Encuesta ciudadana arroja que el 83 % de los bogotanos quiere una reforma policial

La confianza en la Policía por parte de la ciudadanía viene en declive desde hace más de diez años. El porcentaje de personas que dicen sentirse confiados con la institución pasó de ser de un 43 % en 2008 a 20 % en 2018. Actualmente, más de la mitad de los capitalinos (56 %) dicen que se sienten insatisfechos con la gestión de la fuerza pública y el 68 % aegura que bajo ningún concepto debería usarse la violencia hacia la ciudadanía.

Estos son algunos de los resultados que arrojó la encuesta sobre la Policía, seguridad y convivencia de la ciudad que presentó el Distrito en el marco de la semana de la cultura ciudadana en Bogotá. Este trabajo se realizó teniendo en cuenta los hechos que se presentaron el mes pasado, entre los que se destaca el asesinato a Javier Ordóñez y las denuncias de abuso policial que se registraron en medio de las manifestaciones y el paro nacional del 21.

Para este fin se consultó la opinión de 600 hogares bogotanos distribuidos en 19 localidades de la capital, a través de la línea telefónica fija de sus casas, entre los días 17 y 18 de septiembre. Las principales reflexiones que dejó la muestra es que el 83 % de los capitalinos considera necesaria una reforma a la Policía, pues cree que el problema de abuso policial es un tema generalizado que amerita una reforma a la institución.

En este sentido, a la pregunta ¿Qué enfoque debería tener la reforma a la Policía?, la ciudadanía dice que se debería buscar la garantía de los derechos de los ciudadanos (40,6%), pues cuatro de cada 10 personas que viven en la ciudad creen que la Policía no es respetuosa de los derechos humanos.

Ahora bien, otro factor a tener en cuenta fue qué tipo de reforma debería darse, y para ello, se dio la opción de elegir entre el apoyo en su capacitación y proceso de formación, noción que apoyo el 42 % de los encuestados, dar a la institución un enfoque de derechos humanos (65,8 %), y que se les asegure un apoyo psicosocial a los miembros de la institución (40,4%).

Cuando se les preguntó qué es lo que la entidad podría hacer para fortalecer la confianza de los ciudadanos en ella, cerca de la mitad de la ciudadanía (48.9%) dice que judicializar a los responsables, y un cuarto (23,5%) de la población dice que reconozcan públicamente los errores que cometieron y pidan perdón.

En un panorama más específico, el Distrito preguntó sobre el actuar de los uniformados en las manifestaciones sociales, resultados que arrojaron que seis de cada 10 habitantes de Bogotá rechaza el uso de gases lacrimógenos o de la fuerza corporal por parte de la Policía en las protestas. Cuando se refiere al uso de armas de fuego, más del 90 % de la ciudadanía rechaza esa acción.

Otros de lo factores importantes a tener en cuenta en este mismo planteamiento es el actuar de la ciudadanía, ya que las agresiones no solo las ha recibido la ciudadanía, sino también los miembros de la institución. El 30 % de las personas dicen que en el marco de una manifestación se justifica bloquear las vías, pero cuando se trata de incendiar un CAI, lanzar piedras contra la Policía e incendiar o causar daño a un bus de TM, menos del 5% de la población justifica estas acciones. Asimismo, el 75 % de las personas cree que bajo ninguna circunstancia es necesario el uso de la violencia por parte de los manifestantes.

El experto en seguridad ciudadana Henry Murrain, quien acompañó al secretario de cultura para presentar los resultados, argumentó que la relación que tiene esta discusión en el espacio de debate sobre cultura ciudadana es que “la Policía y su relación con los ciudadanos es un factor fundamental para la cultura ciudadana. La relación de las instituciones y la ley con la cultura ciudadana son la base fundamental del enfoque de cultura en la ciudad, para construir un entorno sano de convivencia”.

Según el secretario de Cultura es importante conocer la percepción ciudadana frente a la posibilidad de hacer efectiva una reforma policial. “La cultura ciudadana tiene sentido si está basada en un conocimiento, encuestas y datos que den cuenta de cómo se está moviendo la ciudad y la confianza de los bogotanos”, explicó.

