¿Humedal o potrero? La puja por el predio donde se presenta el Circo del Sol
La comunidad aledaña al predio asegura que se trata de un humedal no declarado, cuya intervención acarrea varios daños ambientales. Ocesa, empresa organizadora, asegura que cumple los protocolos exigidos. Hablamos con las partes.
Arrancó la temporada de “Messi 10″, espectáculo de la compañía canadiense Cirque Du Soleil (Circo del Sol), que fusiona espectáculos circenses con el fútbol, para rendirle homenaje al futbolista argentino Lionel Messi. Sin embargo, desde antes de abrir las puertas al público, los organizadores han tenido que enfrentar señalamientos de grupos de ambientalistas que denuncian que el sitio donde ubicaron el escenario sería zona de conservación. A la compañía, una vez más, la trajo la empresa Ocesa, que para esta temporada no levantó la carpa en el parqueadero de Salitre Mágico, sino que arrendó un lote al costado sur del parque Simón Bolívar (cerca de la calle 26), propiedad de la Beneficencia de Cundinamarca. La decisión hoy los enfrenta en una polémica ambiental.
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Arrancó la temporada de “Messi 10″, espectáculo de la compañía canadiense Cirque Du Soleil (Circo del Sol), que fusiona espectáculos circenses con el fútbol, para rendirle homenaje al futbolista argentino Lionel Messi. Sin embargo, desde antes de abrir las puertas al público, los organizadores han tenido que enfrentar señalamientos de grupos de ambientalistas que denuncian que el sitio donde ubicaron el escenario sería zona de conservación. A la compañía, una vez más, la trajo la empresa Ocesa, que para esta temporada no levantó la carpa en el parqueadero de Salitre Mágico, sino que arrendó un lote al costado sur del parque Simón Bolívar (cerca de la calle 26), propiedad de la Beneficencia de Cundinamarca. La decisión hoy los enfrenta en una polémica ambiental.
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Humedal no declarado
Desde que se anunció que el evento se realizaría en el predio denominado Centro Bolivariano, el comité ciudadano que vela por la defensa del lugar, integrado por vecinos y organizaciones ambientalistas, alertaron posibles daños ambientales. “Desde noviembre, la Beneficencia de Cundinamarca le arrendó los lotes 15 y 16 a Ocesa por cinco años. Hay evidencia de que ese es un ecosistema que, además de tener características de humedal, es parte de la estructura ecológica principal de la ciudad, como lo definió el POT de 2021. Es un espacio que goza de protección, por su importancia ambiental. Es un espacio que necesita ser protegido, pero con esto están contribuyendo a su deterioro”, señaló Roxana Sarmiento, vocera del comité prodefensa de la comunidad del barrio Salitre El Greco.
No obstante, otra cosa dicen los organizadores. Según Ocesa, la puesta en marcha del Circo del Sol es parte del proyecto “Distrito Verde”, una iniciativa que se plantea como “escenario temporal para las artes escénicas, con una infraestructura liviana y movible para eventos musicales, familiares, gastronómicos, de moda, de recreación y entretenimiento, que cuenta con escenario, taquillas, carpas comerciales, baños, zonas de ingreso y esparcimiento. Dicha actividad es compatible con el uso del suelo, de conformidad con el POT”, explican.
Características del predio
“Lo primero que hay que decir es que la discusión no es nueva. En 2012, por ejemplo, la fundación Humedales Bogotá publicó un informe en el que certifica la existencia en la zona de por lo menos tres cuerpos de agua y de especies acuáticas, propias de humedales, como la sombrillita de agua, el helecho de agua o el barbasco. Además, conecta con las aguas subterráneas del parque Simón Bolívar. Por otro lado, en el costado norte está el humedal El Salitre, que tiene relación directa con el humedal no declarado de Salitre El Greco”, dice Cristina Mora, cofundadora de la red Humedal El Salitre.
Para completar, señala Mora, el predio es parte del plan maestro Parque Simón Bolívar, que se decretó en 1979 y se reglamentó en 1982, donde se determinó que son 14 predios los que conforman la unidad. “Es decir, esos predios tienen un mismo chip catastral. Es como si fuera un solo predio, pero está subdividido”, agrega.
Como es sabido, antes de que se urbanizara toda la zona aledaña al Simón Bolívar, el terreno era un gran lago. Es decir, la laguna del parque, el espejo de agua del humedal El Salitre y los espejos de agua que hay en el predio Salitre El Greco son parte de un mismo cuerpo acuífero. Por eso la conexión ecosistémica del Centro Bolivariano con el humedal El Salitre y el Simón Bolívar es un punto clave en la discusión.
“Estamos en una zona de tránsito de aves migratorias que está interconectada, así, el bienestar de un predio depende de las condiciones de los otros dos. Un dato para ilustrar la importancia de esta zona: el humedal El Salitre es el más pequeño de Bogotá, pero desde el año 2018 hay evidencia de que se trata del cuarto más biodiverso de los 17 que hay en la ciudad, y esa circunstancia es gracias a lo que lo rodea. Al romper esas dinámicas tendremos afectaciones en el ciclo biológico de fauna y flora”, señala Mora.
