Fiscalía imputó feminicidio agravado al padrastro de Celeste Morales
El sujeto, identificado como Bryan David Ramírez, no aceptó cargos durante la audiencia de imputación. Afrontará el proceso penal en su contra detenido en un centro penitenciario.
En el transcurso de la mañana de este miércoles 3 de julio se llevó a cabo la audiencia de imputación de cargos contra Bryan David Ramírez, el padrastro de la menor de 3 años, asesinada el pasado 31 de mayo. Ramírez, que fue detenido el 1 de junio, es el principal sospechoso de arrebatar la vida de la pequeña Celeste Morales.
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Cabe resaltar que la captura de este individuo, se dio en el marco de un delito de pornografía infantil, luego de que la Policía encontrara en su celular material de este tipo. Sin embargo, al cabo de un mes, el ente investigador logró estructurar el sumario requerido para imputar a Ramírez por el asesinato de la niña.
Posterior a la captura, una Fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales de la Seccional Bogotá lo presentó ante un juez de control y le imputó los delitos de pornografía y actos sexuales con menor de 14 años, ambas conductas agravadas. Ramírez no aceptó los cargos, sin embargo, eso no impidió que el juez le diera medida de aseguramiento en un centro carcelario. “
Los hechos investigados ocurrieron en el barrio Brasil, de la localidad de Bosa, en Bogotá; y fue conocido luego de que la mamá, la tía y el padrastro de la niña la trasladaron sin vida al hospital de Kennedy”, añadió el ente investigador.
Así lo dio a conocer la Fiscalía durante la audiencia de imputación, en la cual, la fiscal encargada, se valió de testimonios y otro tipo de pruebas para fundamentar su acusación en contra del padrastro de la menor fallecida. En medio de la diligencia judicial, se pudo conocer que el presunto homicida de Celeste, la maltrataba a ella, a su mamá, y a sus otras dos hermanas (también menores de edad) de manera reiterativa.
De hecho, el día de la muerte de la menor, Ramírez habría golpeado a Celeste por el simple hecho de que la menor se encontraba llorando. Incluso, según rezan los testimonios compilados por la Fiscalía, el capturado tuvo presuntamente la intención de ocultar el hecho.
En vista de los fuertes golpes que le propinó a la menor, el padrastro de Celeste habría intimidado sus hermanas para que no contaran nada de lo ocurrido durante esa mañana. Incluso, las habría instado a mentir, pidiéndoles que, en caso de ser cuestionadas por la Policía, dijeran que Celeste se había caído por las escaleras.
“Entre usted y la menor existió una relación familiar y convivencia de aproximadamente más de nueve meses, esta relación se caracterizó por diferentes hechos de violencia física, verbal y psicológica que usted ejerce sobre la menor. Siendo usted el perpetrador de un ciclo de violencia familiar”, aseguró la fiscal durante la audiencia de imputación. Por consiguiente, el detenido fue imputado con el delito de feminicidio agravado.
No obstante, en medio de la audiencia, Bryan David Ramírez no aceptó los cargos, por lo cual se deberá efectuar el proceso acusatorio correspondiente para determinar su culpabilidad. En caso de ser hallado culpable, el padrastro de la menor enfrentaría una pena superior a los 40 años de prisión.
El infame crimen
La mañana del 31 de mayo, cuando se confirmó la muerte de la menor, las autoridades emitieron un reporte preliminar del ingreso de la niña al Hospital de Kennedy: “Celeste Morales presenta signos de trauma, ingresa sin signos vitales, evidenciando hematomas en la cara, tórax, abdomen y extremidades, fallece en el hospital Kennedy”. Más adelante, el documento reportó que durante las indagaciones realizadas al cuerpo de la niña, constata que “venía sufriendo desnutrición, y según lo manifestado por la abuela, la niña había sufrido un accidente días antes cayendo de las escaleras de la casa”. El reporte preliminar cierra con un frío, “sin más datos”.
Para la actual administración, lo que hubo detrás del caso y que desemboco en lo evitable, demuestra que, como sociedad, “le seguimos fallando a la niñez y a las mujeres”. Según señaló Roberto Angulo, secretario de Integración Social, “ella (Celeste) estuvo en nuestros jardines de integración social en Bosa entre el año 2022 y 2023. En 2024 no llegó”.
El funcionario explicó que para estos casos hay un protocolo en Colombia y en la capital, para en los que se procede a dar apertura a un proceso de “búsqueda activa”, concretamente, para menores entre los 0 y 3 años. “Se activó el protocolo que duró hasta mayo, mes en que se declaró como inasistente”, señaló el funcionario.
La cartera, sin embargo, afirma que no había evidenciado ningún indicio de que fuese víctima de algún tipo de maltrato. “No se vieron señales de violencias hasta entonces”, añadiendo que el protocolo de búsqueda fue activado únicamente para asegurar la asistencia de la niña al jardín, “no por una situación de violencia”.
Más allá de no lograr que la menor volviera a la institución, quedó el vacío de por qué la Secretaría no logró identificar que la menor habitaba en un contexto con algún patrón de violencia presente, siendo que, como dijo el mismo secretario, “el cuidado de menores entre los 0 y 5 años oscila entre el cuidado institucional y el cuidado parental. “Nosotros hacemos un trabajo pedagógico en el que llevamos a los niños. No basta con decir que los niños no se agreden dentro de los servicios del Distrito, sino asegurar que tampoco sucede fuera de estos. Es un punto muy importante que debemos reforzar”, añadió Angulo.
Saúl León asumió este lunes la representación de las víctimas en el caso que abrió la Fiscalía. Recogiendo el relato de la madre de la niña, señaló que pedirá al ente investigador que le impute tentativa de feminicidio a Bryan David Ramírez, padrastro de la niña, por otro hecho de agresión en la que, denuncia, casi es víctima de feminicidio.
