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Como Javier Enrique Ramírez Gómez y Ángel Rolando Colina Lugo fueron identificados los dos sujetos que fueron capturados el pasado sábado, 12 de febrero, por ser presuntamente los asesinos de la periodista Natalia Castillo, quien era asesora de comunicaciones de la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en Colombia.
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Recordemos que la víctima fue asesinada en el barrio Galerías, en el nororiente de Bogotá, el 24 de diciembre del 2021, luego de que robaran sus pertenencias y en un intento de oposición uno de los delincuentes terminó atentando contra su vida con una arma traumática calibre 9 milímetros modificada.
Debido a esto los responsables tendrán que comparecer ante la justicia por los delitos de homicidio agravado, hurto calificado y porte ilegal de armas. Cargos que no fueron aceptados por los sospechosos que son de nacionalidad venezolana.
A las dos de la tarde de este lunes, 14 de febrero, se definirá en audiencia si los capturados tendrán medida intramural. Motivo por el cual la familia de Castillo hizo un llamado para que el peso de la justicia caiga sobre los culpables:
“Hemos recorrido en el último mes y medio un duro camino lleno de obstáculos que jamás imaginamos vivir. Ningún ser humano está preparado para enfrentarse a un duelo como estos. De manera sorpresiva nos arrebataron la vida de Natalia, nadie está preparado para despedir a un hijo”, expresó conmovida por el dolor María Emma Preciado, madre de la joven.
“Les agradecemos profundamente a la Policía, a la Fiscalía y a las personas que han adelantado la investigación. Sin su labor no se habría logrado la captura de estas personas que cobardemente y en un acto inhumano le causaron la muerte a nuestra hija”, dijo agregando que:
“Como víctimas solo queremos justicia, que las autoridades continúen con la investigación y logren detener y judicializar a todas las personas que hacen parte de esta banda de delincuentes que están relacionados con la muerte de mi hija”, afirmó.
Cabe mencionar que de acuerdo con Daniel Gómez Acuña, fiscal del caso, los procesados una vez tuvieron en su poder las tarjetas de Castillo ingresaron a sus cuentas bancarias e hicieron transferencias por un total de ocho millones quinientos mil pesos.
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