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La Fiscalía General de la Nación anunció este fin de semana que realizó otra imputación contra uno de los sujetos investigados por el asesinato de la periodista y asesora de comunicaciones Natalia Castillo, ocurrido el 24 de diciembre del año pasado, luego de salir de un establecimiento comercial ubicado en la zona rosa del barrio Galerías.
Un fiscal de la Seccional Bogotá de la Fiscalía le imputó al hombre, conocido con el alias de “Porky”, el delito de receptación, el cual se suma a los otros delitos imputados en febrero cuando fueron capturados: homicidio agravado, hurto calificado y agravado y acceso abusivo a un sistema informático.
¿Qué es la receptación?
Según el Código Penal Colombiano, el delito de receptación se da cuando una persona adquiera, tenga o transfiera bienes que tengan su origen en un delito o intente encubrir u ocultar su origen, aun cuando no haya participado del hecho ilícito. La pena de prisión por este delito está fijada entre los cuatro y los doce años de cárcel.
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De acuerdo con la investigación del ente acusador, alias “Porky” habría sido la persona que le robó los teléfonos celulares a las personas que acompañaban a Natalia Castillo cuando le dispararon.
Presuntamente, después de hurtados los celulares, estos habrían sido comercializados y por medio de estos se intentó realizar transacciones y movimientos con las cuentas bancarias de los amigos de la comunicadora. Tras la imputación de este nuevo delito, el hoy detenido no aceptó los cargos.
El crimen
Natalia Castillo, quien para entonces se desempeñaba como asesora de comunicaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en Colombia, murió la tarde del 24 de diciembre en la Clínica Palermo, adonde llegó en la madrugada de ese día con un disparo de bala que le propinó un grupo de delincuentes que le hurtaron su celular y sus pertenencias cuando salía de un bar al norte de Bogotá.
Durante la investigación del crimen, según la Fiscalía, se hallaron pruebas que permitieron identificar que los supuestos asesinos, tras acabar con la vida de la joven, sacaron dinero de las cuentas desde las aplicaciones de los celulares que le habían hurtado a ella y sus dos amigos.
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