Esto dejó la noche de enfrentamientos entre el Esmad e indígenas en Bogotá
Los disturbios que iniciaron alrededor de las 9 p.m. en el parque Nacional dejaron como saldo a más de 40 personas heridas, entre las que hay mujeres y niños indígenas, diez gestores de convivencia de la Alcaldía Mayor de Bogotá, un funcionario de la Defensoría del Pueblo y ocho policías.
Los fuertes enfrentamientos entre miembros de las indígenas asentados el Parque Nacional, y el Escuadrón Móvil Antimotines (Esmad), que se registraron durante la noche del pasado 6 de abril, dejaron como saldo a más de 40 personas heridas, entre las que hay mujeres y niños indígenas, diez gestores de convivencia de la Alcaldía Mayor de Bogotá, un funcionario de la Defensoría del Pueblo y ocho policías.
Asimismo, “múltiples daños a buses del SITP, Transmilenio, y una ambulancia, que fueron vandalizados”, declaró Esmeralda Caro, líder del Grupo para el Acompañamiento en Escenarios de posible Vulneración de Derechos (GAEVP) de la Personería de Bogotá.
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Según líderes de la comunidad indígena, las manifestaciones (que comenzaron como un plantón pacífico) se llevaron a cabo ante la falta de soluciones y propuestas por parte del Distrito, así como el incumplimiento de la entrega de alimentación para las 1.585 personas asentadas en el parque hace ya siete meses.
Esto mismo señaló el concejal de Bogotá Diego Cancino: “a la comunidad le habían prometido un encuentro con directivos de Alcaldía y les incumplieron, además ellos tenían hambre y no les habían dado alimentos”.
Así sucedieron los hechos
De acuerdo con las autoridades, luego de que estas comunidades retuvieran el paso de los vehículos en la carrera Séptima, entre las calles 36 y 39, al rededor de las 9 p.m., se inició un protocolo de diálogo por tres horas, que no surtió efecto.
“Treinta vehículos, tanto de servicio particular como público, fueron retenidos, amenazados e intimidados por la comunidad indígena, quienes, además, les estaban solicitando dinero, hecho por el cual se llevó a cabo una actividad de intervención con el Esmad”, informó el subcomandante Policía Metropolitana de Bogotá, coronel Herbert Benavides.
Por su parte, los indígenas denunciaron las agresiones sufridas durante los enfrentamientos contra la fuerza pública, y ya hay videos que registran lo sucedido. En uno se observa a un uniformado del Esmad golpeando con su escudo a una mujer que se defendía con un palo y que cargaba en su espalda a una niña.
Al cuestionarle estos hechos a la Policía y el Esmad, las autoridades señalaron que durante la protesta se utilizaron menores como “escudos humanos”.
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“Aquí debemos ser enfáticos en que vemos en las comunidades Emberas la instrumentalización de los niños para fines violentos; muy seguramente también habrá ciudadanos que denuncien secuestro”, indicó al respecto, Felipe Jiménez, secretario de Gobierno de Bogotá
Además, durante los desmanes la Policía reportó el presunto uso de dardos contra miembros de la fuerza pública. Frente a esto, líderes de las comunidades indígenas señalan que los integrantes de la guardia indígena sí portan dardos como parte de su dotación; sin embargo, estos no fueron usados, “de lo contrario se hubiera evidenciado en el reporte presentado por la Policía”.
Por otra parte, los hechos fueron rechazados por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que aseguró que la intervención del Esmad no respetó los derechos humanos de estas comunidades.
Por el momento, los grupos indígenas asentados en el Parque Nacional están a la espera de la caracterización de la Unidad para las Víctimas, para así realizar un proceso de voluntariedad para determinar cuántas personas retornarán a sus territorios, permanecerán en Bogotá y quiénes se moverán a otras ciudades.
