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La muerte de un niño, de tan solo cinco años, durante el pasado fin de semana generó luto en Bogotá. Al parecer, el pequeño, que vivía al sur de Bogotá, habría muerto producto del maltrato ejercido por su acudiente, quien se salvó de ser linchado por la comunidad, luego de que miembros de la Policía Metropolitana de Bogotá y paramédicos atendieran un llamado de emergencia de una mujer, que reportó que su hijo estaba convulsionando.
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De acuerdo con la explicación que dieron la madre y el padrastro del menor, esos golpes se los había causado una caída que sufrió mientras jugaba. Pero, según declaró a Noticias Caracol el comandante operativo de la Policía de Bogotá, coronel Jairo Baquero, los vecinos de la familia “indican que el menor pudo haber estado sufriendo tratos crueles e inhumanos”.
Ante lo ocurrido, los vecinos de la familia aseguran que ellos ya habían denunciado ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Policía los presuntos ataques que sufría el menor de edad de su padrastro y su madre. “La familia le venían teniendo un proceso por el maltrato de los niños, entonces, ellos querían quitarle los niños”, resaltó una ciudadana.
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No obstante, luego de que se conociera el caso, el ICBF emitió un comunicado en el que asegura que aunque el niño fallecido asistía en alternancia desde hace 15 días al servicio de educación inicial, en un Hogar Comunitario en la localidad, en ningún momento ni la unidad de servicio ni el Centro Zonal Ciudad Bolívar del ICBF recibieron denuncias por un presunto maltrato.
De igual forma, el Instituto informó que después de la muerte del pequeño, se protegió a su hermano de ocho años, el cual fue valorado por un defensor de familia y se determinó tomar al niño bajo protección, en modalidad institucional con medida de restablecimiento de derechos.
Por ahora, la comunidad del sector lamenta lo ocurrido, y considera que la muerte del pequeño se pudo haber evitado. Mientras tanto, la Fiscalía recopila las pruebas para verificar lo que realmente causó la muerte del niño y verificar la responsabilidad de los adultos que estaban encargados de su cuidado.