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Sobre las 6:00 de la mañana del lunes, un fuerte estallido alertó a la comunidad del barrio Villa Nelly, en la localidad de Kennedy. Varias viviendas resultaron afectadas a pesar de que no se presentó ningún herido. Horas después, sobre la media noche de este martes, otro artefacto explosivo estalló en las inmediaciones. Las autoridades indagan mientras la comunidad, atemorizada, denuncia una escalada en la inseguridad de la zona.
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El uso de artefactos explosivos se ha vuelto una práctica regular para los delincuentes en Bogotá. En la mayoría de casos, amedrentar a la ciudadanía es el objetivo principal, ya sea por una extorsión u otro motivo. Según detalló la Policía de Bogotá, el caso más reciente ocurrió después de que un sujeto abandonara una maleta en un andén de la vía, en cuyo interior se encontraba el explosivo de fabricación artesanal.
Tras la detonación, varias viviendas quedaron con la estructura afectada, vidrios rotos y zozobra en el ambiente. El coronel Leonardo Bernal, oficial de inspección de la Policía Metropolitana de Bogotá, indicó: “conocimos el caso a través de la línea 123. Dispusimos un grupo técnico de antiexplosivos y un grupo de inteligencia para llegar al fondo de los hechos y dar con los responsables”.
La comunidad, sin embargo, está atemorizada. No solo la seguidilla de explosivos detonados, sino por todo el clima de inseguridad en este sector aledaño a El Amparo. “A algunos los amedrentan por no pagar extorsiones, eso está pasando en todo el sector. Las autoridades hacen lo que pueden, pero muchas veces están maniatados. No haya uno qué hacer”, señaló a City Tv, un líder comunal.
Se espera que las autoridades esclarezcan estos hechos que mantienen intranquilo a este barrio. Las cámaras de seguridad serán importantes. Por otro lado, las autoridades deberán identificar si estos actos provienen de un grupo organizado en la capital, como se vio a inicio de año con el grupo criminal que puso varias granadas en moteles en las localidades de Tunjuelito y Fontibón.
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