Fortalecer bases: la fórmula del Distrito para mejorar aprendizajes fundamentales
Repasamos las estrategias distritales enfocadas en fortalecer las competencias de lectoescritura y matemáticas, a partir de experiencias internacionales y diagnósticos propios, que revelan grandes falencias en estas habilidades.
Sandra Milena Hincapié es profesora del Distrito hace 23 años. Su larga experiencia como docente la ha adquirido, especialmente, en los primeros grados de la primaria. Desde el 2018 empezó a implementar en sus clases, en la sede B del colegio Villa Rica, de la localidad de Kennedy, el plan de fortalecimiento de lectura y escritura, enfocado en primero y segundo grado. “Quienes trabajamos en estos grados sabemos que las falencias en lectura, escritura y matemáticas son las más constantes”, dice y agrega: “Sin esos pilares, es difícil que el aprendizaje en otras áreas sea el adecuado. Por eso es importante crear estrategias enfocadas en que los más pequeños desarrollen estas competencias, porque son la llave que abre el mundo a otros conocimientos. Al final, es ese nuestro objetivo como maestros de primaria: cimentar las bases para los aprendizajes y la vida en general”, señala.
Para Sandra, que un estudiante lea y escriba apropiadamente y que fortalezca el pensamiento lógico que brindan las matemáticas, se traduce en una persona capaz de defender sus derechos y, sobre todo, de tener autonomía y conciencia de sus fortalezas para resolver los retos académicos y personales.
Óscar Jair Álvarez Cruz, docente de Matemáticas hace 18 años y quien labora en secundaria en el colegio Marsella de la localidad de Kennedy, comenta que la matemática es importante porque genera y desarrolla habilidades lógicas en los estudiantes, lo cual fortalece su pensamiento crítico. Para él, la matemática hace del ser humano una persona con competencias en muchas áreas del conocimiento, oficios y labores.
“Se espera que un estudiante cuando tenga que decidir cuál es su proyecto de vida, tenga claridad en muchos aspectos. La matemática aporta habilidades para adquirir esa claridad”. En sintonía con la experiencia de maestros como ellos, el Distrito busca fortalecer estos aprendizajes básicos desde los primeros años”, agrega el docente.
Aprendizajes fundamentales
La lectura, la escritura y las habilidades matemáticas son considerados aprendizajes fundamentales, pues a partir de su desarrollo se posibilitan y potencian otros aprendizajes. ¿Por qué es clave invertir en el fortalecimiento de los aprendizajes fundamentales? En el caso de la lectura, porque es la puerta a la universalidad del conocimiento, se lee para aprender. En el caso de las matemáticas, estas son la base del pensamiento lógico y abstracto, el cual permite a los estudiantes entender y resolver problemas en su vida cotidiana. Brindan una perspectiva para analizar y entender el mundo.
“Si no le enseñamos a un niño en la edad adecuada, estamos generando una brecha que después va a requerir mucho más esfuerzo y si no estamos alerta, el tiempo pasa y lo que resulta es que esa falencia le impedirá construir su aprendizaje en varias áreas del conocimiento”, explica Julia Rubiano, subsecretaria de Calidad y Pertinencia de la Secretaría de Educación.
Como ejemplo, Rubiano hace la analogía de un edificio. “Cuando se va a construir, se necesitan bases sólidas para sostener lo que viene después. A partir de ahí, se decide si tendrá terraza, jardines verticales o paneles solares, pero primero debemos asegurar la base. Esa es la idea: si se logra que los estudiantes tengan las competencias en lectura, escritura y matemáticas, a partir de ese momento se garantiza no solo un mejor desempeño, sino mayor confianza en sus capacidades, lo cual potencia sus aptitudes, eleva su autoestima y abre una ventana de oportunidades para construir su proyecto de vida”.
“La lectura les abre la puerta del mundo a nuestros niños. Puede que muchos no tengan la posibilidad de viajar, pero con un libro pueden hacerlo. Si logramos que en sus primeros años se aficione a la lectura, estamos potenciando su imaginación y facilitando que se apasione con lo que le interesa. Las nuevas tecnologías ayudan, pero este aprendizaje fundamental no puede dejarse de lado, no todo pueden ser videos y lecturas cómodas. Cerrar las brechas es garantizar derechos”, asegura Sandra.
