En riesgo de feminicidio y revictimizada, el drama de una docente en Bogotá

“Desde que me obligaron a enfrentarme periódicamente con mi agresor, considero que perdí mi vida, mi rutina, mi cuidado. Eso me tiene hospitalizada y mi hijo, que es lo que más amo, sufre y teme aún más en mi ausencia”. Estas son las palabras de Mila, una docente universitaria, vecina de Engativá, quien actualmente se encuentra cursando un doctorado en educación. Sin embargo, su vida está amenazada por las violencia física y psicológica que ha ejercido su expareja. Hoy, Mila se encuentra en riesgo de ser víctima de feminicidio.

“Desde que me obligaron a enfrentarme periódicamente con mi agresor, considero que perdí mi vida, mi rutina, mi cuidado. Eso me tiene hospitalizada y mi hijo, que es lo que más amo, sufre y teme aún más en mi ausencia”. Estas son las palabras de Mila, una docente universitaria, vecina de Engativá, quien actualmente se encuentra cursando un doctorado en educación. Sin embargo, su vida está amenazada por las violencia física y psicológica que ha ejercido su expareja. Hoy, Mila se encuentra en riesgo de ser víctima de feminicidio.

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Ella señala que este hombre, quien es el padre de su hijo, también ha violentado al menor, que vive con el miedo de que su madre pierda la vida a manos de este sujeto. De acuerdo con el Sistema Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional, en 2022 aumentaron 13 % los registros de la violencia intrafamiliar y un 4 %, el de lesiones personales en contra de las mujeres.

De las cifras de violencia intrafamiliar, el 34% de las víctimas fueron hombres (15.192 casos) y el 66% mujeres (29.807 casos). Asimismo, las localidades en las que más se registraron estos sucesos fueron La Candelaria, Santa Fe y Los Mártires.

De acuerdo con ProBogotá Región, en el 2022 se reportaron 138 casos de feminicidios en Bogotá, según datos del Sistema Penal Oral Acusatorio. De esta cifra, el 40% de los casos estaban en etapa de indagación; el 29%, en investigación; el 24%, en juicio; el 4% en ejecución, y el 3% en terminación.

Lastimosamente, Mila podría sumarse a las estadísticas si su caso no lo atienden inmediatamente. Para ella, en su proceso, se ha sentido revictimizada por la Subred Norte y la Secretaría de la Mujer, entidades del Distrito a las que se ha acercado a pedir ayuda.

Su proceso inició en noviembre de 2022, con una ruta de atención que abrió el colegio en el que estudia su hijo;,después pasó a la EPS, a la Subred Norte, a la Casa de la Mujer, a una comisaría de familia y posteriormente a la Fiscalía.

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Las trabas para un acceder a una casa refugio del Distrito

De acuerdo con Mila, los problemas con la justicia comenzaron cuando le negaron el acceso a las casas refugio. “La Subred Norte tramita, es humana, compasiva, pero el problema radica en que las instancias que deben continuar la atención no escuchan, no leen, no atienden, olvidan, siempre tienen retardos injustificados en la atención, no siguen el proceso”, señala la mujer.

Ella afirma que son bastantes los requisitos que se deben cumplir para acceder a una de estas casas. En una de las audiencias, cuando ella expresó que sí quería obtener esta ayuda, “la respuesta de la funcionaria fue: “¿está segura? Allá entra y no puede volver a salir, su hijo no puede estudiar, se tiene que aguantar más gente, ¿con quién vive?, ¿por qué no se apoya en su mamá?””, contó Mila.

Situación que para ella es incomprensible, teniendo en cuenta que su mamá tiene 73 años, “¿qué yo le diga a mi mamá bella que me proteja de un feminicida? Le respondí. La funcionaria se incomoda y le pasa la pelota al comisario, el comisario a la psicóloga, la psicóloga iracunda hace la entrevista, luego hace la prueba, me mira con profundo odio y me dice que las casas refugio no son para todas. Que debo cumplir estrictas reglas, que el llanto de otros niños no me va a dejar descansar, que el llanto de otras madres me va a desesperar. Hace una pausa (…) y me pregunta “¿usted si tiene ánimos para eso?””, compartió la mujer.

