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Cerca del 42% de la carga total que ingresa a la capital del país lo hace a través de la Autopista Norte. Por esta vía circulan alrededor de tres millones toneladas de mercancías al año y transitan en hora-sentido aproximadamente 130 mil personas.
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Sin embargo, tras 50 años de la construcción de este corredor vial, la infraestructura en el norte de la ciudad ha quedado insuficiente ante el crecimiento de la ciudad y los municipios aledaños. En ese sentido, solo entre 1997 y 2016 la huella urbana de la capital del país aumentó un 35,8% su área urbana.
Frente a esto, la Agencia Nacional de Infraestructura adjudicó este año la licitación de la ampliación de la Autopista Norte y otros corredores viales que permiten el acceso a la ciudad. Además de esto, tras la pandemia, encuestan indican que el uso de vehículos particulares aumentó, lo que ha cambiado las dinámicas del transporte en esta zona.
Por esta razón, el Comité Corredor Norte, a la cual pertenecen Probogotá Región, la Universidad de la Sabana, la Asociación de Empresarios de la Sabana (Aesabana), y otras 38 entidades, empresas y ONG de Bogotá y la Sabana, emitieron una serie de recomendaciones para mejorar la movilidad en el norte de la ciudad, así como mitigar los efectos de las obras de infraestructura.
Estas se construyeron a través de mesas de discusión así como encuestas a habitantes y personas que se movilizan diariamente entre municipios de Cundinamarca y la capital del país. Así, por ejemplo, la encuesta, los participantes indicaron que las situaciones que mayor incidencia tienen en los problemas de movilidad son la falta de vías alternas (16 %), falta de autoridades o señalización (14 %) y accidentalidad en la vía (13 %).
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De esta manera, entre las recomendaciones del Comité están la modificación de los horarios de ingreso y salida de la jornada laboral para mitigar la congestión vehicular.
“La ejecución de intervenciones multiescalares y con diferentes plazos en el Corredor Norte es responsabilidad de todos: organizaciones ciudadanas, universidades, empresarios y las entidades públicas debemos asumir las acciones sobre la movilidad del corredor como algo propio y urgente. Todos los actores suman y todas las acciones cuentan”, indico María Carolina Castillo, presidente de ProBogotá.
Por otra parte, el Comité en los desafios de movilidad de la zona el desarrollo del Regiotram de Norte, cuyos avances sigue siendo pocos. Esta parte del proyecto, que será la segunda línea del Tren de Cercanías de la Sabana y que conectará al corazón de Bogotá con Chía, Cajicá y Zipaquirá, se encuentra aún en etapa de estudios de factibilidad, a pesar de que el contrato para este fin se adjudicó a finales de 2020.
Además de esto, las conclusiones de los estudios solicitaron acciones para la pavimentación de vias, el mantenimiento de la vegetación, la poda de árboles y la interconexión entre los municipios de la Sabana.
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