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En el transcurso de la mañana de este miércoles 3 de julio se llevó a cabo la audiencia de imputación de cargos contra Bryan David Ramírez, el padrastro de la menor de 3 años, asesinada el pasado 31 de mayo. Ramírez, que fue detenido el 1 de junio, es el principal sospechoso de arrebatar la vida de la pequeña Celeste Morales.
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Cabe resaltar que la captura de este individuo, se dio en el marco de un delito de pornografía infantil, luego de que la Policía encontrara en su celular material de este tipo. Sin embargo, al cabo de un mes, el ente investigador logró estructurar el sumario requerido para imputar a Ramírez por el asesinato de la niña.
Posterior a la captura, una Fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales de la Seccional Bogotá lo presentó ante un juez de control y le imputó los delitos de pornografía y actos sexuales con menor de 14 años, ambas conductas agravadas. Ramírez no aceptó los cargos, sin embargo, eso no impidió que el juez le diera medida de aseguramiento en un centro carcelario. “
Los hechos investigados ocurrieron en el barrio Brasil, de la localidad de Bosa, en Bogotá; y fue conocido luego de que la mamá, la tía y el padrastro de la niña la trasladaron sin vida al hospital de Kennedy”, añadió el ente investigador.
Así lo dio a conocer la Fiscalía durante la audiencia de imputación, en la cual, la fiscal encargada, se valió de testimonios y otro tipo de pruebas para fundamentar su acusación en contra del padrastro de la menor fallecida. En medio de la diligencia judicial, se pudo conocer que el presunto homicida de Celeste, la maltrataba a ella, a su mamá, y a sus otras dos hermanas (también menores de edad) de manera reiterativa.
De hecho, el día de la muerte de la menor, Ramírez habría golpeado a Celeste por el simple hecho de que la menor se encontraba llorando. Incluso, según rezan los testimonios compilados por la Fiscalía, el capturado tuvo presuntamente la intención de ocultar el hecho.
En vista de los fuertes golpes que le propinó a la menor, el padrastro de Celeste habría intimidado sus hermanas para que no contaran nada de lo ocurrido durante esa mañana. Incluso, las habría instado a mentir, pidiéndoles que, en caso de ser cuestionadas por la Policía, dijeran que Celeste se había caído por las escaleras.
“Entre usted y la menor existió una relación familiar y convivencia de aproximadamente más de nueve meses, esta relación se caracterizó por diferentes hechos de violencia física, verbal y psicológica que usted ejerce sobre la menor. Siendo usted el perpetrador de un ciclo de violencia familiar”, aseguró la fiscal durante la audiencia de imputación. Por consiguiente, el detenido fue imputado con el delito de feminicidio agravado.
No obstante, en medio de la audiencia, Bryan David Ramírez no aceptó los cargos, por lo cual se deberá efectuar el proceso acusatorio correspondiente para determinar su culpabilidad. En caso de ser hallado culpable, el padrastro de la menor enfrentaría una pena superior a los 40 años de prisión.
El infame crimen
La mañana del 31 de mayo, cuando se confirmó la muerte de la menor, las autoridades emitieron un reporte preliminar del ingreso de la niña al Hospital de Kennedy: “Celeste Morales presenta signos de trauma, ingresa sin signos vitales, evidenciando hematomas en la cara, tórax, abdomen y extremidades, fallece en el hospital Kennedy”. Más adelante, el documento reportó que durante las indagaciones realizadas al cuerpo de la niña, constata que “venía sufriendo desnutrición, y según lo manifestado por la abuela, la niña había sufrido un accidente días antes cayendo de las escaleras de la casa”. El reporte preliminar cierra con un frío, “sin más datos”.
Para la actual administración, lo que hubo detrás del caso y que desemboco en lo evitable, demuestra que, como sociedad, “le seguimos fallando a la niñez y a las mujeres”. Según señaló Roberto Angulo, secretario de Integración Social, “ella (Celeste) estuvo en nuestros jardines de integración social en Bosa entre el año 2022 y 2023. En 2024 no llegó”.
El funcionario explicó que para estos casos hay un protocolo en Colombia y en la capital, para en los que se procede a dar apertura a un proceso de “búsqueda activa”, concretamente, para menores entre los 0 y 3 años. “Se activó el protocolo que duró hasta mayo, mes en que se declaró como inasistente”, señaló el funcionario.
La cartera, sin embargo, afirma que no había evidenciado ningún indicio de que fuese víctima de algún tipo de maltrato. “No se vieron señales de violencias hasta entonces”, añadiendo que el protocolo de búsqueda fue activado únicamente para asegurar la asistencia de la niña al jardín, “no por una situación de violencia”.
Más allá de no lograr que la menor volviera a la institución, quedó el vacío de por qué la Secretaría no logró identificar que la menor habitaba en un contexto con algún patrón de violencia presente, siendo que, como dijo el mismo secretario, “el cuidado de menores entre los 0 y 5 años oscila entre el cuidado institucional y el cuidado parental. “Nosotros hacemos un trabajo pedagógico en el que llevamos a los niños. No basta con decir que los niños no se agreden dentro de los servicios del Distrito, sino asegurar que tampoco sucede fuera de estos. Es un punto muy importante que debemos reforzar”, añadió Angulo.
Saúl León asumió este lunes la representación de las víctimas en el caso que abrió la Fiscalía. Recogiendo el relato de la madre de la niña, señaló que pedirá al ente investigador que le impute tentativa de feminicidio a Bryan David Ramírez, padrastro de la niña, por otro hecho de agresión en la que, denuncia, casi es víctima de feminicidio.
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