“Galán, recapacite”: Nación insiste en la bondad de un tramo subterráneo del metro
El presidente Gustavo Petro, en compañía del ministro de transporte, presentó fragmentos del estudio de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) para respaldar que su idea de un tramo subterráneo es mejor para la ciudad. Dice que todo está dado, solo falta un sí de alcalde Galán.
El presidente Gustavo Petro y el ministro de Transporte, William Camargo, hicieron un nuevo envión para posicionar su idea de modificar la primera línea del metro elevado y hacer un tramo subterráneo, que recorra el corredor oriental, puntualmente por la carrera 13 o la avenida Caracas. A través de una transmisión, no solo presentaron cifras sobre los beneficios para la ciudad, sino que dijeron que asumían los riesgos financieros y que todo ya estaría listo para dar el paso, incluso la voluntad del consorcio chino, que adelanta la obra. Solo faltaría el sí del alcalde Carlos Fernando Galán.
Así lo hizo saber en transmisión, que duró casi una hora, en la que el ministro presentó algunos apartes y conclusiones del estudio que contrató la ANI con la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), entre ellas, un cuadro comparativo de cuatro trazados y los costos-beneficios para la ciudad. Si bien, modificar el proyecto actual implica aplazar cuatro años (hasta 2032) la operación que la primera línea del metro, tanto Petro como el ministro Camargo, dicen que, a largo plazo, los beneficios para la capital serían mejores.
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El ministro Camargo explicó detalladamente la metodología con la que se evaluaron cuatro trazados: todo subterráneo, todo elevado y dos propuestas mixtas que van elevadas hasta la estación Antonio Nariño, pero a partir de allí subterráneo por la carrera 13 o por la avenida Caracas.
Según el análisis, entre las diferencias señaladas se encuentra que el elevado representa un supuesto menor ahorro de tiempo, mayor impacto urbanístico y mayor probabilidad de siniestros, entre otros aspectos. MIentras que, todos esos aspectos, se mejoraría en caso de modificar el contrato, para sacar adelante alguno de los dos tramos subterráneos. Incluso, se tendrían dos estaciones de metro más.
¿Qué mencionó el presidente sobre el proyecto Metro?
Por su parte, el presidente Petro volvió a cuestionar el metro elevado, calificando las decisiones que tomó el exalcalde Enrique Peñalosa como medidas “politizadas”, en detrimento de una propuesta que era la mejor opción.
“La situación en la que estamos en este momento con el alcalde Galán, es que él tiene su idea. Nosotros simplemente queremos presentarle a los bogotanos la realidad con este estudio, para salir del discurso político de que el metro elevado es más barato y más rápido, lo cual es una mentira que le dijeron a la la ciudadanía e ir a las realidades de los números”, precisó. Pese al avance del metro elevado, que según el alcalde va en 30%. Petro indicó que eso solo representa el patio taller, por lo que aún hay tiempo para modificar el proyecto.
Petro complementó diciendo que el trasbordo de una primera línea de metro elevada y su conexión con la segunda línea de metro subterránea los bogotanos perderían hasta media hora, lo que le restaría valor al proyecto, mientras que la opción subterránea llevaría a que el sistema cumpliera su objetivo: que los usuarios ahorraran tiempo de viaje. “Si sale lo mismo que ir en bus, el metro para qué”.
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“Le entregamos esta propuesta ahora con los números. El alcalde podría decir no y decidir mantener el prejuicio, de que hacer un subterráneo es hacer petrismo, porque no es más que un perjuicio. Subterranizar es de ciudades moderas. No es por lujo, sino porque es lo mejor para la ciudad. Le volveremos a presentar una tesis de subterranizar, que mejora sustancialmente la movilidad”.
Todo esto llevó al primer mandatario a pedirle al Distrito, en cabeza del alcalde Carlos Fernando Galán, que recapacite y analice los datos, para tomar la mejor decisión para Bogotá. Según Petro, el gobierno nacional asumiría los riesgos que hoy están en cabeza del Distrito.
Incluso, mencionó que, en la reunión con el presidente de China, Xi JinPin, quedó definido que, si Distrito y Nación se ponían de acuerdo, estarían dispuestos en hacer las modificaciones sin peleas jurídicas. Que se plegan a cualquier decisión que tomemos. “Por ellos no hay obstáculo y podríamos mirar qué hay que hacer para que despegue el proyecto. Espero que la alcaldía haga un análisis no político sino del costo beneficio para la ciudad, para que podamos llegar a un acuerdo”, concluyó el presidente.
