Incendio forestal en páramo en Sesquilé, parcialmente controlado
Por el momento se desconoce cuántas hectáreas han sido afectadas. Las llamas se iniciaron el pasado 25 de diciembre. Según las autoridades, cuando logren controlar la situación se investigarán las causas que originaron el fuego, que se propagó en este páramo de Cundinamarca.
En el municipio de Sesquilé, equipos de bomberos y brigadas ambientales intentan controlar un incendió forestal, que comenzó el pasado 25 de diciembre y que después de dos días aún intentan controlar. La conflagración se dio en el páramo Pan de Azúcar, ubicado en el nororiente de Cundinamarca.
Las llamas comenzaron en predios deshabitados de la zona y actualmente tratan de ser controladas por los cuerpos de Bomberos de Sesquilé, Guasca, Suesca y Cogua. Los socorristas cuentan con el acompañamiento de brigadas ambientales de la Corporación Autónoma Regional (CAR), equipos de la Cruz Roja y de una delegación de la administración municipal.
Lea también: Con cerca de 6 mil huecos tapados, así avanza el Plan de Choque en Bogotá
De acuerdo con las autoridades, el incendio está parcialmente controlado y en las últimas horas se efectúan labores de control a los llamados puntos calientes, que podrían reactivarse a causa de los fuertes vientos que se registran en la región.
Por el momento, se desconoce el origen del incendio y el número exacto de hectáreas que se vieron afectadas. Sin embargo, de acuerdo con denuncias ciudadanas, las llamas podrían haber arrasado alrededor de 40 hectáreas de vegetación del páramo.
“No sabemos cuál fue el origen y será parte de la investigación posterior al control de la situación. Hay que aclarar que lo que sucede en estas zonas se debe a la altura, donde los vientos son muy fuertes, lo que propaga rápidamente las llamas”, detalló el Secretario de Planeación de Sesquilé, Henry Castro, a El Espectador.
Podría interesarle: Aumentan a $50 millones recompensa por información sobre asesinato de Natalia Castillo
El Páramo de Pan de Azúcar hace parte de la jurisdicción de la CAR, y se caracteriza por la presencia de colchones de musgo, frailejones, águilas y venados, entre otros ecosistemas. Además, juega un papel importante en el abastecimiento de agua para los municipios de Guatavita y Sesquilé.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
En el municipio de Sesquilé, equipos de bomberos y brigadas ambientales intentan controlar un incendió forestal, que comenzó el pasado 25 de diciembre y que después de dos días aún intentan controlar. La conflagración se dio en el páramo Pan de Azúcar, ubicado en el nororiente de Cundinamarca.
Las llamas comenzaron en predios deshabitados de la zona y actualmente tratan de ser controladas por los cuerpos de Bomberos de Sesquilé, Guasca, Suesca y Cogua. Los socorristas cuentan con el acompañamiento de brigadas ambientales de la Corporación Autónoma Regional (CAR), equipos de la Cruz Roja y de una delegación de la administración municipal.
Lea también: Con cerca de 6 mil huecos tapados, así avanza el Plan de Choque en Bogotá
De acuerdo con las autoridades, el incendio está parcialmente controlado y en las últimas horas se efectúan labores de control a los llamados puntos calientes, que podrían reactivarse a causa de los fuertes vientos que se registran en la región.
Por el momento, se desconoce el origen del incendio y el número exacto de hectáreas que se vieron afectadas. Sin embargo, de acuerdo con denuncias ciudadanas, las llamas podrían haber arrasado alrededor de 40 hectáreas de vegetación del páramo.
“No sabemos cuál fue el origen y será parte de la investigación posterior al control de la situación. Hay que aclarar que lo que sucede en estas zonas se debe a la altura, donde los vientos son muy fuertes, lo que propaga rápidamente las llamas”, detalló el Secretario de Planeación de Sesquilé, Henry Castro, a El Espectador.
Podría interesarle: Aumentan a $50 millones recompensa por información sobre asesinato de Natalia Castillo
El Páramo de Pan de Azúcar hace parte de la jurisdicción de la CAR, y se caracteriza por la presencia de colchones de musgo, frailejones, águilas y venados, entre otros ecosistemas. Además, juega un papel importante en el abastecimiento de agua para los municipios de Guatavita y Sesquilé.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.