar?
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Con el paso de los días, se conocen nuevos casos de hostigamiento escolar en la capital. Uno de los más recientes ocurrió en la localidad de Bosa, al sur de Bogotá, en donde una joven de 15 años fue agredida con arma blanca por una de sus compañeras, quien en una riña la hirió en el rostro. “Con sevicia, le dio tres puñaladas en el ojo. Por eso tiene temor de salir a la calle o de volver a encontrarse con su agresora”, afirmó Milena Suárez, tía de la víctima. El caso terminó en lesiones personales, pero ¿se pudo evitar esta agresión denunciando el caso por matoneo escolar?
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En esta situación, como en muchas otras, al resultado es incierto, pero lo que sí es claro es que Colombia es el segundo país con mayor nivel de matoneo escolar en Latinoamérica.
Así lo reconoce el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), de la Pontificia Universidad Javeriana, tras revelar que el 32 % de los estudiantes consultados dijeron haber sido víctimas de acoso. Por su parte, el informe del Índice de Exposición al Bullying, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), indica que la media nacional es 10 % más alta que en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Panamá, Perú y Uruguay.
El panorama local
Las métricas del Sistema de Alertas de la Secretaría Distrital de Educación indican un panorama de casos al alza. Mientras el año pasado se reportaban en promedio 186 reportes mensuales, en lo corrido de 2023 la cifra alcanza 261 registros. Cifras que, con corte a junio de 2023, consolidan un total de 7.852 casos desde 2014. Sin embargo, existe una singularidad y es que el 90 % de los casos han sido denunciados en instituciones públicas y el 10 % en privadas.
A simple vista, se podría concluir que las instituciones distritales serían más violentas, pero sería una apreciación errada si no se tiene en cuenta el alcance de cobertura educativa en la capital.
Vamos a explicarlo: de los cerca de ocho millones de habitantes de Bogotá, 1,5 millones tienen entre 5 y 19 años; es decir, están en edad para cursar primaria o secundaria. De ellos, el 50,7 % son hombres y el 49,3 % mujeres.
Para educarlos a todos, según la Secretaría de Educación, hay casi 400 instituciones distritales, que tienen 750 sedes en las 20 localidades. Allí se educan casi 800.000 estudiantes. El resto son colegios o jardines privados, donde estudian 450.000 alumnos.
De manera que es preciso analizar esta problemática desde las tasas y no desde los números escuetos. Según Andrés Felipe Avendaño, jefe de la Oficina para la Convivencia Escolar, las localidades con mayor media de reportes por cada 1.000 alumnos en colegios públicos son San Cristóbal (52,58), Santa Fe (39,33) y Suba (15,48). Mientras que en colegios privados la lista la encabezan las localidades de Santa Fe (11,44) y Chapinero (5,41).
“La violencia en la escuela es el reflejo de un problema cultural desde los hogares y desde lo comunitario. A la fecha, todos los colegios tienen acceso al Sistema de Alertas para reportar los casos, pero debemos reconocer que la Secretaría ha tenido mayor impacto en los colegios distritales, pues los privados cuentan con autonomía para asumir sus procesos internos”, afirma el funcionario.
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Normalización de la violencia
Para el experto en educación Julián de Zubiría, la violencia en Colombia no se origina en los colegios, pues vivimos en un país que convive con múltiples tipos de violencia, bien sea política, económica, social o familiar.
“En Colombia es común que los conflictos terminen en riñas y que se resuelvan de manera violenta. Lo preocupante es que la mitad de los niños son violentados por sus propios padres. Estas violencias se trasladan a los colegios como resultado de una sociedad que soluciona todo a los golpes”, señala.
En este contexto, frente a las cifras en Bogotá, la psicóloga educativa Nidia Marcela Espinosa, quien trabaja en un colegio distrital de Usme, reconoce que es clave el acompañamiento de los padres, para que desde temprana edad se hable de la resolución pacífica de conflictos.
“En la prevención del hostigamiento es importante tener en cuenta las pautas de crianza. La comunicación es indispensable, pero hay casos de padres que no les hablan con propiedad a sus hijos y hay otros en los que la violencia es lo habitual, por lo que crecen con la idea de que toda interacción debe estar sujeta a la relación de dominio y poder”, explica la experta.
Este aspecto cobra especial relevancia al identificar que tras el regreso a la presencialidad, finalizada la pandemia, el número de registros aumentó, pues, según la especialista, “el encierro aumentó los índices de intolerancia y reacciones agresivas frente a actos de rechazo”.
En esto coincide Patricia Rico, jefa de convivencia estudiantil del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá, quien insiste en que es clave gestionar una transformación cultural, que permita implementar métodos alternativos de solución de conflictos.
“El 80 % de los casos de acoso escolar pueden ser prevenidos a través de la mediación. Por ello, desde el programa Hermes le apostamos a la prevención del bullying y el cyberbullying. Hemos diseñado un botiquín virtual con materiales pedagógicos, que ha tenido 3.044 descargas y más de 850 visitas en la biblioteca virtual de la entidad”, indica Rico.
Las medidas preventivas del Distrito frente al “bullying”
Según Andrés Felipe Avendaño, jefe de la Oficina para la Convivencia Escolar de la Secretaría de Educación, existen protocolos de atención integral una vez se conocen los casos. Sin embargo, no solo se reacciona ante los reportes, sino que también se adelantan capacitaciones de prevención y transformación cultural.
Además, en 2023 -y con corte a junio- esta cartera distrital ha realizado 508 jornadas de promoción de prevención de hostigamiento, impactando a un total de 29.156 personas, que participaron de los talleres y actividades pedagógicas.
Conforme con su indicación en estos encuentros se trabaja sobre cuatro líneas de acción que incluyen la desnaturalización de las violencias, el reconocimiento de la diversidad y la implementación de acciones que fortalezcan la tolerancia, el reconocimiento de los derechos humanos y la sensibilización sobre los efectos del acoso escolar.
Los expertos coinciden en que es clave que las escuelas y los maestros asuman un papel principalmente mediador, favoreciendo el trabajo en equipo y la solidaridad en una sociedad que tiende a ver a las agresiones como la “mejor manera” de solucionar conflictos, lo cual es una actitud que se debe erradicar del entorno escolar. Recuerde que alertar a los docentes y directivos es lo mejor ante estos casos.
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