¿Impopulares pero eficientes? El debate por las puertas ‘anticolados’ en Transmilenio
Recientemente, se viralizó una fotografía en la que se observan torniquetes de piso a techo en una estación de Transmilenio. Sin embargo, esto no es nuevo. Le pusimos la lupa a qué se está haciendo para reducir el porcentaje de evasión que en el primer semestre de 2022 fue del 29,66 %.
Cristian Camilo Perico Mariño
Todo un debate se ha desatado en la capital luego de que se hiciera viral una fotografía en la que se aprecian las coloquialmente conocidas como “puertas anticolados” que funcionan en la estación de Transmilenio de Santa Lucía, en toda la Avenida Caracas, al sur de Bogotá.
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Todo un debate se ha desatado en la capital luego de que se hiciera viral una fotografía en la que se aprecian las coloquialmente conocidas como “puertas anticolados” que funcionan en la estación de Transmilenio de Santa Lucía, en toda la Avenida Caracas, al sur de Bogotá.
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“Instalaron puertas anticolados, son intimidantes. Uno siente que queda enjaulado. No piensan en alternativas como una tarifa más económica para estudiantes y adultos mayores. No importa que la ciudad se llene de guetos”, se lee en la publicación.
En las imágenes, compartidas a través de Twitter, se observan torniquetes de piso a techo que reducirían al parecer el índice de colados en el sistema. Sin embargo, ¡ojo, esto no es nuevo!
Desde la sección Bogotá de El Espectador logramos validar con Transmilenio S.A. que estas puertas llevan más de un año instaladas en esta estación y se encuentran también en el Portal Tunal y en TransMicable.
Dicho esto, se descarta la falacia de novedad que se especula en la red social, es decir, que se haya aplicado recientemente, pues de paso se cuestiona si esta será la fachada de todas las estaciones de ahora en adelante. Frente a esto la respuesta es ambigua por dos motivos:
Primero, desde inicios de este año se viene avanzando en la instalación de nuevas puertas automáticas en estaciones de la troncal Caracas como la Calle 63, la Calle 45 o la Calle 22, solo por mencionar algunas. No obstante, las 146 puertas instaladas (con corte a febrero) son de vagones y no de las entradas en sí.
Recordemos además que Orlando Santiago Cely, gerente de TransMilenio, ha sido enfático en diferentes pronunciamientos en que se trata de una “nueva tecnología que le apunta a reducir el número de pasajeros que ingresan irregularmente; pero no de ‘puertas anticolados’, dado que estas no existen”, punto en el que resalta que la cultura ciudadana es clave para el funcionamiento del sistema.
Según el funcionario, el contrato de instalación se encuentra firmado por 693 de estos elementos, cifra que se espera ascienda a 800, empezando el 2024, y que se extenderán a la troncal de la carrera 10, el Eje Ambiental, las Américas y la Caracas sur.
Lo que quiere decir que sí habrá cambios en como lucen las estaciones a la fecha; pero estos también se vienen gestionando desde el Concejo de Bogotá.
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El segundo aspecto que debe conocer es lo que se decidió en el cabildo distrital el pasado 25 de enero a través del Proyecto de Acuerdo 578 de 2022, por medio del cual se dictaron medidas para aumentar el recaudo y disminuir la evasión del pago del pasaje en el sistema Transmilenio.
En el documento, al cual tuvo acceso este medio, se plantea la viabilidad de que quienes sean sancionados por colarse puedan conmutar las multas a través de trabajos comunitarios. A la vez que Transmilenio deberá acelerar en los próximos seis meses la instalación de torniquetes de piso a techo (como los que funcionan en la estación Santa Lucía) y puertas u otros elementos que reduzcan la posibilidad del ingreso sin pago al sistema.
Recordemos que la línea base de evasión entre el 2018 y el 2019, identificada por la Universidad Nacional, arrojó un porcentaje de evasión que fue del 15,36 %, lo que representó una pérdida anual de más de $222 mil 937 millones de pesos, conforme a las cifras entregadas por Transmilenio a la sección Bogotá de El Espectador.
Adicionalmente, para tener una aproximación del fenómeno en época de postpandemia, la entidad realizó mediciones propias. En el primer semestre de 2022 se estableció que la tasa en el componente troncal fue del 29,66 %.
Con este escenario se entiende que la evasión es una realidad que se debe afrontar; no obstante, la pregunta es si ¿las puertas con barrotes de techo a piso son la mejor alternativa?
Las opiniones son divididas: para algunos usuarios no lo es, pues, consideran que podría aumentar la sensación de inseguridad al relacionarse su aspecto con una “cárcel o un centro de reclusión”, sumado que encasillan su apariencia como “grotesca o poco atractiva”.
Por el otro lado, otros opinan que es una solución que se debió implementar hace años para evitar el crecimiento del hueco fiscal que tiene el sistema, el llamado déficit en el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET).
En términos urbanísticos el arquitecto Mario Noriega concuerda con los primeros: “Instalar torniquetes del techo al piso no es una solución amable, su diseño no lo es por donde se le mire. No se debería ver a todos los bogotanos como delincuentes que deben estar dentro de rejas o torniquetes de ese tamaño porque la ciudad no tiene por qué enrejarse”, menciona.
Según su parecer, la administración está improvisando por el mal manejo del sistema de Transmilenio porque, tal como está concebido, permite que un alto porcentaje que la gente se cuele. A lo que agrega que esta problemática se debe combatir pensando en otros sistemas que vayan más allá de los buses.
Lo cierto es que en toda esta materia la cultura ciudadana juega un papel importante y es clave que tanto Transmilenio como otros actores distritales como la Policía Metropolitana de Bogotá y la misma Alcaldía Mayor le apuesten al cambio de chip en una ciudad en donde cerca de tres millones de personas usan el sistema para desplazarse diariamente.
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