Galán dice que inundación en la Autonorte era inevitable y se debe avanzar en obra
El primer mandatario de Bogotá defendió las obras de ampliación de la Autopista Norte y Carrera Séptima, señalando que allí está la solución de fondo, respetando los humedales.
Siguen los trabajos a la altura de la Autopista Norte especialmente entre la calle 191 y 245, costado occidental, que resultó más afectado producto de las inundaciones y el colapso de los humedales Torca y Guaymaral. Hasta el momento, los vehículos están siendo desviados por la carrera séptima y en un reversible en el costado oriental, para así garantizar la movilidad.
El desastre generó graves preocupaciones entre las personas que quedaron atrapadas y cientos de niños en rutas escolares que poco a poco fueron evacuados por los organismos de socorro.
Esta inundación, en medio de la segunda temporada de lluvias en la ciudad, puso en reflejo la discusión de grandes obras y su relación con el medioambiente. Según el alcalde, Carlos Fernando Galán, esta situación era inevitable, a pesar de los trabajos de mantenimientos de canales que han realizado Aguas de Bogotá.
A esto, se le suma que la Autopista Norte “está construida encima del humedal Guaymaral”. Por ello, aseveró, se necesita “avanzar en la solución de fondo y es la obra” de la ampliación de la Autopista Norte y Carrera Séptima. “¿Cómo se resuelve? El proyecto Acceso Norte 2 eleva la Autopista en algunos puntos de cerca de 50 cuadras para que haya conexión hídrica entre oriente y occidente, para que los humedales tengan donde pasar de un lado a otro. Y eso está contemplado”, manifestó en entrevista a Caracol Radio.
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Sobre esto, coincide la ministra de Ambiente, Susana Muhamad. No obstante, resaltó la necesidad de que la concesión modele en su real dimensión los flujos de agua. “La ampliación de la Autopista debe elevarla para reconectar de verdad el humedal Torca y Guaymaral”, indicó a través de su cuenta de X.
Y es que precisamente, el alcalde Galán pidió a la ANLA dar luz verde a la licencia ambiental “para que pueda iniciar el proceso que puede tardar al menos cuatro años en construirse. Ya resolvimos los conceptos como Distrito. Lo que está contemplado en el proyecto se resuelve la problemática de conexión hídrica y del humedal. Estoy listo a sentarme con el gobierno a revisar el proyecto”, instó Galán al citado medio radial.
¿Por qué la licencia ambiental fue archivada?
En medio de la coyuntura por estas inundaciones, ha suscitado un debate en torno a la necesidad de descongestionar la movilidad en este punto de la ciudad y la protección del medioambiente, como lo son los humedales de Torca y Guaymaral.
Lea más: Así están Bogotá y región tras inundaciones: vías cerradas y colegios sin clase
Respecto a esto, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), recordó este jueves la decisión tomada el pasado 3 de enero, de archivar la solicitud de licencia ambiental por parte de la concesión, “por información insuficiente contenida en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), la cual era fundamental para la toma de la decisión”, resaltando que como está establecido el proyecto es susceptible a inundaciones.
“Las obras presentadas por la concesionaria deben garantizar no solo la conectividad hidráulica entre ambos humedales, sino que se favorezca la conservación de los hábitats y los procesos ecológicos allí presentes. Sin embargo, la concesionaria no desarrolló los estudios hidráulicos requeridos”, aseguraron.
Asimismo, indicaron que incluso solicitaron concepto técnico a otras entidades sobre el proyecto; entre ellas, la Secretaría Distrital de Planeación, que conceptuó: “los perfiles viales presentados no cumplen con las tipologías urbanísticas establecidas en el actual y anterior Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, en lo concerniente a franjas funcionales”.
Mientras que el IDU y el Fideicomiso Lagos de Torca incluyeron observaciones y sugerencias frente al manejo del espacio público, la infraestructura vial requerida en términos de movilidad incluida en el Plan de Ordenamiento Zonal del Norte para el sector de la Autopista, los posibles problemas de inundación y las condiciones de diseño de las obras para los cruces de cuerpos de agua.
“Los sistemas constructivos del proyecto vial no responden a los requerimientos de protección de la red matriz Tibitoc – Casablanca según el concepto de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá”, añadió la ANLA.
A pesar de la decisión ratificada en el mes de mayo, la entidad recalcó que la concesionaria puede radicar una nueva solicitud de licencia ambiental para el proyecto en mención, cuando se complementen y se ajusten los estudios objeto de requerimiento,”que garanticen la conectividad de los humedales Torca y Guaymaral y se proteja la Estructura Ecológica Principal del Distrito Capital. En lo anterior, la nueva administración distrital tiene un papel preponderante y por lo tanto, esperamos que esto sea una oportunidad para fortalecer el Estudio de Impacto Ambiental y así no solo garantizar la conservación de los ecosistemas estratégicos de la ciudad, sino abordar con responsabilidad los retos en términos de movilidad”, sentenciaron.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Siguen los trabajos a la altura de la Autopista Norte especialmente entre la calle 191 y 245, costado occidental, que resultó más afectado producto de las inundaciones y el colapso de los humedales Torca y Guaymaral. Hasta el momento, los vehículos están siendo desviados por la carrera séptima y en un reversible en el costado oriental, para así garantizar la movilidad.
