Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El impuesto que desde hace 27 años pagan los propietarios de vehículos en Bogotá por concepto de semaforización sería ilegal, según un fallo del Juzgado 43 administrativo de oralidad de la capital conocido recientemente.
De acuerdo con la decisión de primera instancia, el servicio de alumbrado público, por definición legal, incluye la prestación del servicio de semaforización, por eso no tiene sentido que los costos inherentes a la prestación del servicio de semáforos en Bogotá puedan trasladarse a los propietarios de vehículos vía impuesto. Esta fórmula que viene operando es inequitativa, dijo este despacho, porque el servicio se presta a todo el universo de peatones y conductores de vehículos que transitan por las vías públicas, por eso consideró que los acuerdos que vienen facultando a todas las administraciones a cobrar este impuesto deben desaparecer.
Este tributo, que al año recauda $50 mil millones, se supone que se debe invertir exclusivamente en modernizar el sistema semafórico de la ciudad, de acuerdo con los planes de desarrollo de las últimas dos administraciones de la ciudad. Sin embargo, esta meta sigue estando muy lejos. En las recientes discusiones sobre el presupuesto para 2015, el Distrito ha sostenido que necesita más dinero el próximo año para iniciar apenas la primera fase de la modernización de los semáforos de la capital.
Comentario que sorprendió a la concejal del Partido de la U Sandra Jaramillo, quien vía derecho de petición a varias entidades del Distrito, ha encontrado que en las dos últimas alcaldías de la ciudad, que prometieron modernizar la semaforización, se han recaudado por este impuesto $260 mil millones.
Lo cuestionable es que la cifra recaudada en los últimos seis años con el impuesto de semaforización es suficiente para modernizar el sistema. Esto teniendo en cuenta que la propia Secretaría Distrital de Movilidad ha dicho que para ese fin se necesitan $250 mil millones.
¿En qué se ha gastado ese dinero recaudado el Distrito? Es la pregunta que respondió la concejal Jaramillo al cruzar información contractual sobre el tema. Si bien el mismo Distrito, a través de las secretarías de Hacienda y Movilidad, contestó que el impuesto de semaforización es de destinación exclusiva para las mejoras del sistema, con este rubro se han firmado contratos que nada tienen que ver con su finalidad.
Entre los años 2010 y 2014, el Distrito contrató con lo recaudado por este impuesto más de $9.400 millones en personal para control ambiental, organización y digitación de documentos, campañas pedagógicas, manejo de bases de datos, de correspondencia, atención a la ciudadanía, entre otros. Actividades que tienen que ver más con funciones de la Secretaría de Movilidad para las cuales existe un presupuesto. Por eso Jaramillo sostiene que con los dineros de la modernización semafórica se está pagando una nómina paralela. Mientras tanto, según el reporte de la Secretaría de Movilidad, solo en 2014 el sistema de semaforización ha presentado 12.778 fallas.
“De haberse invertido correctamente los dineros, los ciudadanos no padecerían el víacrucis al que hoy se ven sometidos por la movilidad, pues la ciudad tendría avances importantes: módulos semafóricos estables, detección electrónica de infractores y monitoreo inteligente de tráfico en tiempo real”, sostiene Jaramillo.
Por lo pronto, la realidad de la ciudad es que se compraron 26.500 módulos led, que llevan tres años guardados en una bodega de la Secretaría de Movilidad. También hace cuatro años, durante la administración de Samuel Moreno, se le entregaron a la ETB $32.500 millones para que diera inicio a la modernización semafórica de la ciudad, pero la ETB los guardó en una fiducia, según la Secretaría de Movilidad, y no fueron invertidos en su propósito.
“Hemos pagado por 27 años los gastos que implica tener vivo el vetusto y obsoleto sistema de semaforización de Siemens con que hoy cuenta la ciudad, y como si fuera poco, ahora la administración, en la discusión de la aprobación del presupuesto para su último año, con descaro pretende premiar a la ETB asignándole $50.900 millones más para dar inicio a la primera fase del Sistema Inteligente de Tránsito que idearon en 2010. Por eso me asaltan varias dudas: ¿estamos frente a un sobrecosto, una falta de planeación o un descarado robo?”, concluyó Jaramillo.
* nherrera@elespectador.com / @Natal1aH