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Luego de tres días en el parque del Tercer Milenio, el grupo de indígenas embera katío llegó a un acuerdo con el Distrito y representantes del Gobierno Nacional para dejar el espacio, al que llegaron ante las dificultades para pagar arriendos en la ciudad.
En el acuerdo la Secretaría de Gobierno, junto a la Personería delegada para las víctimas, se comprometió a validar las familias que llegaron al costado occidental del parque, sobre la avenida Caracas, en la que se asentaron con palos y plásticos negros, como ya había ocurrido el año pasado.
Por su parte, la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación extenderá las ayudas de alojamiento e incluirá a las familias que acaban de llegar a la ciudad, quienes además harán parte de la ruta de atención inmediata humanitaria del Distrito, mientras que Integración Social hará entrega de mercados hasta agosto.
Ante la reiterada llegada de los indígenas al parque, la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación resaltó la importancia de la participación del Gobierno Nacional “ya que las condiciones económicas, sociales y de seguridad en los territorios ancestrales del pueblo embera no garantizan su permanencia en condiciones dignas en el territorio, y el desplazamiento del pueblo embera hacia la capital pone en grave riesgo su pervivencia cultural”.
Por ello, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas dispuso el agendamiento de citas a las cabezas de las familias para determinar si les interesa el retorno y la reubicación, así como revisar el estado de su caso en el Registro Único de Víctimas, para determinar las ayudas e indemnizaciones administrativas.
Ante esto, los indígenas salieron en la tarde de este viernes 16 de julio del Tercer Milenio, mientras que para el próximo 5 y 6 de agosto se acordaron nuevos encuentros, liderados por el Gobierno Nacional para definir la ruta de atención. “Nuevamente nos vamos a ubicar en Ciudad Bolívar durante dos meses, mientras se da el retorno y reubicación”, indicó Leonival Campo, líder embera katío.
Este grupo de indígenas es el mismo que se asentó en el Tercer Milenio durante casi tres meses, pidiendo la ayuda del Gobierno Nacional y Distrito, ante las precariedades que tuvieron que vivir por las cuarentenas del año pasado. Se trató de 128 familias que han recibido subsidios de arriendo de la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación en los últimos nueve meses.
En abril de este año un nuevo grupo llegó al parque, la mayoría de los cuales eran personas que llegaron recientemente a la ciudad, por lo que fueron incluidas en el paquete de ayudas del Distrito, en el que se han invertido $477 millones en arriendos.
En tan solo los primeros tres meses del año, a la ciudad llegaron alrededor de 6.500 indígenas desplazados a la capital, que se suman a los 13.084 que el Registro Único de Víctimas reportaba en la ciudad.