En los recorridos que el comité de defensa del predio Centro Bolivariano realizó durante los días de montaje previos al inicio del espectáculo del Circo del Sol se identificaron 16 especies de aves, tres de ellas migratorias, procedentes de Norteamérica. A pesar de no ser una zona arbolada, que se entiende como un potrero abandonado, es una zona de anidación de diferentes especies. Hay aves rapaces como búhos rayados y orejudos, gavilanes maromeros y camineros, además de copetones y alcaravanes, solo por citar algunos. “Durante las visitas previas encontramos que en la zona de intervención había nidos de alcaravanes, los cuales, al ser intervenidos o trasladados, generan afectaciones de su ciclo biológico, que muchas veces terminan en su muerte”, aseguró Evelyn Martínez, directora de la Fundación Aves S.O.S. Bogotá.
Teniendo en cuenta lo anterior, la semana pasada, antes del inicio formal de evento, la comunidad realizó varios plantones a modo de protesta para visibilizar la problemática. A raíz de los reclamos y la insistencia, la Secretaría de Ambiente acudió al predio en disputa. “La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) se hizo presente y nos aseguró que en visitas pasadas no habían encontrado nada que tuviera que ver con un humedal. Entonces, nosotros los llevamos hasta los cuerpos de agua, vieron la flora y la fauna, y se quedaron callados ante la evidencia de que se trata de un ecosistema con las características de un humedal. Sin embargo, todo sigue igual”.
Este medio se comunicó con la SDA para consultar sobre las características del predio. “El predio no es una reserva distrital de humedal, tampoco tiene las características para ser considerado como este tipo de ecosistema. Es un parque contemplativo que administra el IDRD”, y aseguraron que cualquier tema de permisos se debe consultar con la Beneficencia de Cundinamarca, respuesta que El Espectador solicitó a dicha entidad, pero que nunca fue resuelta. Así las cosas, la empresa ha actuado en concordancia con la normativa actual.
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¿Qué dice Ocesa?
Sobre el uso del suelo y las implicaciones ambientales, la empresa afirma que “el Sistema Distrital de Espacio Público Peatonal para el Encuentro, según lo dispuesto en el artículo 90 del POT, está constituido por áreas destinadas “(…) al uso, goce y disfrute colectivo localizados en suelo urbano y rural cuyo propósito es el esparcimiento, la inclusión, el encuentro social, la recreación, el deporte, la cultura, la contemplación y el contacto con la naturaleza (…)”.
En el costado suroriental del predio, puntualmente la esquina de la carrera 60 con calle 26, en una porción de la zona que es administrada por el IDRD, donde existen varios cuerpos de agua que la empresa reconoce. Al respecto, indican que han resuelto “tomar una posición conservadora y no ocupar ni intervenir la zona en que se ubican dichos cuerpos de agua”, y aseveran que la zona que han intervenido está a más de 80 metros de la zona de máxima de creciente de dichos cuerpos de agua. Indican, además, que no están haciendo uso de los recursos hídricos y la zona permanece resguardada.
Señalan también que se han llevado a cabo 12 reuniones con la comunidad aledaña en donde se llevaron a cabo mesas de trabajo para realizar un proceso participativo de un diseño paisajístico que se presentará a la Secretaría de Ambiente para su análisis. Entre las propuestas están la rehabilitación de áreas inundables, la puesta en marcha de corredores para aves polinizadoras, remoción de especies invasoras y la consolidación de un bosque urbano.
Al respecto, Cristina Mora señala que la “conformación del bosque urbano al que hace referencia Ocesa, como medida de mitigación, requiere estudios hidrológicos, de suelos y un diagnóstico ambiental acorde a lo que hemos hallado en el predio. ¿Cómo piensan compensar un lugar que no tiene los estudios ambientales necesarios?”. La empresa, sin embargo, se sostiene en que, bajo el entendido de que se trata de una parte de la estructura ecológica principal, “se realizó un diagnóstico ambiental de línea base. con el fin de conocer las características físicas y ecológicas de los predios. Esto, con el fin de proponer alternativas que permitan armonizar las necesidades culturales y recreativas con las funcionalidades ecológicas que deben prestar estos predios”.
“Más allá de la minucia jurídica, que Ocesa cumple a cabalidad, son la Beneficencia, la Gobernación y la Secretaría de Ambiente las que deberían dar la cara y decirnos por qué no se tiene en cuenta la evidencia que hemos hallado para realizar estudios más detallados que indiquen por qué el predio no es un humedal. No se trata de entorpecer los procesos culturales, celebramos que un espectáculo del talante del Circo del Sol esté en la ciudad. Acá el tema es que no podemos seguir interviniendo ni llenando de cemento la estructura ecológica de la ciudad, máxime cuando estamos atravesando una crisis hídrica”, puntualiza Mora.
Entretanto, el proyecto “Distrito Verde” continuará su derrotero durante los próximos cinco años, con posibilidades incluso de subarrendar el espacio a terceros, según indica el contrato. El debate está servido y la discusión sobre el uso y la protección de la estructura ecológica principal de la ciudad, dado este caso y varios más que se han denunciado, exige un replanteamiento acorde con la contingencia ambiental que atraviesa y seguirá enfrentando la capital.
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