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Esta semana Bogotá entró a un periodo clave respecto al futuro de su abastecimiento hídrico. A partir de hoy, 23 diciembre, y hasta el 6 de enero, las autoridades suspenderán el racionamiento de agua con motivo de las fiestas de fin de año. Esto quiere decir, que toda gota ahorrada por la ciudad, de cara a evitar un 2025 sin agua, resulta clave.
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En medio de las acciones para lograr racionalizar el consumo de agua, el Acueducto ha intensificado los operativos para dar con el paradero de conexiones ilegales con las cuales, algunos terceros, le roban este preciado recurso a los bogotanos. De esta manera, el más reciente hallazgo de estos operativos se dio en el barro Quinta Paredes, de la localidad de Teusaquillo.
En este sector, conocido por una gran presencia de establecimientos hoteleros, las autoridades encontraron una conexión ilegal mediante la cual uno de estos hospedajes se robó cerca de 5.700 m³ de agua, lo que equivale a $52 millones de pesos.
El hallazgo fue posible gracias a la implementación de equipos especializados, el seguimiento permanente y la analítica de datos, que permitieron a la EAAB-ESP detectar un bypass de agua, que consiste en una conexión ilegal alterna para evadir el registro del consumo que marca el medidor. De esta forma, luego de varias acciones por parte del equipo en terreno, se realizó la excavación que evidenció la conexión ilegal, muy cerca de los aparatos de medición.
Debido a la conexión fraudulenta utilizada para apropiarse ilegalmente del agua y la falta de documentación requerida para el funcionamiento del hotel, la Policía Nacional impuso los comparendos correspondientes y procedió al sellamiento del establecimiento comercial.
Asimismo, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá informó que pondrá en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación el hallazgo de la conexión clandestina, para que investigue a los representantes legales y propietarios del hotel por la presunta comisión del delito de defraudación de fluidos agravado.
Vale la pena resaltar que, este delito, prevé una pena privativa de la libertad de 36 a 108 meses y multas de hasta de 150 salarios mínimos legales vigentes.
Perdida de agua
En medio de la coyuntura actual, en la que cada gota cuenta, cualquier centímetro cúbico del recurso que se pierde puede convertirse en una mella importante para las reservas de la ciudad. Durante su proceso de investigación, la Personería se ha topado con un fenómeno del que poco se habla: el agua no contabilizada. Esto es, caudales del recurso que pasan por todo el proceso de potabilización y de flujo hacia la ciudad, pero que no son aprovechadas por la ciudadanía. Dicha situación se debe principalmente a dos causas. La primera, a las fugas en el sistema de acueducto en la ciudad producto de daños sin corregir o no gestionados de la mejor forma.
Pero, principalmente, esta cantidad de agua se estaría perdiendo por cuenta de las conexiones ilegales. A través de estas fuentes clandestinas, cuya cuantía se calcula en 7679 conexiones, hay hogares de la ciudad que se abastecen del recurso sin ningún tipo de control al consumo, cuyo coste, finalmente, deben asumir los 2,7 millones de usuarios que sí pagan su factura bimestralmente. De acuerdo con las cifras que obtuvo La Personería, de cada 100 metros cúbicos de agua potabilizada, la ciudad pierde 40 m³ como consecuencia de los dos flagelos descritos anteriormente.
Sobre este fenómeno, también escribió para El Espectador, Andrés Torres, director del Instituto Javeriano del Agua, Universidad Javeriana. “Es necesario precisar que el agua captada en los embalses no la usan totalmente los usuarios, sino que hay pérdidas en la conducción y en todos los procesos asociados (infiltraciones, fugas, etc.), las cuales pueden alcanzar hasta un 30%, lo cual es normal”, señaló el experto.
Aunado a lo anterior, el ente de control encontró ineficiente el uso de los recursos que se destinan para disminuir este impacto, el cual ha sido, en los últimos 20 años, de $2.5 billones. La cantidad, sumada a las perdidas comerciales de la empresa por las conexiones ilegales, y el agua que se escapa a borbotones por distintas fugas en la ciudad, representa un claro detrimento a las arcas de la ciudad.
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