Hay algo importante que proporcionan las matemáticas para la vida en general y es la posibilidad de recoger datos, analizarlos y tomar decisiones basadas en estos. Fortalecer las matemáticas desde los primeros grados permite a los estudiantes mejorar su capacidad para analizar, planificar y ejecutar soluciones, lo que repercute de forma positiva en su desempeño en otras áreas, como las ciencias y la tecnología. Además, durante el aprendizaje de las matemáticas se promueven habilidades básicas, como la concentración.
Hay una preocupación internacional creciente alrededor de los aprendizajes fundamentales. La pobreza de aprendizaje alude al porcentaje de niños de 10 años que no tienen la capacidad de lectura de un texto simple y según estimaciones del Banco Mundial, antes del período de pandemia, en América Latina, la pobreza de aprendizaje se estimaba en 52 %. Tras la contingencia, las proyecciones indican que estaríamos en un 79 %.
Según el informe ERCE de matemáticas 2019, en 6.° grado el 73,4 % de los estudiantes no alcanzó los niveles III y IV, los cuales incluyen habilidades como la resolución de problemas con varias operaciones, la identificación de fracciones equivalentes y el relacionar números decimales con fracciones. La incapacidad de los estudiantes para alcanzar estos niveles revela serias dificultades en el desarrollo de competencias matemáticas esenciales.
Como señala Catalina Duarte, especialista en educación de Unicef, “venimos haciendo un llamado muy fuerte a la comunidad educativa y a la sociedad en general, porque después de la pandemia se hizo aún más evidente una crisis de aprendizaje que deja entrever niveles muy bajos de lectoescritura y matemáticas a nivel global, que evidentemente escala a nivel nacional”.
La apuesta del Distrito
Como ha señalado la secretaria de Educación, Isabel Segovia Ospina, “en la administración distrital estamos comprometidos con ofrecer una educación que responda a las necesidades y expectativas de los niños y jóvenes en Bogotá. Por eso creamos un ambicioso plan de trabajo por la calidad educativa, que incluye como componente esencial el desarrollo de aprendizajes claves en la educación básica y media”.
En Colombia, el mecanismo para medir el desempeño de los estudiantes de forma censal son las pruebas Saber. En el caso de Bogotá, los resultados recientes señalan que en competencias matemáticas hay un 57 % de estudiantes que se ubican en los niveles satisfactorio y avanzado de la prueba. Lo que se busca con el actual Plan de Desarrollo es que ese porcentaje sea, al menos, del 70 %. En cuanto a lectura crítica, el 67 % de estudiantes están en los niveles mencionados. La idea es que esta cifra sea al menos del 80 %.
Para mejorar estos aprendizajes el Distrito está fortaleciendo estrategias previamente utilizadas y trazando nuevos caminos. Hay dos ejes fundamentales que guían las intervenciones: uno es lograr que los estudiantes aprendan en la edad adecuada y el otro es trabajar por la recuperación de aprendizajes. El eje inicial se centra en la básica primaria, mientras el segundo se orienta a la secundaria y a la educación media. Vale la pena destacar que trabajar por los aprendizajes fundamentales es una apuesta por la equidad, por cerrar las brechas en los colegios de los colegios distritales.
El Plan de fortalecimiento de lectura y escritura se sigue implementando y para 2025, de acuerdo con la secretaria de Educación, “vamos a asegurar que desde el inicio del año más de 80.000 estudiantes tengan el material para desarrollar sus aprendizajes tempranos de lectura. Concretamente, continuaremos trabajando en la implementación del programa ‘Aprendamos todos a leer’, que también tiene un elemento importante de formación docente”.
“La idea es que, desde los primeros grados, los niños adquieran las bases de los aprendizajes fundamentales. Nuestro pilar es despertar la conciencia fonológica, que pretende enseñar a leer y escribir en el tiempo correcto. Esto está basado en investigaciones neurocientíficas que señalan que la plasticidad del cerebro antes de los ocho años permite que el aprendizaje de la lectura y las matemáticas se realice de forma más eficiente”, informa la profesora Sandra Hincapié, del colegio Villa Rica.
