Foto: CORTESIA
Hace dos años, los bogotanos aprovechaban todas las facilidades para comprar vivienda. En medio de las facilidades bancarias, los subsidios, las construcciones de nuevos proyectos y el deseo generalizado de cumplir el sueño de ser propietarios, el sector de la construcción parecía imparable. Los jóvenes, los solteros, familias enteras y hasta los más viejos se unían congraciados a la fiesta del ladrillo.
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Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com