Incluso, la psicóloga le advirtió que una vez adentro no se podía arrepentir. “Por dignidad desistí, pedí firmar y solicité mi cédula. Los funcionarios se echan culpas entre sí. Finalmente, no quisieron dejarme firmar, no me dieron la medida de protección, estoy a merced de la seguridad que me puede brindar el celador del sitio donde me encuentro, mientras les cuento esto”, relató Mila a través de un hilo en Twitter, en el que dio más detalles de este suceso, al que también se le suma que tampoco podía llevar a su animal de compañía a una de estas casas.

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¿Qué pasó con la Secretaría de la Mujer?

Después de esto, Mila se acercó a la Casa de la Mujer por el contenido de un trino en donde explican los servicios que prestan, “pero en la realidad me encontré que la abogada no está centrada en su trabajo, sino que mezcla su cansancio, carga laboral y su enfermedad con el servicio que uno solicita. Entonces te atiende en la hora que quiere, a pesar de tener una cita a una hora fija; te interrumpe, quejándose del tiempo limitado, de su estrés, de su enfermedad; atiende las llamadas de sus amigas y colegas y el tiempo de atención queda reducido a nada, por lo que nuevamente agenda”, contó la mujer.

Asimismo, señala que la abogada de esta entidad solo se comunica a través de un correo institucional, el cual no responde. “Finalmente, alude que no me puede acompañar, porque todo está encima, no hay tiempo, no pudo escalar para solicitar acompañamiento de otra colega. Me dice que las pruebas son suficientes para demostrar que el agresor es un monstruo, me dice. Además, que lleve a la audiencia a mi hijo, para que también vean las secuelas”, agregó Mila.

Incluso, después de hacer pública esta situación por Twitter, la Secretará de la Mujer se comunicó con ella, “solo para ubicar qué mujer los está denunciando, para luego hacer un comunicado de prensa donde solo me afectan, me revictimizan, revelan datos que no deberían ser públicos y que me ponen en un riesgo mayor”.

Hasta el pasado 7 de marzo, la contactó otra abogada de la entidad, quien dice estar ubicada en Sogamoso, pero expresó su deseo de subsanar y bridarle la asesoría jurídica. Sin embargo, toda la situación le generó a Mila un estrés agudo que la tiene desde hace tres días hospitalizada. “Hoy ellas (funcionarias de la Secretaría de la mujer) celebran y promocionan servicios que en mi caso no se prestaron. Hubo evidente negligencia y abandono”, señaló la víctima.

Actualmente, la expareja de Mila lleva su vida normal, teniendo en cuenta que ni siquiera se ha presentado a las audiencias. Y en su proceso sigue sola, ella cuenta que los abogados están sobrecargados de casos y los particulares cobran un monto que no puede pagar.

“Feminicidios Colombia ha sido la única entidad que me ha contactado directamente con el interés de asumir el acompañamiento con Fiscalía, y Heidy Sánchez Barreto, concejala de Bogotá, también me ha ofrecido su apoyo”, agregó Mila. Asimismo, después de hacer público su caso en redes sociales, ha recibido apoyo de niñas, niños, hombres y mujeres, no solo colombianos, sino de otros países, quienes le han manifestado su solidaridad y agradecimiento por no callar sobre estos atropellos.

“Ya no tengo vida cotidiana. Desde que la Secretaría de la Mujer me ha hecho ir y venir, perder tiempo, desgastarme, exponerme, exponer datos no autorizados, desde que la Comisaría de Familia le otorgó una medida de protección mal hecha a mi hijo y desde que a mí me obliga a enfrentarme con el agresor periódicamente considero que perdí mi vida”, concluye Mila sobre su caso.

También recalca que le duele que la alcaldesa Claudia López guarde silencio ante estas situaciones, y “que las instituciones solo se hayan lavado las manos mintiendo y fijando comunicados. Ni una reparación o acción frente a mi caso, solo marketing”.

Lamentablemente, su agresor la sigue esperando y su vida sigue dependiendo del vigilante del edificio o zona de Bogotá en la que se encuentre. “Haces todo por sobrevivir, pero te juro que la pésima atención a la mujer con extremo riesgo de feminicidio en Bogotá te quita también las ganas de vivir”, concluye la mujer.

