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Entre la madrugada del domingo 31 de octubre y la del lunes 1° de noviembre ocurrieron por lo menos tres atracos que tienen en común el modus operandi de los supuestos delincuentes, el perfil de las víctimas que son seleccionadas para ejecutar el delito y el punto de partida en donde estas abordan los vehículos para transportarse.
El primer caso que se conoció este fin de semana fue el de la periodista y presentadora de noticias del canal CityTv, Gabriela Cárdenas, quien denunció por medio de sus redes sociales que luego de tomar un taxi en la Zona T (norte de Bogotá) fue víctima de dos hombres, uno de ellos el conductor del vehículo en el que se movilizaba y otro más quien pretendía abordar el taxi.
Según el relato de la mujer, el conducto del automotor paró a unos cinco minutos antes de su casa y pidiéndole que “cerrara bien la puerta”, se detuvo para facilitar que el otro hombre, que estaba en la calle, pudiera abordar el carro. Cárdenas señaló que ante la parada imprevista del conductor decidió bajarse y ahí fue cuando el otro implicado la intentó subir nuevamente al taxi.
“Mientras el hombre me intenta poner la mano en la boca para callarme yo saqué toda mi fuerza del mundo, lo empujaba y gritaba auxilio, auxilio, pero nadie salía. Cómo vio que no pudo meterme al carro de nuevo, me tiró al piso y arrancó junto con el muchacho que conducía”, señaló la periodista.
Pero este no fue el único hecho, El Espectador conoció otros dos casos en los que las víctimas relataron situaciones similares en atracos y secuestros exprés. El segundo hecho ocurrió casi de forma simultánea, cuando Damaris abordó un taxi a las 3 a.m. del 31 de octubre en la esquina de la calle 85 con carrera 13. Dice ella que luego de intentar pedir por más de una hora un servicio de transporte por varias plataformas, se vio obligada a tomar un taxi.
“Le envié la ubicación a un amigo por seguridad. Llegando a la calle 26 sobre la carrera 30 el conductor paró y un hombre se subió, apenas le dije al conductor que se había subido alguien, este me dice que me callara. El tipo que se subió me amenazó con un cuchillo, tomó mi celular, borró la ubicación de mis chats y me obligó a darles mis contraseñas de todas las cuentas bancarias, incluidas plataformas como Nequi y Daviplata. Después de unos minutos me envuelve la cabeza con mi propia chaqueta y al rato me dejaron en el barrio La Felicidad (avenida Boyacá con Calle 13)”, indicó Damaris.
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El registro de los bancos señala que el dinero fue retirado de un cajero en el barrio La Soledad. Además del efectivo y todas las pertenencias de valor que le quitaron a la víctima, esta fue retenida por al menos unos 45 minutos, aproximadamente, y amenazada en múltiples ocasiones con que la “iban a llevar a unas bodegas si no ayudaba”.
Las víctimas del tercer caso fueron María Fernanda y María José, quienes el 1° de noviembre, luego de salir de una fiesta en la calle 85, abordaron un taxi en plena vía pública debido a que no hallaron otro transporte para llegar a sus viviendas.
Ellas aseguran que sobre la carrera 30 con avenida Américas, el conductor aseguró que el carro presentaba fallas, al momento de ellas abrir las puertas para tomar otro transporte, dos hombres las abordaron y les impidieron la salida. Con cuchillos fueron amenazadas, les hurtaron elementos de valor, las obligaron decir las claves de las aplicaciones bancarias, y les taparon diciéndoles que las iban a secuestrar.
Las mujeres fueron retenidas por lo menos por unos 15 minutos hasta llegar a Puente Aranda, en la carrera 50 con calle 13, sitio en el que intentaron salir nuevamente del taxi. “Un conductor de Uber que iba pasando vio que abrimos una puerta e intentamos bajarnos el señor lo que hizo fue chocar el taxi para que no se fuera, ahí en ese momento nos bajamos, uno de los atracadores se bajó y se pasó a otro taxi que estaba detrás de nosotros y el conductor del taxi en el que íbamos se voló con el otro atracador”, señalaron las víctimas.
Gracias a la ubicación del celular de una de las mujeres atracadas, el dispositivo pudo ser ubicado en el barrio Bello Horizonte, en la localidad de San Cristóbal. Allí encontraron al conducto del taxi quien estaba frente a un taller de mecánica, este fue capturado, pero horas después dejado en libertad porque, dijeron las autoridades, no le hallaron ni el celular ni pruebas que lo relacionaran directamente con el robo. “Él dijo que también había sido víctima de los ladrones, pero tenía todas sus pertenencias”, concluyeron las afectadas.
Las autoridades hasta ahora no se han pronunciado por estos tres hechos, y lo único que se sabe es que por el último caso ya hay una investigación en curso. El comandante de la Policía Tránsito y Transporte Héctor González aseguró que 82 taxistas han sido capturados por hurtos, hurtos con escopolamina y paseo millonario, situaciones por las que han sido inmovilizados 72 taxis.