Estrategias por fuera de la institucionalidad que aportan al cuidado del agua
A propósito de la Semana Mundial del Agua, revisamos iniciativas de las universidades Ecci y Javeriana para ahorrar agua y contribuir a la potabilidad del líquido en zonas rurales. Entre tanto, la meta de ahorro del racionamiento de Bogotá sigue en veremos.
Esta semana se celebra la Semana Mundial del Agua (World Water Week) y para Bogotá no empieza de la mejor manera. De nuevo, a pesar de las estrategias de ahorro planteadas por la administración, el nivel del sistema Chingaza, que suple el 70% del agua que consume la capital, rompió la tendencia positiva de aumento de nivel, que traía desde que se inició el racionamiento, el 11 de abril. La disminución del llenado genera preocupación y dudas sobre la viabilidad de que para el 31 de octubre llegue al 70 % de llenado, como espera el Distrito, para evitar complicaciones en 2025.
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Esta semana se celebra la Semana Mundial del Agua (World Water Week) y para Bogotá no empieza de la mejor manera. De nuevo, a pesar de las estrategias de ahorro planteadas por la administración, el nivel del sistema Chingaza, que suple el 70% del agua que consume la capital, rompió la tendencia positiva de aumento de nivel, que traía desde que se inició el racionamiento, el 11 de abril. La disminución del llenado genera preocupación y dudas sobre la viabilidad de que para el 31 de octubre llegue al 70 % de llenado, como espera el Distrito, para evitar complicaciones en 2025.
En contexto: Bajos niveles en Chingaza: Acueducto no cambiará esquema de racionamiento
Este año ha sido dramático. En abril el embalse registró un llenado de apenas 16 %, lo que activó la alerta roja y detonó el racionamiento. Desde entonces, la meta del Distrito ha sido clara: que el consumo diario de los ciudadanos baje de 17 m3/s a 15 m3/s, para acelerar la recuperación de los embalses. Hoy, después de 12 ciclos de racionamiento, la meta sigue sin cumplirse. Este 25 de agosto el consumo se ubicó en 16,51 m3/s. Frente al nivel del sistema Chingaza, mientras el racionamiento fue diario y hubo lluvias, mostró buena recuperación: en dos meses y medio pasó de 16% a 42 %. Pero, desde que el racionamiento es cada dos días, la recuperación no ha sido significativa: en casi dos meses tan solo ha recuperado 10% (llegó a 52%). Lo que preocupa es que esta semana volvió a descender.
Con dicho panorama en mente, que devela que a pesar de los esfuerzos desde la institucionalidad no han tenido el impacto esperado, las alternativas ciudadanas y académicas que buscan fomentar el ahorro del agua, surgen como una opción para lograr el objetivo que va más allá de las cifras: transformar la relación que como sociedad históricamente hemos tenido con el agua. Ejemplo de ello es el trabajo de reutilización y recirculación del líquido que viene desarrollando la universidad Ecci, por medio de la recolección de agua lluvia y las fórmulas de ahorro que encontraron en los trabajos de laboratorio.
“La universidad le ha apostado a la construcción de edificios sostenibles. Tenemos dos, uno que se construyó en el 2007 en Teusaquillo (Sede P), y otro hace ocho años, en el centro. (Sede Crisanto Duque). Se construyeron cubiertas inclinadas y a través de ductos se lleva el agua lluvia a un tanque, para luego usar el agua para aseo de baños, vaciado de sanitarios, riego de plantas y, en general, para labores que se puedan desarrollar con agua no potable”, señala Rafael Castillo, director de la sede P, la cual, además, tiene un sistema de jardines verticales en la fachada que contribuye a la recolección de agua.
En relación con el ahorro de agua en los procesos de laboratorio, la universidad implementó un modelo de recirculación, que redujo en más de la mitad el uso promedio del líquido. “En los procesos de destilación generalmente se desperdicia mucha agua y quisimos ser consecuentes con la crisis de la ciudad. Desarrollamos un modelo en el que, máximo, usamos 5 litros (antes usaban 15) para procesos de destilación y lo que hacemos es ponerla a recircular para distintos usos, pues generalmente es agua que no resulta contaminada en los procesos. Claro está, la cantidad de agua usada y reutulizada puede variar según el procedimiento que se requiera”, resalta.
