Estas son las víctimas del atentado a la Policía
Las autoridades identificaron 10 de los 21 muertos que dejó la explosión del carrobomba del Eln. Cuatro de los 87 heridos continúan hospitalizados.
-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
El país no se repone de la zozobra y el estupor por el carrobomba que sacudió el jueves a la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander. A medida que pasan las horas se van conociendo de a poco las historias y los dramas de los 21 muertos y 87 heridos que deja hasta ahora el atentado.
>>>Video: Así fue el recorrido del carro que explotó en la escuela de la Policía en Bogotá
El trabajo para determinar la identidad de los fallecidos ha sido arduo y complejo, por lo que la consigna de las autoridades es que solo divulgarán el listado total de víctimas una vez estén plenamente identificadas. Sin embargo, a cuenta gotas se han conocido algunos de los nombres, así como hechos y circunstancias alrededor de sus vidas que permiten reconstruir sus historias.
Lo que se sabe hasta ahora de las víctimas identificadas es que provenían de fuera de Bogotá y algunos hasta tenían otras nacionalidades, como es el caso de la cadete Érika Chicó, quien había llegado becada de Ecuador. Al listado se suman tres vallecaucanos, tres santandereanos y dos tolimenses. La mayoría obtuvieron medallas y reconocimientos por realizar deportes de alto rendimiento.
>>>Lea: Fiscalía investigará a Comando Central del Eln por atentado en la escuela de Policía
En cuanto a los heridos, entre ellos tres menores de edad, la Secretaría de Salud del Distrito asegura que fueron valoradas 87 personas, de las cuales 79 requirieron traslado a un centro asistencial. Al cierre de esta edición tres de los heridos continuaban en cuidados intensivos, mientras que uno más era tratado por trauma lumbar.
De acuerdo con Medicina Legal, desde la noche del jueves llegaron a las instalaciones de la entidad algunos de los cuerpos para su plena identificación. La labor se divide en tres frentes: análisis de huellas dactilares, cotejo del ADN de las víctimas con sus familiares y las necropsias. A cargo de esta tarea se encuentra un grupo interdisciplinario de patólogos y antropólogos forenses, expertos en balística y técnicos en rayos X.
Para que las familias puedan velar a sus seres queridos, la Policía Nacional anunció que va a habilitar salas de velación en el Centro Administrativo Nacional (CAN).
>>>Lea: Bogotá, una vez más azotada por la violencia: implicaciones y desafíos
1. Alfonso Mosquera
El joven de 23 años era oriundo de Pradera, Valle del Cauca. En su departamento fue un destacado deportista, lanzador de disco, del equipo “Valle Oro Puro”, con el cual participó en varias competiciones, como los Juegos Nacionales. Yolanda Beltrán, quien fue su entrenadora en el Valle, manifestó que el joven se destacaba por su compromiso con el deporte y su constante sonrisa. Mosquera llegó a Bogotá desde hace año y medio para cumplir el sueño de convertirse en policía.
2. Érika Chicó
La muerte de la cadete de 27 años fue confirmada por el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno. Ella era parte de la delegación de 15 uniformados del vecino país que se encontraban estudiando dentro de la General Santander. Su formación en la Fuerza Pública comenzó en 2016, en Quito. El año pasado llegó becada a Bogotá y se graduaría en cuatro meses. De acuerdo con su padre, Roberto Chicó, ella pasó la Navidad en Ecuador y no quería volverse a ir, pero regresó a Colombia el pasado 9 de enero.
3. Steven Prada
Desde hace dos años, este cadete de 21 años se preparaba para ser oficial de la Policía. Era oriundo de Ibagué, donde se destacó como arquero de fútbol. Formó parte del equipo Club Grama Deportes y del equipo de fútbol de la Escuela General Santander. En su ciudad natal vivió en el barrio Restrepo y estudió en la Institución Educativa Reyes Umaña. Algunos de sus compañeros, como Jorge Melo, recuerdan a “Monín” como uno de los mejores arqueros y un gran compañero.
4. Cristian Maquilón
El antioqueño de 20 años ganó una medalla de plata en lanzamiento de bala en los Juegos Interescuelas de agosto de 2018 y fue campeón nacional infantil, con récord nacional y campeón nacional juvenil, por lo que uno de sus sueños era poder representar al país en unos Juegos Olímpicos. Maquilón, oriundo de Chigorodó, era el menor de diez hermanos. Además de deportista de élite, quería ser policía, por lo que desde hace un año y medio se encontraba estudiando dentro de la Escuela de Cadetes.