“La administración ha sido garante y siempre ha estado en diálogo permanente con las comunidades emberá que llevan casi siete meses asentadas ilegalmente en el Parque Nacional. Les hemos brindado diferentes alternativas para dejar el parque, pero no han aceptado”, agregó Felipe Ramírez, el secretario de Gobierno de Bogotá.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Los fuertes enfrentamientos entre miembros de las indígenas asentados el Parque Nacional, y el Escuadrón Móvil Antimotines (Esmad), que se registraron durante la noche del pasado 6 de abril, dejaron como saldo a más de 40 personas heridas, entre las que hay mujeres y niños indígenas, diez gestores de convivencia de la Alcaldía Mayor de Bogotá, un funcionario de la Defensoría del Pueblo y ocho policías.
Asimismo, “múltiples daños a buses del SITP, Transmilenio, y una ambulancia, que fueron vandalizados”, declaró Esmeralda Caro, líder del Grupo para el Acompañamiento en Escenarios de posible Vulneración de Derechos (GAEVP) de la Personería de Bogotá.
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Según líderes de la comunidad indígena, las manifestaciones (que comenzaron como un plantón pacífico) se llevaron a cabo ante la falta de soluciones y propuestas por parte del Distrito, así como el incumplimiento de la entrega de alimentación para las 1.585 personas asentadas en el parque hace ya siete meses.
Esto mismo señaló el concejal de Bogotá Diego Cancino: “a la comunidad le habían prometido un encuentro con directivos de Alcaldía y les incumplieron, además ellos tenían hambre y no les habían dado alimentos”.
Así sucedieron los hechos
De acuerdo con las autoridades, luego de que estas comunidades retuvieran el paso de los vehículos en la carrera Séptima, entre las calles 36 y 39, al rededor de las 9 p.m., se inició un protocolo de diálogo por tres horas, que no surtió efecto.
“Treinta vehículos, tanto de servicio particular como público, fueron retenidos, amenazados e intimidados por la comunidad indígena, quienes, además, les estaban solicitando dinero, hecho por el cual se llevó a cabo una actividad de intervención con el Esmad”, informó el subcomandante Policía Metropolitana de Bogotá, coronel Herbert Benavides.
Por su parte, los indígenas denunciaron las agresiones sufridas durante los enfrentamientos contra la fuerza pública, y ya hay videos que registran lo sucedido. En uno se observa a un uniformado del Esmad golpeando con su escudo a una mujer que se defendía con un palo y que cargaba en su espalda a una niña.
Al cuestionarle estos hechos a la Policía y el Esmad, las autoridades señalaron que durante la protesta se utilizaron menores como “escudos humanos”.
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“Aquí debemos ser enfáticos en que vemos en las comunidades Emberas la instrumentalización de los niños para fines violentos; muy seguramente también habrá ciudadanos que denuncien secuestro”, indicó al respecto, Felipe Jiménez, secretario de Gobierno de Bogotá
Además, durante los desmanes la Policía reportó el presunto uso de dardos contra miembros de la fuerza pública. Frente a esto, líderes de las comunidades indígenas señalan que los integrantes de la guardia indígena sí portan dardos como parte de su dotación; sin embargo, estos no fueron usados, “de lo contrario se hubiera evidenciado en el reporte presentado por la Policía”.
Por otra parte, los hechos fueron rechazados por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que aseguró que la intervención del Esmad no respetó los derechos humanos de estas comunidades.
Por el momento, los grupos indígenas asentados en el Parque Nacional están a la espera de la caracterización de la Unidad para las Víctimas, para así realizar un proceso de voluntariedad para determinar cuántas personas retornarán a sus territorios, permanecerán en Bogotá y quiénes se moverán a otras ciudades.
“La administración ha sido garante y siempre ha estado en diálogo permanente con las comunidades emberá que llevan casi siete meses asentadas ilegalmente en el Parque Nacional. Les hemos brindado diferentes alternativas para dejar el parque, pero no han aceptado”, agregó Felipe Ramírez, el secretario de Gobierno de Bogotá.
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