¿En qué radica la importancia de la Semana Mundial del Agua?
El evento, organizado por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI, por sus siglas en inglés) se celebra de manera anual desde 1991 y busca “desarrollar soluciones a los mayores desafíos relacionados con el agua del mundo, con temas que van desde la seguridad alimentaria y la salud hasta la agricultura, la tecnología, la biodiversidad y la crisis climática”.
Este evento apunta a mejorar la relación y las estrategias globales del cuidado y protección del recurso, y agrupa a los principales expertos, científicos, líderes empresariales y tomadores de decisiones en la materia, para exponer soluciones.
Para este 2024, se llevará a cabo del 25 al 29 de agosto y se desarrollará bajo el lema ‘Uniendo fronteras: agua para un futuro pacífico y sostenible’, que busca reconocer esfuerzos entre naciones, que propenden por un futuro en el que la oferta de agua sea consecuente con el momento histórico y ambiental que atraviesa el planeta.
Purificador con luz ultravioleta
Por otro lado, las facultades de ingeniería y ciencias de la Universidad Javeriana desarrollaron un purificador, que funciona con luz ultravioleta, capaz de terminar con los microorganismos que puedan resultar nocivos para la salud humana. “La luz ultravioleta se aplica con cierta intensidad, para matar los virus y bacterias. El proyecto surgió en 2009, a raíz de una investigación en la que trabajamos, para que el nivel de ultravioleta fuera el indicado para purificar el agua. Una vez llegamos a ese punto, desarrollamos los circuitos electrónicos que controlan la lámpara y el diseño adicional para lograr dispositivo que, desde un principio, fue pensado para llegar a zonas rurales del país”, señala David Magín, investigador del Departamento de Ingeniería Electrónica y uno de los líderes del proyecto.
Las pruebas para medir la calidad del dispositivo se desarrollaron con tomas de agua contaminada recolectadas en zona rural de los municipios de Machetá, Guasca y San Javier. Una vez recolectadas las muestras, se analizaron en el laboratorio de la universidad y se comprobó que el mecanismo resultaba efectivo para purificar el agua. Solamente necesita de energía eléctrica para funcionar y una fuente de agua con determinada presión. “Es de muy fácil uso. Se oprime un botón que activa una válvula y así empieza el proceso. Permite purificar 350 cm3 por minuto, es decir, casi un litro en tres minutos. La OMS estima que una persona debería consumir aproximadamente tres litros de agua al día, es decir, que en aproximadamente en 10 minutos se lograría el requerimiento básico. La idea es garantizar ese suministro en zonas donde no hay acueducto, no hay planta de tratamiento o donde es muy precario el sistema de distribución de agua”, señala.
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“Un botellón de agua de 20 litros vale, en promedio, $15.000, es decir, $700 por litro. Con este sistema la purificación cuesta, aproximadamente, $200 por litro, que es el costo de cambiar la lámpara cuando se desgasta, más el consumo de energía eléctrica. Pero el costo inicial es de uno 5 millones y esa es la dificultad. Ahí es donde hemos buscado el apoyo de entidades gubernamentales o privadas que puedan financiar la construcción para poder producirlo en masa. El purificador ya tiene patente internacional otorgada”, señala Magín.
Teniendo en cuenta que este año el lema de la Semana Mundial del Agua es ‘Uniendo fronteras: agua para un futuro pacífico y sostenible’, que busca resaltar el trabajo colaborativo para garantizar el acceso al líquido de las comunidades, con estas iniciativas, paralelas a las estrategias desarrolladas por los gobiernos nacionales o locales, se logra que el ejemplo de ahorro y liderazgo en el tema ambiental que tiene las instituciones, se vea reflejado en quienes las componen.
“Por pequeño que sea una estrategia de ahorro, es con estos pequeños cambios que podemos lograr algo a mayor escala. De nada sirve acatar racionamientos momentáneos, si en un futuro vamos a estar igual o incluso peor. Necesitamos cambiar el chip, y nuestro proyecto se centra en demostrar que se puede y que otras instituciones pueden sumarse a esas iniciativas y decisiones diarias que, en buena parte, pueden definir nuestro futuro cercano”, concluye Rafael Castillo.
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