Homicidio en Bogotá: van 959 casos en 2024 y contando ¿Qué es lo que pasa?
A diario asesinan en promedio a tres personas en Bogotá. Las estadísticas este año registran 10 % más que las del 2023 y septiembre pasado fue el mes más violento en nueve años. Las fracturas sociales y las disputas criminales por el territorio, algunas de las razones. Este es el panorama.
Juan Camilo Parra
Un padre que asesina a puñaladas a sus dos hijos, de 4 y 7 años, en un presunto caso de violencia vicaria en Engativá; un vecino en Ciudad Bolívar, que le descarga cuatro tiros a otro, por no recoger el excremento de su perro; una mujer que le paga a un sicario para matar a la novia de su expareja, a la salida de un spa en Bosa, pero este se equivoca de víctima; grupos criminales dejando una sangrienta estela de muerte en sus guerras por el territorio... Bogotá es una ciudad que, a pesar de los esfuerzos institucionales este año con campañas, golpes contra las bandas delincuenciales y casi 460 capturas por homicidio no para de contar a diario muertos y tragedias. ¿Se está perdiendo la batalla en promover y garantizar el respeto por la vida?
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Un padre que asesina a puñaladas a sus dos hijos, de 4 y 7 años, en un presunto caso de violencia vicaria en Engativá; un vecino en Ciudad Bolívar, que le descarga cuatro tiros a otro, por no recoger el excremento de su perro; una mujer que le paga a un sicario para matar a la novia de su expareja, a la salida de un spa en Bosa, pero este se equivoca de víctima; grupos criminales dejando una sangrienta estela de muerte en sus guerras por el territorio... Bogotá es una ciudad que, a pesar de los esfuerzos institucionales este año con campañas, golpes contra las bandas delincuenciales y casi 460 capturas por homicidio no para de contar a diario muertos y tragedias. ¿Se está perdiendo la batalla en promover y garantizar el respeto por la vida?
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La tasa de homicidios en la capital, luego de reportar en el primer semestre una reducción del 5 %, cambio la tendencia para el segundo. Al instalarse la administración de Carlos Fernando Galán se puso en marcha la ‘Operación Bogotá’ y la lucha contra el crimen dio sus primeros resultados. Pero a partir de julio los casos se dispararon y tras vivir el septiembre más violento de los últimos nueve años (con 128 homicidios), hoy las estadísticas muestran un incremento del 10 %, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Tres homicidios diarios
Del primero de enero al 25 de octubre de 2024 se registraron 959 homicidios, es decir, un promedio de tres casos diarios. Pero cada uno es un pequeño mundo de horror, que destapa realidades a veces impenetrables para las autoridades locales. Y el valor de la vida en la urbe capitalina puede reducirse a los que muestran los casos del fin de semana:
La noche del domingo 27 de octubre, las autoridades confirmaron un nuevo caso de sicariato en vía pública. Ocurrió pasadas las 7:00 de la noche, en una zona concurrida de Tintalito, en Kennedy, donde dos asesinos a sueldo alcanzaron a su víctima y le dispararon en repetidas oportunidades. Este año, poco más del 53 % de homicidios han sido producto de hechos sicariales, modalidad que da cuenta de dos fenómenos que las autoridades no han podido penetrar:
Por un lado, el creciente tráfico de armas. Este año, 557 asesinatos se han perpetrado usando este tipo de artefactos, lo que representa un aumento de 88 casos más que en 2023. Por el otro, la reorganización de bandas criminales. La disputa de los territorios, denominados ‘ollas de vicio’ u otras zonas de tolerancia, continúan dejando muertos en las calles, todo a pesar de la lucha frontal contra las bandas que este año ya acumula importantes resultados, como la desintegración de Los Satanás, salvo algunos reductos de este grupo criminal, y los constantes golpes al Tren de Aragua.
Hugo Acero, exsecretario de Seguridad de Bogotá, analizó la problemática para este informe: “Bogotá en los primeros meses del año llegó a tener una reducción de los homicidios cercana al 20%, pero desde el mes de julio comenzó el incremento, mes a mes. Hoy es cercano al 10 %, 90 casos más que el año pasado. Seguro esto coincide con los operativos en contra de las bandas criminales que operan en la ciudad y que hoy se disputan las rentas criminales y los territorios, pero se requiere de un análisis más detallado, para poder determinar qué está pasando en cada una de estas 11 localidades”.
Además del uso de armas de fuego, los hechos sicariales tienen otra característica: la mayoría de las víctimas son hombres. De los 876 casos registrados entre enero y septiembre, 785 víctimas fueron hombres. En ese mismo periodo, 91 mujeres fueron víctimas de homicidio o feminicidio. El patrón entonces ubica a los hombres como los principales objetivos del crimen organizado y a las mujeres como las principales víctimas de hechos que derivan de la nula gestión de emociones, delitos sexuales con tendencia machista y otras violencias, que se salen del margen del crimen organizado y pasan al territorio de la salud mental y la tolerancia.
