Feminicidio: el delito latente que no da tregua
Dos feminicidios a principio de año prendieron las alarmas sobre la violencia de género. En 2021 cerca de 1.500 mujeres fueron atendidas por riesgo de ser asesinadas. Hay respaldo del Distrito, pero los casos no disminuyen.
Los nombres de Kelly Dahiana Cortés Ramírez y María Elvira Alfonso Mendoza pasaron a la historia, pero no por sus habilidosas virtudes, sino porque fueron las primeras mujeres asesinadas en Bogotá por casos de feminicidio en 2022. Sus muertes fueron perpetradas con doce días de diferencia y casi que bajo las mismas circunstancias: los asesinos, luego de matarlas, se quitaron la vida.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Los nombres de Kelly Dahiana Cortés Ramírez y María Elvira Alfonso Mendoza pasaron a la historia, pero no por sus habilidosas virtudes, sino porque fueron las primeras mujeres asesinadas en Bogotá por casos de feminicidio en 2022. Sus muertes fueron perpetradas con doce días de diferencia y casi que bajo las mismas circunstancias: los asesinos, luego de matarlas, se quitaron la vida.
A Kelly (24 años), su pareja sentimental le propinó varias heridas con arma blanca, durante una discusión por celos, la mañana del pasado 20 de enero, en un apartamento del barrio Veracruz (Santa Fe). El feminicida, Yeison Andrés Quintero Agudelo, saltó del piso veinte del edificio en donde vivían y murió por trauma craneoencefálico.
María, de cincuenta años, estaba en su vivienda en el barrio Los Pórticos (Suba), la noche del 1° de febrero, cuando su esposo llegó y le disparó. Baudelio Rodríguez, como identificaron al asesino, se quitó la vida de un disparo, tras acabar con su esposa, con quien había compartido dos décadas.
LEA: Convocatoria para fortalecer las redes de mujeres en Bogotá
Según estadísticas del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de Bogotá (OMEG), que se construye a partir de los datos de la Policía y la Secretaría de Seguridad, en 2019 se registraron 97 feminicidios en la capital y en 2020 la cifra fue de 96, dígito que se repitió en 2021. Lo que resulta extraño es que, según la Fiscalía, solo 17 de los últimos 96 homicidios de mujeres fueron tipificados de feminicidios, por lo que se estaría frente a una contradicción institucional.
Además de no haber disminución en los hechos que terminan en crímenes, la violencia tampoco está controlada. En 2020 Medicina Legal valoró por riesgo de feminicidio a 1.482 mujeres y el año pasado hubo 1.597 valoraciones, siendo octubre, noviembre y diciembre los meses más activos.
Otra cifra que también preocupa es la de lesiones personales enmarcadas en la violencia de género. El 2019 cerró con 11.000 casos; el 2020 disminuyó a 7.540, mientras que en 2021 la cifra repuntó, llegando a 9.357 hechos. Expertos en el área aseguran que, si bien las muertes no vienen en aumento, hay otros indicadores que se pueden convertir en alertas tempranas y debe ser prioridad disminuirlos.
Le puede interesar: Envían a prisión a señalados de asesinar a Natalia Castillo
Es el caso de Laura Contreras, quien denunció en las últimas semanas que su expareja, un hombre de 37 años, la ha estado agrediendo física y psicológicamente tras terminar la relación. El hombre, además de asecharla, perseguirla y hasta romperle los vidrios de su casa en el sur de Bogotá, la ha amenazado de muerte vía WhatsApp. La Fiscalía anunció que ya se abrió investigación para determinar las medidas correspondientes.
Para algunos colectivos feministas, la violencia contra la mujer no solo se puede medir desde los feminicidios, sino que también hay que tener en cuenta cómo está la capital en todos los indicadores de violencia de género. Frente a esto, las cifras del OMEG revelan otra inquietud y es la estadística de los delitos sexuales. En 2019 se reportaron 5.269; en 2020 fueron 4.041, y el año pasado, 4.117.
Entre esos casos estaría el del presunto abuso sexual y laboral que sufrió Juana Pérez, dado a conocer a principio de este año. Los presuntos responsables serían dos administradores de una reconocida marca de ropa en Bogotá. Este hecho, que está en investigación, lo atendió la Secretaría de la Mujer y hasta ahora Juana ha tenido total asistencia, según contó a El Espectador.
La variación de estos indicadores de violencia de género, en los últimos tres años, podría obedecer al confinamiento o, por lo menos, así lo cree María José Ortiz, catedrática en género de la Universidad Cooperativa de Colombia, quien plantea que en el círculo familiar es donde se gesta y nace la violencia y también se puede prevenir, por lo que propone que “se debe establecer el hogar como espacio de cuidado para las mujeres”.
Según la Secretaría de la Mujer, el año pasado la Línea Púrpura Distrital atendió 24.972 llamadas, además de 30.161 conversaciones vía WhatsApp, de las cuales el 51 % fueron por violencia psicológica; el 24 %, por agresiones físicas; el 19 %, por temas económicos, y el 6 % debido a implicaciones sexuales. En relación con la atención de estos casos, se habla de 13.854 mujeres a quienes se les prestó apoyo psicosocial y asistencia jurídica. Mientras que otras 2.407 fueron trasladas y atendidas en la Casa de Todas, un espacio para el restablecimiento y garantía de derechos.
El Distrito también adelanta estrategias, más allá de la atención, orientación y escucha. Se trata del programa de Sistema de Cuidado, que en 2021 formó a 3.922 mujeres, entretanto otras 7.561 recibieron asistencia educativa en centros de inclusión digital. Esto, con el fin de brindarles protección, pero también oportunidades de integrarse a programas profesionales.
¿Cómo va el 2022?
Además de los dos feminicidios que se registraron entre el 1° de enero y el 1° de febrero, la Línea Púrpura del Distrito ha recibido 2.105 llamadas y 2.837 conversaciones por WhatsApp, siendo predominantes los casos de violencia psicológica y física.
La Secretaría de la Mujer también señala que, durante el primer mes del año, 1.053 mujeres fueron atendidas bajo la Estrategia de Justicia de Género, en donde se habla de asesorías, orientaciones, representaciones y apoyo psicosocial. De igual manera, la asistencia a mujeres, que han tenido que ser remitidas a hospitales y centros médicos, se ubica en los 1.043 casos.
Las cifras demuestran que efectivamente hay un importante trabajo de asistencia y respaldo de las autoridades, pero, dicen las mismas víctimas de violencia de género, que se deben contrarrestar los primeros focos de agresión y “dejar de normalizar que los humanos son violentos por naturaleza”.
“No es normal que en Colombia se tenga que pensar en políticas para ayudar a mujeres víctimas de maltrato. Lo normal es que no debería existir el maltrato. A pesar de que contamos con apoyo y sitios para acudir ante abusos y agresiones, ahora se debe trabajar en erradicar la violencia de género, tanto con mano dura para los responsables como con educación en colegios”, concluyó una de las asistentes a los programas del Distrito.