La confianza en la Policía por parte de la ciudadanía viene en declive desde hace más de diez años. El porcentaje de personas que dicen sentirse confiados con la institución pasó de ser de un 43 % en 2008 a 20 % en 2018. Actualmente, más de la mitad de los capitalinos (56 %) dicen que se sienten insatisfechos con la gestión de la fuerza pública y el 68 % aegura que bajo ningún concepto debería usarse la violencia hacia la ciudadanía.

Estos son algunos de los resultados que arrojó la encuesta sobre la Policía, seguridad y convivencia de la ciudad que presentó el Distrito en el marco de la semana de la cultura ciudadana en Bogotá. Este trabajo se realizó teniendo en cuenta los hechos que se presentaron el mes pasado, entre los que se destaca el asesinato a Javier Ordóñez y las denuncias de abuso policial que se registraron en medio de las manifestaciones y el paro nacional del 21.

Para este fin se consultó la opinión de 600 hogares bogotanos distribuidos en 19 localidades de la capital, a través de la línea telefónica fija de sus casas, entre los días 17 y 18 de septiembre. Las principales reflexiones que dejó la muestra es que el 83 % de los capitalinos considera necesaria una reforma a la Policía, pues cree que el problema de abuso policial es un tema generalizado que amerita una reforma a la institución.

En este sentido, a la pregunta ¿Qué enfoque debería tener la reforma a la Policía?, la ciudadanía dice que se debería buscar la garantía de los derechos de los ciudadanos (40,6%), pues cuatro de cada 10 personas que viven en la ciudad creen que la Policía no es respetuosa de los derechos humanos.

Ahora bien, otro factor a tener en cuenta fue qué tipo de reforma debería darse, y para ello, se dio la opción de elegir entre el apoyo en su capacitación y proceso de formación, noción que apoyo el 42 % de los encuestados, dar a la institución un enfoque de derechos humanos (65,8 %), y que se les asegure un apoyo psicosocial a los miembros de la institución (40,4%).

Cuando se les preguntó qué es lo que la entidad podría hacer para fortalecer la confianza de los ciudadanos en ella, cerca de la mitad de la ciudadanía (48.9%) dice que judicializar a los responsables, y un cuarto (23,5%) de la población dice que reconozcan públicamente los errores que cometieron y pidan perdón.

En un panorama más específico, el Distrito preguntó sobre el actuar de los uniformados en las manifestaciones sociales, resultados que arrojaron que seis de cada 10 habitantes de Bogotá rechaza el uso de gases lacrimógenos o de la fuerza corporal por parte de la Policía en las protestas. Cuando se refiere al uso de armas de fuego, más del 90 % de la ciudadanía rechaza esa acción.

Otros de lo factores importantes a tener en cuenta en este mismo planteamiento es el actuar de la ciudadanía, ya que las agresiones no solo las ha recibido la ciudadanía, sino también los miembros de la institución. El 30 % de las personas dicen que en el marco de una manifestación se justifica bloquear las vías, pero cuando se trata de incendiar un CAI, lanzar piedras contra la Policía e incendiar o causar daño a un bus de TM, menos del 5% de la población justifica estas acciones. Asimismo, el 75 % de las personas cree que bajo ninguna circunstancia es necesario el uso de la violencia por parte de los manifestantes.

El experto en seguridad ciudadana Henry Murrain, quien acompañó al secretario de cultura para presentar los resultados, argumentó que la relación que tiene esta discusión en el espacio de debate sobre cultura ciudadana es que “la Policía y su relación con los ciudadanos es un factor fundamental para la cultura ciudadana. La relación de las instituciones y la ley con la cultura ciudadana son la base fundamental del enfoque de cultura en la ciudad, para construir un entorno sano de convivencia”.

Según el secretario de Cultura es importante conocer la percepción ciudadana frente a la posibilidad de hacer efectiva una reforma policial. “La cultura ciudadana tiene sentido si está basada en un conocimiento, encuestas y datos que den cuenta de cómo se está moviendo la ciudad y la confianza de los bogotanos”, explicó.