Hombre se hizo pasar por integrante de grupo armado para extorsionar a su exjefe
El comerciante empezó a recibir amenazas y optó por denunciar. El 80 % de las personas que denuncian extorsión, no pagan por las intimidaciones.
La lucha contra la extorsión en Bogotá ha dejado importantes resultados, como el hecho de revelar nuevas modalidades que utilizan los delincuentes hoy día. Ese es el caso de un comerciante que era víctima del asedio y las amenazas por parte de anónimos y gracias a su denuncia, se logró identificar que fue un empleado suyo quien coordinó las acciones delictivas, una modalidad que se registra cada vez más.
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Todo comenzó con una videollamada por WhatsApp. La víctima contestó sin saber que comenzaría una temporada de llamadas extorsivas y amenazas contra su vida y su familia. Entre estas amenazas, los extorsionistas afirmaban pertenecer a un grupo armado ilegal y prometían tomar acciones si el comerciante no desembolsaba el dinero.
No obstante, el ciudadano denunció a través de la línea antiextorsión (165), aunque cualquier bogotano puede denunciar a través de la línea de emergencias 123. Las pesquisas comenzaron y las autoridades rastrearon información de las llamadas y pudieron identificar que provenían de Los Mártires, localidad del centro de la ciudad.
Más adelante dieron con algunos responsables. Uno de ellos fue reconocido por el comerciante víctima, como un antiguo empleado suyo, aspecto que llamó la atención de los investigadores, quienes notan en esta conducta, un ‘modus operandi’ que los delincuentes están empleando para delinquir, aprovechando la información que conocieron de los sitios donde trabajaron.
“Pudimos establecer que a la mayoría de los comerciantes les sustraen información por parte de empleados o proveedores que tienen conocimiento de sus actividades diarias”, indicó un investigador del caso.
Finalmente, en Ciudad Bolívar fue capturado el delincuente señalado de entregar la información de su exjefe, así como otros implicados a quienes les hallaron teléfonos celulares que eran usados para distraer las acciones de la Policía, entre otros elementos usados para extorsionar.
Sobre el aumento de hasta 70 % en el indicador de la extorsión en Bogotá, César Restrepo, secretario de Seguridad, le dijo a este diario: “La extorsión es una expresión del crimen que aprovecha los espacios libres, como el que se da cuando la ciudadanía siente que no hay protección en la denuncia. Esto, en parte, por esa fractura entre la Policía y la comunidad, tras el estallido social. Ahí el criminal tiene más campo de acción. Además, hay una divergencia en las cifras, no porque los informes estén errados, sino porque apenas estamos conociendo la magnitud de la situación, promoviendo la denuncia, y la tarea es hacer coincidir esos indicadores”.
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Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
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Más adelante dieron con algunos responsables. Uno de ellos fue reconocido por el comerciante víctima, como un antiguo empleado suyo, aspecto que llamó la atención de los investigadores, quienes notan en esta conducta, un ‘modus operandi’ que los delincuentes están empleando para delinquir, aprovechando la información que conocieron de los sitios donde trabajaron.
“Pudimos establecer que a la mayoría de los comerciantes les sustraen información por parte de empleados o proveedores que tienen conocimiento de sus actividades diarias”, indicó un investigador del caso.
Finalmente, en Ciudad Bolívar fue capturado el delincuente señalado de entregar la información de su exjefe, así como otros implicados a quienes les hallaron teléfonos celulares que eran usados para distraer las acciones de la Policía, entre otros elementos usados para extorsionar.
Sobre el aumento de hasta 70 % en el indicador de la extorsión en Bogotá, César Restrepo, secretario de Seguridad, le dijo a este diario: “La extorsión es una expresión del crimen que aprovecha los espacios libres, como el que se da cuando la ciudadanía siente que no hay protección en la denuncia. Esto, en parte, por esa fractura entre la Policía y la comunidad, tras el estallido social. Ahí el criminal tiene más campo de acción. Además, hay una divergencia en las cifras, no porque los informes estén errados, sino porque apenas estamos conociendo la magnitud de la situación, promoviendo la denuncia, y la tarea es hacer coincidir esos indicadores”.
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