Por otro lado, a partir de este año, se empezó a implementar la estrategia de nivelación “Enseñar en el nivel ssdecuado” (en inglés Teaching at the Right Level), una metodología creada por la ONG india Pratham que se centra en adaptar la enseñanza al nivel real de aprendizaje en el que está cada estudiante, en vez de seguir los contenidos, según el grado escolar o la edad del estudiante. Su implementación comienza con una prueba para los estudiantes de tercero, cuarto y quinto grado. Conocidos los resultados, los niños se agrupan según su nivel de competencia, no por su edad o grado. “Un estudiante puede estar en cuarto grado y tener habilidades matemáticas de segundo o tercero. La idea es nivelar con intervenciones puntuales para ir cerrando brechas”, acota la subsecretaria Rubiano. Hay 15 sedes educativas en donde ya funciona la estrategia que beneficia a 3.241 estudiantes. La evaluación inicial arrojó que el 56,9 % de los estudiantes está rezagado en lectura y el 83,6 % en matemáticas.
Ahora, para identificar las falencias y tomar decisiones, es fundamental tener información. Por esta razón el Distrito viene implementando en primer grado la prueba EGRA (Early Grade Reading Assessment) desde 2023. Gracias a esta se identificó que el 48 % de estudiantes de primer grado necesitaba algún tipo de apoyo en cuanto a lectura para poder pasar a segundo grado. En matemáticas, por primera vez, se está aplicando la prueba EGMA (Early Grade Mathematics Assessment), que entregará resultados a final del año.
Las intervenciones descritas ocurren en básica primaria, pero ¿qué pasa si un estudiante de secundaria o media presenta falencias? “Este año, trabajamos directamente con los estudiantes. Hemos implementado tutorías de carácter personalizado con estudiantes desde grado octavo y en las vacaciones de mitad de año hicimos unos campamentos a los que asistieron 1.200 estudiantes de grado once. Allí se les presentaron diferentes estrategias de aprendizaje relacionadas con retos y juegos para fortalecer sus habilidades en lectura y matemáticas. En esta experiencia medimos la entrada y la salida, y tuvimos resultados positivos”, cuentaRubiano.
En síntesis, la apuesta de Bogotá para mejorar la calidad de la educación se enfoca en aprendizajes fundamentales y busca incorporar metodologías que cuenten con evidencia de su funcionamiento y se apliquen con la ecuación de materiales, acompañamiento permanente, formación docente y evaluación constante.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Sandra Milena Hincapié es profesora del Distrito hace 23 años. Su larga experiencia como docente la ha adquirido, especialmente, en los primeros grados de la primaria. Desde el 2018 empezó a implementar en sus clases, en la sede B del colegio Villa Rica, de la localidad de Kennedy, el plan de fortalecimiento de lectura y escritura, enfocado en primero y segundo grado. “Quienes trabajamos en estos grados sabemos que las falencias en lectura, escritura y matemáticas son las más constantes”, dice y agrega: “Sin esos pilares, es difícil que el aprendizaje en otras áreas sea el adecuado. Por eso es importante crear estrategias enfocadas en que los más pequeños desarrollen estas competencias, porque son la llave que abre el mundo a otros conocimientos. Al final, es ese nuestro objetivo como maestros de primaria: cimentar las bases para los aprendizajes y la vida en general”, señala.
Para Sandra, que un estudiante lea y escriba apropiadamente y que fortalezca el pensamiento lógico que brindan las matemáticas, se traduce en una persona capaz de defender sus derechos y, sobre todo, de tener autonomía y conciencia de sus fortalezas para resolver los retos académicos y personales.
Óscar Jair Álvarez Cruz, docente de Matemáticas hace 18 años y quien labora en secundaria en el colegio Marsella de la localidad de Kennedy, comenta que la matemática es importante porque genera y desarrolla habilidades lógicas en los estudiantes, lo cual fortalece su pensamiento crítico. Para él, la matemática hace del ser humano una persona con competencias en muchas áreas del conocimiento, oficios y labores.
“Se espera que un estudiante cuando tenga que decidir cuál es su proyecto de vida, tenga claridad en muchos aspectos. La matemática aporta habilidades para adquirir esa claridad”. En sintonía con la experiencia de maestros como ellos, el Distrito busca fortalecer estos aprendizajes básicos desde los primeros años”, agrega el docente.