¿Qué responde la Secretaría de la Mujer?

La entidad se pronunció frente a estas denuncias, y señaló sobre todo que lamenta “la situación de revictimización vivida por la ciudadana, las barreras que experimentó y los errores en su atención en una Comisaría de Familia”.

Asimismo, hizo una serie de precisiones respecto a lo denunciado por la mujer, algunas fueron que:

• La atención brindada el 3 de marzo de 2023 a la ciudadana, no fue realizada por equipos vinculados a la Secretaría de la Mujer. Fue realizada en la Comisaría de Familia Engativá 2.
• Esta Secretaría recibió el 3 de marzo de 2023 a las 6:38 p.m., a través de correo electrónico, la solicitud de acogida para la ciudadana, su hijo y su madre por parte de la Comisaría de Familia de Engativá 2. Como respuesta a esta comunicación, el equipo de Casas Refugio solicitó a la Comisaría de Familia información adicional sobre la situación de salud de la ciudadana. La Comisaría de Familia respondió indicando que “la información solicitada no fue posible completarla con la accionante, ya que se retiró de la atención y no ha querido ser contactada”.
• Dado que la ciudadana no ingresó a la Casa Refugio el 3 de marzo en el marco de una medida de protección adoptada por Comisaría de Familia de Engativá 2, la Secretaría de la Mujer, con el fin de ofrecer a la ciudadanía acogida en el modelo intermedio de Casa Refugio, el 4 de marzo de 2023 desde las 4:40 p.m. realizó varias llamadas al celular informado por ella través de redes sociales. Los intentos fuero fallidos ya que el celular se encontraba apagado. A las 8:15 p.m. el celular estaba prendido, se intentó establecer comunicación, pero la ciudadana no respondió las llamadas. A las 10:34 p.m. se dejó un mensaje a través de Whatsapp, pero la ciudadana no respondió el mensaje.

La cartera también reiteró que los servicios de la Estrategia de Casas Refugio se brindan en las siguientes condiciones:

• Las ciudadanas acogidas no perderán sus vínculos familiares ni sociales. El equipo interdisciplinario acompañará en el fortalecimiento de redes de apoyo y garantizará que mantengan el contacto mediante comunicación telefónica o virtual.
• Las mujeres acogidas podrán salir de la Casa Refugio, acorde a una evaluación de riesgo y manteniendo informado previamente al equipo interdisciplinario.
• Las mujeres no perderán su empleo al ingresar a la Casa Refugio. Es posible que se deban interrumpir por algunos días las actividades laborales, dependiendo del riesgo y el proceso de estabilización emocional, pero no es un criterio de ingreso.
• Los procesos educativos para niños, niñas y adolescentes no se interrumpirán durante la acogida en Casas Refugio. Ellos podrán continuar con su proceso escolar mediante la Estrategia Aula Refugio o acuerdos con las entidades educativas.
• Existen normas establecidas para garantizar la convivencia armónica y dirimir posibles conflictos dentro de las Casas Refugio.
• Las Casas Refugio son espacios colectivos de acogida, es decir, que varios sistemas familiares permanecen dentro de una Casa Refugio. No es un espacio exclusivo para un sistema familiar.
• Las Casas Refugio no forman parte del sistema de salud. Por lo tanto, no se brinda atención especializada en salud física y mental.

“Los esfuerzos de la Secretaría de la Mujer se concentran en aportar a la disminución de barreras de acceso a la justicia para las mujeres, por lo que contamos con la Casa Refugio en modalidad intermedio, al cual pueden acceder mujeres que hayan presentado dificultades en el proceso de solicitud de medidas de protección”, recalcó la entidad.

Además, hizo un llamado a todas las mujeres vicitimas de violencia fisica, sexual, de genero y psicologica para que sean atendidas a través de la Línea Púrpura llamando al 018000112137 o escribiendo al WhatsApp 3007661846, asimismo, en los puntos de atención presencial que puede encontrar en: http://daelprimerpaso.sdmujer.gov.co/index.html.

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