En entrevista con este diario, el jefe del Grupo de Estupefacientes de la Sijin de la Policía detalló el panorama de las bandas de crimen organizado en Bogotá, en donde hay más de 400 ‘ollas’, lo cual es ya un problema estructural. “Este año hemos intervenido varias veces la zona de San Bernardo, históricamente azotada por el consumo y el microtráfico. En abril sacamos a 11 personas, entre los que había proveedores y distribuidores. Hay zonas que impactamos con regularidad cada mes, pero eso no significa que se vaya a terminar el tráfico ni que tengamos que dejar de intervenirlas. Más nos demoramos en hacer la investigación y sacarlos de la zona, que otros en llegar a tomar el control”.
Acero añade otro punto clave: la caracterización, identificación y persecución de las bandas criminales que operan en la ciudad debe continuar. “Hoy es evidente que la mayoría de los homicidios están relacionados con el accionar criminal de estos grupos, particularmente a través del sicariato. Un homicidio cada vez más estructural donde se requiere, para enfrentarlo, fortalecer las acciones de inteligencia e investigación criminal”, señaló el experto.
Homicidio y salud mental
El pasado 25 de septiembre, una joven, de 26 años, fue asesinada cuando trabajaba en un spa, en Bosa. Cámaras de seguridad grabaron el momento en el que una mujer descendió de un vehículo y se acercó al local comercial, donde hizo una seña (amarrarse el zapato), para que el sicario cometiera el crimen. Un mes después, la Policía anunció la captura de quien sería la autora intelectual. “Se estableció que la agresora sería la excompañera sentimental del novio de la hermana de la víctima. Este lamentable hecho, al parecer, estaría dirigido contra la hermana de la hoy occisa, en la modalidad de ‘sicariato-venganza’”, señalaron.
En otro caso reciente, a un vigilante de un parqueadero lo mataron tras un acto de intolerancia. El asesino, que sigue prófugo, le disparó a quema ropa, porque el celador no le dejó sacar una moto del parqueadero, porque el supuesto dueño de la motocicleta no presentó el recibo de parqueo o un documento que lo acreditara como el propietario del vehículo.
En cifras redondas este año el homicidio va en un aumento del 10 % en comparación al 2023. El 32 % de los homicidios registrados en Bogotá son por intolerancia u otros motivos sociales, que dan cuenta de que no solo la delincuencia y el crimen organizado arrebata vidas de manera violenta. Del mapa de la capital, en 11 de 20 localidades ha aumentado la tasa de homicidios.
Al comparar el periodo enero-septiembre, de 2023 y 2024, se tiene que las tres localidades con mayores índices de homicidio fueron Puente Aranda, que pasó de nueve casos a 17, lo que representa un aumento del 88,9 %; Santa Fe, que pasó de 29 a 65 casos, es decir, un aumento del 66,7 %, y Usme, que pasó de 45 a 70 casos, es decir, un aumento del 55,6 %.
Estos datos demuestran que, si bien a las bandas hay que atacarlas con un enfoque que impida su reorganización, no se puede “descuidar los homicidios asociados a los temas de convivencia, que también pueden haber aumentado, si se tiene en cuenta que en lo que va corrido de este año se han incrementado las lesiones personales en 16 %, seguramente asociadas a riñas”, subrayó Acero.
Agregando al análisis, la conclusión del reciente informe de Bogotá Cómo Vamos, apunta a que en 2024 delitos como el hurto han caído, pero los delitos de alto impacto como el homicidio y la extorsión vienen subiendo: “aún restan tres meses para el cierre del año, pero todo apunta a que 2024 se perfila como un año en el que las estrategias contra el hurto están mostrando resultados, mientras que los demás delitos de alto impacto parecen agravarse”, concluye el informe.
El exsecretario de seguridad celebra los esfuerzos de la Alcaldía de Bogotá, pero recomienda que cada poder local, de cada una de las 20 localidades, tenga más incidencia en la seguridad: “se deben involucrar a los alcaldes y alcaldesas de las 20 localidades, para que, desde sus competencias; trabajando con el comandante local, y hasta donde se pueda con las URI, desarrollen acciones en los sitios de mayor conflictividad de sus localidades, para reducir los hechos de violencia y delincuencia. Creo que el alcalde, el comandante de la Policía Metropolitana y el secretario de Seguridad deben reunirse todos los meses con los alcaldes y comandantes locales, para exigirles resultados en estas materias. De esta manera, no solo se reducirán los homicidios, sino los demás delitos”.
La lucha contra el homicidio, que viene a ser una revalorización de la vida misma, debe también pasar por todas las esferas sociales, además del refuerzo de los mecanismos de reacción policial. Derrumbando, desde la educación, los paradigmas de violencia que se tejen en los hogares, en los barrios y colegios, y una lucha constante en cada etapa de socialización de las personas para borrar del mapa las violencias basadas en género o contra la infancia, una lucha cada vez más compleja.
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