Aprendizajes fundamentales
La lectura, la escritura y las habilidades matemáticas son considerados aprendizajes fundamentales, pues a partir de su desarrollo se posibilitan y potencian otros aprendizajes. ¿Por qué es clave invertir en el fortalecimiento de los aprendizajes fundamentales? En el caso de la lectura, porque es la puerta a la universalidad del conocimiento, se lee para aprender. En el caso de las matemáticas, estas son la base del pensamiento lógico y abstracto, el cual permite a los estudiantes entender y resolver problemas en su vida cotidiana. Brindan una perspectiva para analizar y entender el mundo.
“Si no le enseñamos a un niño en la edad adecuada, estamos generando una brecha que después va a requerir mucho más esfuerzo y si no estamos alerta, el tiempo pasa y lo que resulta es que esa falencia le impedirá construir su aprendizaje en varias áreas del conocimiento”, explica Julia Rubiano, subsecretaria de Calidad y Pertinencia de la Secretaría de Educación.
Como ejemplo, Rubiano hace la analogía de un edificio. “Cuando se va a construir, se necesitan bases sólidas para sostener lo que viene después. A partir de ahí, se decide si tendrá terraza, jardines verticales o paneles solares, pero primero debemos asegurar la base. Esa es la idea: si se logra que los estudiantes tengan las competencias en lectura, escritura y matemáticas, a partir de ese momento se garantiza no solo un mejor desempeño, sino mayor confianza en sus capacidades, lo cual potencia sus aptitudes, eleva su autoestima y abre una ventana de oportunidades para construir su proyecto de vida”.
“La lectura les abre la puerta del mundo a nuestros niños. Puede que muchos no tengan la posibilidad de viajar, pero con un libro pueden hacerlo. Si logramos que en sus primeros años se aficione a la lectura, estamos potenciando su imaginación y facilitando que se apasione con lo que le interesa. Las nuevas tecnologías ayudan, pero este aprendizaje fundamental no puede dejarse de lado, no todo pueden ser videos y lecturas cómodas. Cerrar las brechas es garantizar derechos”, asegura Sandra.
Hay algo importante que proporcionan las matemáticas para la vida en general y es la posibilidad de recoger datos, analizarlos y tomar decisiones basadas en estos. Fortalecer las matemáticas desde los primeros grados permite a los estudiantes mejorar su capacidad para analizar, planificar y ejecutar soluciones, lo que repercute de forma positiva en su desempeño en otras áreas, como las ciencias y la tecnología. Además, durante el aprendizaje de las matemáticas se promueven habilidades básicas, como la concentración.
Hay una preocupación internacional creciente alrededor de los aprendizajes fundamentales. La pobreza de aprendizaje alude al porcentaje de niños de 10 años que no tienen la capacidad de lectura de un texto simple y según estimaciones del Banco Mundial, antes del período de pandemia, en América Latina, la pobreza de aprendizaje se estimaba en 52 %. Tras la contingencia, las proyecciones indican que estaríamos en un 79 %.
Según el informe ERCE de matemáticas 2019, en 6.° grado el 73,4 % de los estudiantes no alcanzó los niveles III y IV, los cuales incluyen habilidades como la resolución de problemas con varias operaciones, la identificación de fracciones equivalentes y el relacionar números decimales con fracciones. La incapacidad de los estudiantes para alcanzar estos niveles revela serias dificultades en el desarrollo de competencias matemáticas esenciales.
Como señala Catalina Duarte, especialista en educación de Unicef, “venimos haciendo un llamado muy fuerte a la comunidad educativa y a la sociedad en general, porque después de la pandemia se hizo aún más evidente una crisis de aprendizaje que deja entrever niveles muy bajos de lectoescritura y matemáticas a nivel global, que evidentemente escala a nivel nacional”.
La apuesta del Distrito
Como ha señalado la secretaria de Educación, Isabel Segovia Ospina, “en la administración distrital estamos comprometidos con ofrecer una educación que responda a las necesidades y expectativas de los niños y jóvenes en Bogotá. Por eso creamos un ambicioso plan de trabajo por la calidad educativa, que incluye como componente esencial el desarrollo de aprendizajes claves en la educación básica y media”.
