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Así, tan difícil de explicar el cómo una joven muere al caer de un bus de Transmilenio en movimiento después de un atraco, es la sensación de angustia e impotencia que vive la familia de la víctima de esta historia, Paula Valentina Torres, de 21 años, que busca a toda costa que este caso no quede en la impunidad. Por eso, hoy los parientes de la joven adelantan una cruzada para conseguir pruebas o testigos, que sirvan a su propósito.
A través de redes y de los medios, están haciendo un llamado a pasajeros de Transmilenio, vecinos de la zona donde ocurrieron los hechos y a la ciudadanía en general a reportar cualquier dato o indicio, que no solo permita establecer la identidad sino el paradero del sujeto involucrado en la muerte de la universitaria, registrada el pasado 28 de julio, en el norte de la ciudad.
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Su afán es que, a poco menos de dos semanas de su muerte, sienten que la investigación por el caso de Paula Valentina parece no ir por buen camino. Su padre, Edwin Torres, habló con El Espectador sobre la incertidumbre que ha generado la falta de pruebas y de avances en el proceso, y la angustia de saber que el ladrón que causó esta tragedia siga en libertad.
“Sabemos que mi hija se subió en el bus B11 en la estación Héroes, sobre las 3:20 de la tarde, del 27 de julio. Cerca de la estación Virrey se registró el hurto de su celular, en el bus. Más allá, no sabemos cómo cayó, si el ladrón la jaló o si ella se fue detrás. Necesitamos saber los detalles de lo que pasó ese día al interior del bus”, señaló el padre de Valentina.
Lo poco que han podido averiguar aumenta la indignación. La familia ha encontrado que, al parecer, el bus siguió su recorrido, con todo y puerta abierta, luego de que la joven cayó del articulado.
“Cómo es posible que a un conductor se le salen dos pasajeros y sigue su recorrido como si nada. Me cuentan que el bus paró en la estación de la calle 116 para cerrar la puerta y siguió. De hecho, el bus apenas fue identificado al siguiente día de la muerte de mi hija”, señala Torres.
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Otro detalle, que ha imposibilitado avances en este caso, es que dentro del bus no había cámaras. “Nos dicen que, por ser un bus viejo, no cuenta con cámaras. Estamos con las manos amarradas”, añade.
Aunque la Fiscalía ya está solicitando colaboración de Transmilenio, la familia optó por buscar pruebas por su cuenta. Por ello, solicita a las personas que viajaban en aquel B11, sobre las 3:20 de la tarde del jueves 27 de julio, que brinden cualquier información que pueda aclarar lo ocurrido. Para hacerlo puede comunicarse a esta línea, con absoluta reserva: 320 2096352.
Versiones de lo ocurrido
De acuerdo con lo que se conoció ese día, al parecer, una de las hipótesis que se manejan, es que Paula habría intentado perseguir al asaltante, y en un momento de confusión cayó del bus, que seguía en movimiento.
Paula Valentina fue hallada en el asfalto con un golpe en su cabeza, a la altura de la calle 92 con autopista Norte. Sus últimas horas, luchó en la Clínica del Country. Nada pudo hacerse, pues la mañana del 28 de julio, su familia recibió la fatal noticia.
Los sueños rotos de Paula Valentina y su familia
Paula Valentina Torres estaba a un semestre de graduarse como Terapeuta Física en la Universidad del Rosario. El día de su muerte se dirigía a su casa, pues estaba laborando en sus prácticas profesionales en el Policínico del Olaya.
“Hasta ahora arrancaba su vida. Cada vez más vemos más personas sufriendo esta catástrofe que es ver a un familiar morir por la inseguridad. Paula estaba a punto de ser una profesional exitosa, estaba a un semestre de lograrlo. Quería viajar, quería encontrar un novio, los sueños de una mujer de 21 años”, señaló a El Espectador, José Torres, tío de la joven.
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