El desastre generó graves preocupaciones entre las personas que quedaron atrapadas y cientos de niños en rutas escolares que poco a poco fueron evacuados por los organismos de socorro.
Esta inundación, en medio de la segunda temporada de lluvias en la ciudad, puso en reflejo la discusión de grandes obras y su relación con el medioambiente. Según el alcalde, Carlos Fernando Galán, esta situación era inevitable, a pesar de los trabajos de mantenimientos de canales que han realizado Aguas de Bogotá.
A esto, se le suma que la Autopista Norte “está construida encima del humedal Guaymaral”. Por ello, aseveró, se necesita “avanzar en la solución de fondo y es la obra” de la ampliación de la Autopista Norte y Carrera Séptima. “¿Cómo se resuelve? El proyecto Acceso Norte 2 eleva la Autopista en algunos puntos de cerca de 50 cuadras para que haya conexión hídrica entre oriente y occidente, para que los humedales tengan donde pasar de un lado a otro. Y eso está contemplado”, manifestó en entrevista a Caracol Radio.
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Sobre esto, coincide la ministra de Ambiente, Susana Muhamad. No obstante, resaltó la necesidad de que la concesión modele en su real dimensión los flujos de agua. “La ampliación de la Autopista debe elevarla para reconectar de verdad el humedal Torca y Guaymaral”, indicó a través de su cuenta de X.
Y es que precisamente, el alcalde Galán pidió a la ANLA dar luz verde a la licencia ambiental “para que pueda iniciar el proceso que puede tardar al menos cuatro años en construirse. Ya resolvimos los conceptos como Distrito. Lo que está contemplado en el proyecto se resuelve la problemática de conexión hídrica y del humedal. Estoy listo a sentarme con el gobierno a revisar el proyecto”, instó Galán al citado medio radial.
¿Por qué la licencia ambiental fue archivada?
En medio de la coyuntura por estas inundaciones, ha suscitado un debate en torno a la necesidad de descongestionar la movilidad en este punto de la ciudad y la protección del medioambiente, como lo son los humedales de Torca y Guaymaral.
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Respecto a esto, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), recordó este jueves la decisión tomada el pasado 3 de enero, de archivar la solicitud de licencia ambiental por parte de la concesión, “por información insuficiente contenida en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), la cual era fundamental para la toma de la decisión”, resaltando que como está establecido el proyecto es susceptible a inundaciones.
“Las obras presentadas por la concesionaria deben garantizar no solo la conectividad hidráulica entre ambos humedales, sino que se favorezca la conservación de los hábitats y los procesos ecológicos allí presentes. Sin embargo, la concesionaria no desarrolló los estudios hidráulicos requeridos”, aseguraron.
Asimismo, indicaron que incluso solicitaron concepto técnico a otras entidades sobre el proyecto; entre ellas, la Secretaría Distrital de Planeación, que conceptuó: “los perfiles viales presentados no cumplen con las tipologías urbanísticas establecidas en el actual y anterior Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, en lo concerniente a franjas funcionales”.
Mientras que el IDU y el Fideicomiso Lagos de Torca incluyeron observaciones y sugerencias frente al manejo del espacio público, la infraestructura vial requerida en términos de movilidad incluida en el Plan de Ordenamiento Zonal del Norte para el sector de la Autopista, los posibles problemas de inundación y las condiciones de diseño de las obras para los cruces de cuerpos de agua.
“Los sistemas constructivos del proyecto vial no responden a los requerimientos de protección de la red matriz Tibitoc – Casablanca según el concepto de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá”, añadió la ANLA.
A pesar de la decisión ratificada en el mes de mayo, la entidad recalcó que la concesionaria puede radicar una nueva solicitud de licencia ambiental para el proyecto en mención, cuando se complementen y se ajusten los estudios objeto de requerimiento,”que garanticen la conectividad de los humedales Torca y Guaymaral y se proteja la Estructura Ecológica Principal del Distrito Capital. En lo anterior, la nueva administración distrital tiene un papel preponderante y por lo tanto, esperamos que esto sea una oportunidad para fortalecer el Estudio de Impacto Ambiental y así no solo garantizar la conservación de los ecosistemas estratégicos de la ciudad, sino abordar con responsabilidad los retos en términos de movilidad”, sentenciaron.
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