5. Iván René Muñoz
Aunque fue operado, ante la gravedad de sus heridas en sus extremidades, este cadete de 25 años murió en la noche del jueves en el Policlínico del Olaya. De acuerdo con sus padres, Juan de Dios Muñoz y Consuelo Parra Bayona, el joven estuvo hace ocho días en Barichara, Santander, de donde era oriundo, donde realizó un bazar para recoger fondos. Según el alcalde del municipio, Libardo Atuesta Parra, el joven era reconocido “por ayudar a todos los que lo necesitaban”, por lo que lamenta su muerte.
6. César Ojeda
El joven de 22 años nació en Floridablanca, Santander. Su padre lleva 27 años trabajando en la Dirección de Tránsito de dicho municipio, lo que lo habría motivado a seguir la vida policial. El joven cadete tenía cuatro hermanos y se graduó del colegio Gabriela Mistral. Ojeda estuvo en diciembre junto a su familia. Cursaba el cuarto semestre de la carrera y formaba parte del equipo de equitación de la Policía, además, en Semana Santa servía como Nazareno en la iglesia de su municipio natal.
7. Diego Pérez
Desde muy pequeño lo tenía claro, quería ser policía como su papá, un pensionado de la institución. Prestó servicio como auxiliar en Tuluá (Valle del Cauca), de donde era oriundo, y aunque pudo estudiar medicina en la Universidad del Cauca, insistió en ser un oficial de la Policía. Tenía 22 años, llevaba año y medio como cadete y se disponía a recibir a un grupo de nuevos alumnos en la Escuela cuando estalló el carro bomba. Su familia lo recuerda como un joven alegre, con proyección y leal a la Policía.
8. Juan E. Marulanda
El atentado truncó el sueño de Marulanda de ser un admirable carabinero y jinete de la Policía. No por nada fue campeón del más reciente campeonato nacional de salto ecuestre de la institución. El joven caballista de 19 años estaba desde junio de 2017 en la General Santander, donde completaba su proceso para ascender a oficial de la Policía, tal como su padre. Marulanda era el menor de tres hijos y, según sus padres, este año iba a acompañar la formación de los nuevos cadetes de la Escuela.
9. Diego Molina
El cadete de la Policía murió a sus 20 años y llevaba dos de ellos en la Escuela General Santander. Molina, nacido en Pereira, era hijo de John Diego Molina, exsecretario de Gobierno de esa ciudad, y de Claudia Peláez. Era un destacado portero de fútbol y llegó a probarse en varios equipos aficionados del Eje Cafetero. Según relató su padre, Molina fue uno de los primeros en morir, pues recibió todo el impacto de la detonación. Falleció mientras estaba preparándose para una ceremonia de condecoración.
10. Allan Bayona
El joven atleta que representaba a las Fuerzas Armadas nació en el municipio de San Luis, Tolima, y era un notable competidor de las carreras de media distancia en las modalidades de 800 y 1.500 metros. Tenía 22 años y hacía 18 meses había llegado a la Escuela General Santander. Bayona tuvo un destacado paso por la Liga de Atletismo del Tolima, donde sus entrenadores lo recuerdan como un deportista nato, pues empezó a representar a su departamento desde los semilleros infantiles de la Liga.
Heridos
87 personas fueron reportadas como heridas en el atentado.
Karen Gutiérrez
Le dieron de alta el jueves, día del atentado. La cadete de 23 años, que cursa segundo semestre en la General Santander, sufrió heridas leves con esquirlas de vidrio en el rostro. Su padre, Adriano Gutiérrez, explica que ella se encontraba en el alojamiento cuando sintió la explosión. Al verla sangrando, sus compañeros la auxiliaron para que fuera trasladada al hospital. Mientras iba en camino, ella lo llamó para calmarlo. La cadete planea continuar con sus estudios en la institución.
Juan Pablo Suache
Con un tobillo enyesado, la rodilla vendada y algunos golpes leves en otras partes del cuerpo, el cadete de 20 años se recupera en su casa, en compañía de sus familiares. Su padre, Héctor Suache, cuenta que el joven se encuentra estable y con buen semblante, a pesar del dolor de cabeza que siente en ocasiones, a causa del estruendo de la detonación. Tiene 20 días de incapacidad.
Menores
Entre los 87 heridos que dejó el carrobomba se encuentran tres menores de edad, quienes son hijos de los uniformados que se habitaban en las instalaciones de la Escuela General Santander, teniendo en cuenta que allí hay viviendas fiscales. De acuerdo con el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional, entre los niños lesionados está una pequeña de tan solo tres años. Se presume que uno de los menores resultó lesionado por cuenta de un trauma acústico y que los otros dos tuvieron afectaciones tras la caída de vidrios que provocó la detonación.