Se espera que el ministro de Transporte se reúna este jueves con el alcalde de Bogotá, para presentar en detalle los resultados del estudio, para intentar, una vez más, convencerlo de dar el paso al subterráneo.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
El presidente Gustavo Petro y el ministro de Transporte, William Camargo, hicieron un nuevo envión para posicionar su idea de modificar la primera línea del metro elevado y hacer un tramo subterráneo, que recorra el corredor oriental, puntualmente por la carrera 13 o la avenida Caracas. A través de una transmisión, no solo presentaron cifras sobre los beneficios para la ciudad, sino que dijeron que asumían los riesgos financieros y que todo ya estaría listo para dar el paso, incluso la voluntad del consorcio chino, que adelanta la obra. Solo faltaría el sí del alcalde Carlos Fernando Galán.
Así lo hizo saber en transmisión, que duró casi una hora, en la que el ministro presentó algunos apartes y conclusiones del estudio que contrató la ANI con la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), entre ellas, un cuadro comparativo de cuatro trazados y los costos-beneficios para la ciudad. Si bien, modificar el proyecto actual implica aplazar cuatro años (hasta 2032) la operación que la primera línea del metro, tanto Petro como el ministro Camargo, dicen que, a largo plazo, los beneficios para la capital serían mejores.
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El ministro Camargo explicó detalladamente la metodología con la que se evaluaron cuatro trazados: todo subterráneo, todo elevado y dos propuestas mixtas que van elevadas hasta la estación Antonio Nariño, pero a partir de allí subterráneo por la carrera 13 o por la avenida Caracas.
Según el análisis, entre las diferencias señaladas se encuentra que el elevado representa un supuesto menor ahorro de tiempo, mayor impacto urbanístico y mayor probabilidad de siniestros, entre otros aspectos. MIentras que, todos esos aspectos, se mejoraría en caso de modificar el contrato, para sacar adelante alguno de los dos tramos subterráneos. Incluso, se tendrían dos estaciones de metro más.
¿Qué mencionó el presidente sobre el proyecto Metro?
Por su parte, el presidente Petro volvió a cuestionar el metro elevado, calificando las decisiones que tomó el exalcalde Enrique Peñalosa como medidas “politizadas”, en detrimento de una propuesta que era la mejor opción.
“La situación en la que estamos en este momento con el alcalde Galán, es que él tiene su idea. Nosotros simplemente queremos presentarle a los bogotanos la realidad con este estudio, para salir del discurso político de que el metro elevado es más barato y más rápido, lo cual es una mentira que le dijeron a la la ciudadanía e ir a las realidades de los números”, precisó. Pese al avance del metro elevado, que según el alcalde va en 30%. Petro indicó que eso solo representa el patio taller, por lo que aún hay tiempo para modificar el proyecto.
Petro complementó diciendo que el trasbordo de una primera línea de metro elevada y su conexión con la segunda línea de metro subterránea los bogotanos perderían hasta media hora, lo que le restaría valor al proyecto, mientras que la opción subterránea llevaría a que el sistema cumpliera su objetivo: que los usuarios ahorraran tiempo de viaje. “Si sale lo mismo que ir en bus, el metro para qué”.
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“Le entregamos esta propuesta ahora con los números. El alcalde podría decir no y decidir mantener el prejuicio, de que hacer un subterráneo es hacer petrismo, porque no es más que un perjuicio. Subterranizar es de ciudades moderas. No es por lujo, sino porque es lo mejor para la ciudad. Le volveremos a presentar una tesis de subterranizar, que mejora sustancialmente la movilidad”.
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Incluso, mencionó que, en la reunión con el presidente de China, Xi JinPin, quedó definido que, si Distrito y Nación se ponían de acuerdo, estarían dispuestos en hacer las modificaciones sin peleas jurídicas. Que se plegan a cualquier decisión que tomemos. “Por ellos no hay obstáculo y podríamos mirar qué hay que hacer para que despegue el proyecto. Espero que la alcaldía haga un análisis no político sino del costo beneficio para la ciudad, para que podamos llegar a un acuerdo”, concluyó el presidente.
Se espera que el ministro de Transporte se reúna este jueves con el alcalde de Bogotá, para presentar en detalle los resultados del estudio, para intentar, una vez más, convencerlo de dar el paso al subterráneo.
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