Hay desarticulación, pero esta no es una ciudad en manos del hampa: César Restrepo
Ante la seguidilla de hurtos a establecimientos comerciales, como gastrobares y restaurantes, César Restrepo, secretario de seguridad, habla de los errores, la estrategia y lo que vienen haciendo para cerrarle el paso al crimen.
Alexánder Marín Correa
Alrededor de 10 asaltos a establecimientos abiertos al público, como gastrobares y restaurantes, se han registrado en las últimas semanas y los videos, que circulan casi a diario por redes sociales, incrementan esa sensación de inseguridad con la que viven los bogotanos. Frente a esto, El Espectador habló con el secretario de Seguridad, César Restrepo, para conocer su visión frente a la situación y la estrategia que están siguiendo. El principal problema, según él, es la desarticulación entre autoridades y ciudadanía, para cerrarle el cerco a los delincuentes.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Alrededor de 10 asaltos a establecimientos abiertos al público, como gastrobares y restaurantes, se han registrado en las últimas semanas y los videos, que circulan casi a diario por redes sociales, incrementan esa sensación de inseguridad con la que viven los bogotanos. Frente a esto, El Espectador habló con el secretario de Seguridad, César Restrepo, para conocer su visión frente a la situación y la estrategia que están siguiendo. El principal problema, según él, es la desarticulación entre autoridades y ciudadanía, para cerrarle el cerco a los delincuentes.
La ciudad ha sido testigo de una seguidilla de asaltos masivos en establecimientos comerciales ¿Qué puede decir frente a esta situación?
Se han registrado unos hurtos preocupantes, con algún grado de violencia contra las personas que, gracias a Dios, no se ha materializado de manera significativa. Estos eventos nos han permitido ver con claridad un problema estructural en la gestión de la seguridad: la desconexión entre los actores que generan seguridad. Es decir, las instituciones, el sector privado y los ciudadanos. Esa falta de integración es el principal factor de oportunidad para el desarrollo de esos delitos.
LEA: Capturados presuntos responsables del atraco a Juan Pablo Raba en los Cerros Orientales
¿Qué reporte tiene sobre los últimos casos?
En el transcurso de cuatro semanas han ocurrido casi 10 eventos muy relevantes. No obstante, vale decir que, si uno hace un inventario de establecimientos y lo cruza con el número de eventos, uno se da cuenta de que la palabra masivo no es tan pertinente, porque la mayoría del sector no ha sido atacado. Ahora, eso no les quita relevancia a los hechos. Es más, nos ha permitido un trabajo coordinado con todos los gremios, que reconocen la necesidad de la articulación con las autoridades. Estamos frente a casos puntuales y su relevancia nos ha llevado a poder trabajar de manera anticipada, para que esto no se vuelva en un problema más grande en el futuro.
¿Estos robos son producto de una banda específica?
La Policía está sobre cada uno de estos casos, para dar con los responsables. No obstante, es clave decir que no necesariamente corresponden a una gran banda criminal, entre otras, porque en varios hemos identificado características particulares. En algunos de los casos de las últimas semanas, el delincuente ni siquiera lleva parrillero, sino que se caracteriza como domiciliario. Eso nos lleva a pensar que se está aprovechando de las ventanas de oportunidad para delinquir.
LEA: Mientras Cundinamarca arde, 46 municipios continúan sin convenio de bomberos
¿Son hechos aislados, entonces?
Aquí hay algo importante: la ciudad debe ser cuidadosa de relacionar eventos de delito o violencia con bandas criminales de gran renombre. Solo las investigaciones darán esas correlaciones. Si lo hacemos de otro modo, podemos estar cometiendo un error inflando marcas criminales, que pueden aprovechar pequeñas organizaciones para generar mayor temor y hacerle creer a los ciudadanos, como empieza a suceder, que esta es una ciudad en manos del hampa y esta no es una ciudad en manos de hampa. Está bajo el imperio de la ley. Hoy la Policía, la Fiscalía y la Alcaldía enfrentamos unos eventos particulares de violencia, pero eso no representan la vida general de la ciudad.
Los últimos casos se han concentrado en un sector específico. ¿Cómo contrarrestarlos?
Allí ya hay un despliegue policial, desde que se diseñó el plan operativo para estos primeros meses. Pero, insisto, en estos casos hemos visto una desarticulación entre ciudadanía y las unidades de reacción de la Policía, que es en lo que trabajamos: reforzar esa integración, para dar respuestas más rápidas. No significa que no hubiera respuesta antes. Es más, en varios casos la Policía tardó menos de dos minutos. Aquí es importante señalar que es imposible poner un policía por cada metro de ciudad. Por lo tanto, dependemos de una alerta más oportuna para poder reaccionar.
Más datos: La revictimizante decisión de denunciar el acoso en Transmilenio
¿Y qué van a hacer?
Lo primero es identificar y eliminar debilidades de tipo urbanístico de esa zona, para quitarles oportunidad a los delincuentes. Lo otro es integrar a esas comunidades, para que, a través de un trabajo articulado, podamos tener alertas más oportunas. El trabajo de la administración está enfocado en que se asegure una comunicación permanente y activa entre ciudadanos y Fuerza Pública, para eliminar todo aquello que le brinda oportunidades a los delincuentes.
Los botones de pánico y otras estrategias, ¿qué ha pasado con ellas?
Hay muchos negocios que las tienen. Estamos verificando en cada zona qué mecanismos como cámaras, botones de pánico, frentes de seguridad están activos y verificar que estén conectados con la Policía. Hay casos en los que no están integrados y eso lo aprovechan los delincuentes.
Hay sectores que piden permitir a los comerciantes portar armas ¿Qué piensa?
Nosotros escuchamos a todos los gremios, escuchamos sus iniciativas, sus preocupaciones. Como Secretaría de Seguridad nosotros tenemos la obligación de recibirlas y analizarlas en el marco de la ley y a la luz de los riesgos que representan para el estado general de la seguridad en la ciudad. Con esa evaluación de su viabilidad jurídica y de su magnitud en riesgo, la ciudad decidirá qué cosas va incorporando a la política.
¿Cuál es la prioridad?
Sin duda, avanzar en el aseguramiento de zonas con características particulares de interés para los delincuentes y eso significa desplegar varias capas de seguridad, que incluyen los esfuerzos que ya hacen los sectores privados, la Alcaldía y los organismos de seguridad. Adicionalmente, involucrar a los ciudadanos, es decir, que las cuatro capas de seguridad trabajen, para cerrarle el espacio a los criminales.
Le puede interesar: Presupuesto y concepto de la SCI: nuevas presiones para la primera línea del metro
Pese a ello, la ciudad mantiene una pésima percepción de la seguridad
Como gobierno, nuestra promesa es que la gente vuelva a caminar segura y estamos trabajando. Tiene razón, hay viejos desajustes de seguridad, como la desarticulación, que vamos a corregir. Sin embargo, eso no se hace de un día para otro. Hacerlo involucra la voluntad y el trabajo de todos los actores, para cerrarle espacios al delito y recuperar la sensación de seguridad. Hoy la gente cree que las cosas están complicadas, dado los últimos acontecimientos, pero tengo que señalar que todas las autoridades están trabajando para que de la manera más rápida posible podamos pasar a una mejor articulación de seguridad y a mejores entornos urbanos, donde la gente se sienta más tranquila y vuelva a caminar segura.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.