El país no se repone de la zozobra y el estupor por el carrobomba que sacudió el jueves a la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander. A medida que pasan las horas se van conociendo de a poco las historias y los dramas de los 21 muertos y 87 heridos que deja hasta ahora el atentado.
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El trabajo para determinar la identidad de los fallecidos ha sido arduo y complejo, por lo que la consigna de las autoridades es que solo divulgarán el listado total de víctimas una vez estén plenamente identificadas. Sin embargo, a cuenta gotas se han conocido algunos de los nombres, así como hechos y circunstancias alrededor de sus vidas que permiten reconstruir sus historias.
Lo que se sabe hasta ahora de las víctimas identificadas es que provenían de fuera de Bogotá y algunos hasta tenían otras nacionalidades, como es el caso de la cadete Érika Chicó, quien había llegado becada de Ecuador. Al listado se suman tres vallecaucanos, tres santandereanos y dos tolimenses. La mayoría obtuvieron medallas y reconocimientos por realizar deportes de alto rendimiento.
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En cuanto a los heridos, entre ellos tres menores de edad, la Secretaría de Salud del Distrito asegura que fueron valoradas 87 personas, de las cuales 79 requirieron traslado a un centro asistencial. Al cierre de esta edición tres de los heridos continuaban en cuidados intensivos, mientras que uno más era tratado por trauma lumbar.
De acuerdo con Medicina Legal, desde la noche del jueves llegaron a las instalaciones de la entidad algunos de los cuerpos para su plena identificación. La labor se divide en tres frentes: análisis de huellas dactilares, cotejo del ADN de las víctimas con sus familiares y las necropsias. A cargo de esta tarea se encuentra un grupo interdisciplinario de patólogos y antropólogos forenses, expertos en balística y técnicos en rayos X.
Para que las familias puedan velar a sus seres queridos, la Policía Nacional anunció que va a habilitar salas de velación en el Centro Administrativo Nacional (CAN).
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1. Alfonso Mosquera
El joven de 23 años era oriundo de Pradera, Valle del Cauca. En su departamento fue un destacado deportista, lanzador de disco, del equipo “Valle Oro Puro”, con el cual participó en varias competiciones, como los Juegos Nacionales. Yolanda Beltrán, quien fue su entrenadora en el Valle, manifestó que el joven se destacaba por su compromiso con el deporte y su constante sonrisa. Mosquera llegó a Bogotá desde hace año y medio para cumplir el sueño de convertirse en policía.
2. Érika Chicó
La muerte de la cadete de 27 años fue confirmada por el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno. Ella era parte de la delegación de 15 uniformados del vecino país que se encontraban estudiando dentro de la General Santander. Su formación en la Fuerza Pública comenzó en 2016, en Quito. El año pasado llegó becada a Bogotá y se graduaría en cuatro meses. De acuerdo con su padre, Roberto Chicó, ella pasó la Navidad en Ecuador y no quería volverse a ir, pero regresó a Colombia el pasado 9 de enero.
3. Steven Prada
Desde hace dos años, este cadete de 21 años se preparaba para ser oficial de la Policía. Era oriundo de Ibagué, donde se destacó como arquero de fútbol. Formó parte del equipo Club Grama Deportes y del equipo de fútbol de la Escuela General Santander. En su ciudad natal vivió en el barrio Restrepo y estudió en la Institución Educativa Reyes Umaña. Algunos de sus compañeros, como Jorge Melo, recuerdan a “Monín” como uno de los mejores arqueros y un gran compañero.
4. Cristian Maquilón
El antioqueño de 20 años ganó una medalla de plata en lanzamiento de bala en los Juegos Interescuelas de agosto de 2018 y fue campeón nacional infantil, con récord nacional y campeón nacional juvenil, por lo que uno de sus sueños era poder representar al país en unos Juegos Olímpicos. Maquilón, oriundo de Chigorodó, era el menor de diez hermanos. Además de deportista de élite, quería ser policía, por lo que desde hace un año y medio se encontraba estudiando dentro de la Escuela de Cadetes.