En Colombia, el mecanismo para medir el desempeño de los estudiantes de forma censal son las pruebas Saber. En el caso de Bogotá, los resultados recientes señalan que en competencias matemáticas hay un 57 % de estudiantes que se ubican en los niveles satisfactorio y avanzado de la prueba. Lo que se busca con el actual Plan de Desarrollo es que ese porcentaje sea, al menos, del 70 %. En cuanto a lectura crítica, el 67 % de estudiantes están en los niveles mencionados. La idea es que esta cifra sea al menos del 80 %.
Para mejorar estos aprendizajes el Distrito está fortaleciendo estrategias previamente utilizadas y trazando nuevos caminos. Hay dos ejes fundamentales que guían las intervenciones: uno es lograr que los estudiantes aprendan en la edad adecuada y el otro es trabajar por la recuperación de aprendizajes. El eje inicial se centra en la básica primaria, mientras el segundo se orienta a la secundaria y a la educación media. Vale la pena destacar que trabajar por los aprendizajes fundamentales es una apuesta por la equidad, por cerrar las brechas en los colegios de los colegios distritales.
El Plan de fortalecimiento de lectura y escritura se sigue implementando y para 2025, de acuerdo con la secretaria de Educación, “vamos a asegurar que desde el inicio del año más de 80.000 estudiantes tengan el material para desarrollar sus aprendizajes tempranos de lectura. Concretamente, continuaremos trabajando en la implementación del programa ‘Aprendamos todos a leer’, que también tiene un elemento importante de formación docente”.
“La idea es que, desde los primeros grados, los niños adquieran las bases de los aprendizajes fundamentales. Nuestro pilar es despertar la conciencia fonológica, que pretende enseñar a leer y escribir en el tiempo correcto. Esto está basado en investigaciones neurocientíficas que señalan que la plasticidad del cerebro antes de los ocho años permite que el aprendizaje de la lectura y las matemáticas se realice de forma más eficiente”, informa la profesora Sandra Hincapié, del colegio Villa Rica.
Por otro lado, a partir de este año, se empezó a implementar la estrategia de nivelación “Enseñar en el nivel ssdecuado” (en inglés Teaching at the Right Level), una metodología creada por la ONG india Pratham que se centra en adaptar la enseñanza al nivel real de aprendizaje en el que está cada estudiante, en vez de seguir los contenidos, según el grado escolar o la edad del estudiante. Su implementación comienza con una prueba para los estudiantes de tercero, cuarto y quinto grado. Conocidos los resultados, los niños se agrupan según su nivel de competencia, no por su edad o grado. “Un estudiante puede estar en cuarto grado y tener habilidades matemáticas de segundo o tercero. La idea es nivelar con intervenciones puntuales para ir cerrando brechas”, acota la subsecretaria Rubiano. Hay 15 sedes educativas en donde ya funciona la estrategia que beneficia a 3.241 estudiantes. La evaluación inicial arrojó que el 56,9 % de los estudiantes está rezagado en lectura y el 83,6 % en matemáticas.
Ahora, para identificar las falencias y tomar decisiones, es fundamental tener información. Por esta razón el Distrito viene implementando en primer grado la prueba EGRA (Early Grade Reading Assessment) desde 2023. Gracias a esta se identificó que el 48 % de estudiantes de primer grado necesitaba algún tipo de apoyo en cuanto a lectura para poder pasar a segundo grado. En matemáticas, por primera vez, se está aplicando la prueba EGMA (Early Grade Mathematics Assessment), que entregará resultados a final del año.
Las intervenciones descritas ocurren en básica primaria, pero ¿qué pasa si un estudiante de secundaria o media presenta falencias? “Este año, trabajamos directamente con los estudiantes. Hemos implementado tutorías de carácter personalizado con estudiantes desde grado octavo y en las vacaciones de mitad de año hicimos unos campamentos a los que asistieron 1.200 estudiantes de grado once. Allí se les presentaron diferentes estrategias de aprendizaje relacionadas con retos y juegos para fortalecer sus habilidades en lectura y matemáticas. En esta experiencia medimos la entrada y la salida, y tuvimos resultados positivos”, cuentaRubiano.
En síntesis, la apuesta de Bogotá para mejorar la calidad de la educación se enfoca en aprendizajes fundamentales y busca incorporar metodologías que cuenten con evidencia de su funcionamiento y se apliquen con la ecuación de materiales, acompañamiento permanente, formación docente y evaluación constante.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.