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Germán Puentes, de 25 años, fue una de las siete víctimas fatales que dejaron los desmanes en Bogotá, en medio de las manifestaciones por el abuso policial que rodeó la muerte de Javier Ordóñez. Era domiciliario, tenía un hijo de 7 años y esperaba a un hijo en camino. Él no estaba manifestando, pues según sus allegados había salido a recoger a su esposa.
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“Germán salía de su trabajo y lastimosamente se encontró con la muerte por los actos de un policía inescrupuloso. Falleció en la noche ayer luego del impacto de una bala. Era una persona humilde, de familia trabajadora, lleno de muchos sueños y metas”, dijo una persona cercana a la víctima que prefirió reservar su identidad. Sus familiares están a la espera de una necropsia para determinar la causa de la muerte de Puentes.
Los hechos se presentaron en el barrio Suba Rincón, cerca al CAI de la zona. “Él no estaba en las manifestaciones; no era ningún delincuente ni vándalo. Sólo salió después de su jornada laboral”, agrega el allegado. De hecho, según la organización DH Colombia, Germán se desplazaba en una bicicleta cuando recibió un disparo en la cabeza, por el que fue trasladado al Hospital de Suba, donde falleció.
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“Muchas veces cuando son personas humildes, estos crímenes quedan en la impunidad. Necesitamos apoyo para que se esclarezcan todos los hechos”, concluyó el allegado a Puentes.
Germán fue una de las siete víctimas que, por ahora y de forma oficial según el Distrito, dejó la noche de caos que se vivió en la capital el miércoles 9 de septiembre. A estos, se le suman 66 lesionados por arma de fuego, 12 por arma cortopunzante y 97 por otros objetos.
En diferentes puntos de la ciudad se presentaron manifestaciones de ciudadanos indignados que mostraron su rechazo a la brutalidad policial que derivó en la muerte de Ordóñez, quien durante varios minutos fue reprimido en el suelo por dos agentes de la Policía que le aplicaron varias descargas eléctricas, antes de llevarlo al CAI del barrio Villa Luz, de donde luego salió a la clínica en que falleció.
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Justo en ese barrio se presentaron los primeros enfrentamientos entre manifestantes y uniformados del Esmad. Posteriormente se conocieron otros hechos violentos en diferentes puntos de la ciudad en los que terminaron al menos 20 CAI de la Policía incinerados. Miles de capitalinos salieron con furia a expresar su rechazo no solo a la muerte de Ordóñez, sino también a otros casos de excesos policiales ocurridos durante la cuarentena.