5. Iván René Muñoz
Aunque fue operado, ante la gravedad de sus heridas en sus extremidades, este cadete de 25 años murió en la noche del jueves en el Policlínico del Olaya. De acuerdo con sus padres, Juan de Dios Muñoz y Consuelo Parra Bayona, el joven estuvo hace ocho días en Barichara, Santander, de donde era oriundo, donde realizó un bazar para recoger fondos. Según el alcalde del municipio, Libardo Atuesta Parra, el joven era reconocido “por ayudar a todos los que lo necesitaban”, por lo que lamenta su muerte.
6. César Ojeda
El joven de 22 años nació en Floridablanca, Santander. Su padre lleva 27 años trabajando en la Dirección de Tránsito de dicho municipio, lo que lo habría motivado a seguir la vida policial. El joven cadete tenía cuatro hermanos y se graduó del colegio Gabriela Mistral. Ojeda estuvo en diciembre junto a su familia. Cursaba el cuarto semestre de la carrera y formaba parte del equipo de equitación de la Policía, además, en Semana Santa servía como Nazareno en la iglesia de su municipio natal.
7. Diego Pérez
Desde muy pequeño lo tenía claro, quería ser policía como su papá, un pensionado de la institución. Prestó servicio como auxiliar en Tuluá (Valle del Cauca), de donde era oriundo, y aunque pudo estudiar medicina en la Universidad del Cauca, insistió en ser un oficial de la Policía. Tenía 22 años, llevaba año y medio como cadete y se disponía a recibir a un grupo de nuevos alumnos en la Escuela cuando estalló el carro bomba. Su familia lo recuerda como un joven alegre, con proyección y leal a la Policía.
8. Juan E. Marulanda
El atentado truncó el sueño de Marulanda de ser un admirable carabinero y jinete de la Policía. No por nada fue campeón del más reciente campeonato nacional de salto ecuestre de la institución. El joven caballista de 19 años estaba desde junio de 2017 en la General Santander, donde completaba su proceso para ascender a oficial de la Policía, tal como su padre. Marulanda era el menor de tres hijos y, según sus padres, este año iba a acompañar la formación de los nuevos cadetes de la Escuela.
9. Diego Molina
El cadete de la Policía murió a sus 20 años y llevaba dos de ellos en la Escuela General Santander. Molina, nacido en Pereira, era hijo de John Diego Molina, exsecretario de Gobierno de esa ciudad, y de Claudia Peláez. Era un destacado portero de fútbol y llegó a probarse en varios equipos aficionados del Eje Cafetero. Según relató su padre, Molina fue uno de los primeros en morir, pues recibió todo el impacto de la detonación. Falleció mientras estaba preparándose para una ceremonia de condecoración.
10. Allan Bayona
El joven atleta que representaba a las Fuerzas Armadas nació en el municipio de San Luis, Tolima, y era un notable competidor de las carreras de media distancia en las modalidades de 800 y 1.500 metros. Tenía 22 años y hacía 18 meses había llegado a la Escuela General Santander. Bayona tuvo un destacado paso por la Liga de Atletismo del Tolima, donde sus entrenadores lo recuerdan como un deportista nato, pues empezó a representar a su departamento desde los semilleros infantiles de la Liga.
Heridos
87 personas fueron reportadas como heridas en el atentado.
Karen Gutiérrez
Le dieron de alta el jueves, día del atentado. La cadete de 23 años, que cursa segundo semestre en la General Santander, sufrió heridas leves con esquirlas de vidrio en el rostro. Su padre, Adriano Gutiérrez, explica que ella se encontraba en el alojamiento cuando sintió la explosión. Al verla sangrando, sus compañeros la auxiliaron para que fuera trasladada al hospital. Mientras iba en camino, ella lo llamó para calmarlo. La cadete planea continuar con sus estudios en la institución.
Juan Pablo Suache
Con un tobillo enyesado, la rodilla vendada y algunos golpes leves en otras partes del cuerpo, el cadete de 20 años se recupera en su casa, en compañía de sus familiares. Su padre, Héctor Suache, cuenta que el joven se encuentra estable y con buen semblante, a pesar del dolor de cabeza que siente en ocasiones, a causa del estruendo de la detonación. Tiene 20 días de incapacidad.
Menores
Entre los 87 heridos que dejó el carrobomba se encuentran tres menores de edad, quienes son hijos de los uniformados que se habitaban en las instalaciones de la Escuela General Santander, teniendo en cuenta que allí hay viviendas fiscales. De acuerdo con el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional, entre los niños lesionados está una pequeña de tan solo tres años. Se presume que uno de los menores resultó lesionado por cuenta de un trauma acústico y que los otros dos tuvieron afectaciones tras la caída de vidrios que provocó la detonación.