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La reforma laboral que plantea el Gobierno Nacional, cuya discusión y trámite continúa en el Senado de la República, podría aumentar la tasa de desempleo juvenil de la capital del país.
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Así lo advierte un informe publicado por el programa de derecho de la sede Bogotá de la Universidad de San Buenaventura, el cual señala que el proyecto de ley podría causar un efecto ‘boomerang’ en la generación de nuevas vacantes laborales destinadas para jóvenes.
Alejandra Cuervo Ángel, profesora de derecho laboral de la institución educativa y autora del informe, señala cinco razones que explican en detalle la afectación que la reforma laboral generaría en el panorama de empleo juvenil que se ofrece en la ciudad.
En contexto, vale recordad que, a la fecha, luego que este proyecto de ley pasara por la Plenaria de la Cámara de Representantes, fueron aprobados 81 artículos. No obstante, aún le quedan dos debates: uno en la Comisión Séptima del Senado y otro en Plenaria de esa corporación. El plazo para que esta iniciativa sea aprobada y pase a sanción presidencial vence el 20 de junio de 2025.
1. Cambios en los contratos de los aprendices SENA
Las micro, pequeñas y medianas empresas son las mayores promotoras de empleo juvenil en la capital del país. Según el reporte ‘Una Mirada a las Mipymes en Colombia de BBVA Research de 2024′, este tipo de compañías generan el 79 % de las plazas de trabajo (de 5 a 5.5 millones de empleos formales) y de ellas cerca del 65 % están ocupadas por jóvenes de la ciudad.
“Si se tiene en cuenta el impacto negativo que tendrían por causa de la reforma laboral, por ejemplo, un incremento entre un 17 y 34 % de los costos no laborales, que las llevaría a restringir sus plantas de personal, se calcula, de acuerdo con la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), que se podría disminuir en más de un 50 % el empleo juvenil en la capital del país”, comenta Cuervo.
2. Cambios en los contratos de los aprendices SENA
Los jóvenes son quienes se beneficiarían de dicha regulación al contar con la aprobación de un contrato que se dividirá en dos etapas: una lectiva y otra práctica, con una duración máxima de 36 meses. En la fase teórica, recibirán el 60 % de un salario mínimo, y en la fase práctica, un sueldo mínimo, más prestaciones y seguridad social. Sin duda una buena noticia para esa fuerza laboral que hasta ahora empieza a contribuir a la economía nacional; no obstante, su costo para las empresas podría ser devastador. De hecho, según el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO), Jaime Alberto Cabal, esta medida ocasionaría un aumento en los costos salariales hasta de $5 billones.
Para la profesora, “este punto representa un impacto negativo en el empleo juvenil de Bogotá e implica un incremento hasta del 50 % en la carga administrativa para los empresarios y un aumento entre el 20 y el 25 % en los costos adicionales de nómina. En otras palabras, si se tratara de nivelar costos, las compañías de la ciudad preferirían contratar mano de obra calificada en vez de jóvenes en etapa de aprendizaje”.
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3. Incremento anual del 8 % en el PIB para las MiPymes y emprendimientos
Esto a raíz de que se aumentarían en aproximadamente un 30 % los costos operativos en estas empresas y como consecuencia se incrementaría de un 3 a un 5% el desempleo juvenil.
“Los anteriores cálculos estadísticos corresponden al análisis que hicieron recientemente la Asociación Nacional de Industriales de Colombia (ANDI) y la Asociación Nacional de Comercio Exterior (ANALDEX), quienes advierten que esta iniciativa podría costarle a las empresas y emprendimientos un incremento anual en el PIB, lo que significaría un impacto negativo para el empleo de las nuevas generaciones. ¿La razón? “La aplicación de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial (IA) y la automatización que, si bien son herramientas claves para mejorar la producción de las empresas, son también la causa de incentivos económicos lo suficientemente atractivos para que los empleadores sustituyan la fuerza laboral existente por herramientas más productivas a menos costo y que cumplen con las mismas funciones”, explica.
4. Reducción de la jornada diurna, que se extendería hasta las 7 p.m., aumentaría los costos laborales en un 9 %
Actualmente la jornada ordinaria laboral termina a las 9 p.m., es decir que con la implementación de este nuevo articulado se reduciría en 2 horas. A esto se suma el incremento en un 100 % del pago de dominicales y festivos, lo que también pondría en serios aprietos a los empresarios.
“Si bien este punto favorece el bienestar de los trabajadores bogotanos también impone un aumento en el ajuste de los pagos de salarios que tienen que asumir las empresas en la ciudad, lo que causaría un incremento hasta del 9 % en los costos no laborales, motivando a los empleadores a realizar recortes de personal para nivelar sus finanzas, lo que ocasionaría un mayor desempleo juvenil y niveles más altos de informalidad”, agrega la docente.
5. Licencias por incapacidad relacionada con síntomas asociados al ciclo menstrual (la menstruación)
Si bien esta es una excelente noticia para el 52 % de la población colombiana, que está conformada por mujeres, pues mejora sus condiciones laborales, esto podría desestimular la generación de empleo femenino, pues para los empleadores no sería rentable contratar a mujeres debido a ese proceso de licencia del cual gozaría mes a mes, lo que ocasionaría un aumento en los costos no laborales entre un 8 y un 10 %.
“La inclusión de la que habla la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, no sería entonces la premisa mayor, al contrario, ésta se utilizaría como un factor determinante en las empresas para elegir contratar a los hombres y apartar a las mujeres de dichos acuerdos, en especial por los costos no salariales más los otros que causarían la contratación de personal temporal. En otras palabras, para el empleador resultaría mejor vincular mano de obra que no tenga que ausentarse de su puesto de trabajo de forma permanente”, puntualiza la autora del informe.
Según el DANE, en el trimestre comprendido entre abril y junio de este año, la tasa de desocupación de la población joven (es decir, personas,entre los 15 y 28 años), alcanzó el 18,1%, lo que representa un aumento de 0,8 puntos porcentuales en comparación con el mismo trimestre del 2023. “Este incremento contrasta con la leve mejoría en la tasa de ocupación, que apenas registró un aumento de 0,3 puntos porcentuales, situándose en 48,4%” señaló recientemente el concejal Armando Gutiérrez.
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