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En Colombia los hombres y las mujeres no tienen las mismas oportunidades, o por lo menos eso es lo que muestran diversas cifras que evidencian una brecha de género. Una de estas es la del desempleo, en el que el no tener trabajo es una realidad más presente en ellas (18,4 % para la ciudad de Bogotá) que en ellos (14,2 %).
Según Datos aportados a este medio por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en Colombia hay tres millones de jóvenes entre los 14 y 28 años que no estudian ni trabajan (los denominados ‘ninis’), de los cuales dos terceras partes son mujeres, quienes en un 60 % están dedicadas a hacer labores de aseo en la casa.
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Y es que al parecer la influencia de los estereotipos y los roles de género siguen teniendo un peso considerable, pues un informe publicado por la Universidad Salesiana detalla que de los cerca de 5.000 ingenieros que se han graduado en los últimos cinco años en la ciudad, tan solo el 14 % son mujeres.
La institución educativa detalló que para su investigación analizó y cruzó información del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), del Observatorio Laboral para la Educación (OLE) del Ministerio de Educación, del Sistema Público de Empleo (SPE) y de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), entre otras fuentes.
Si bien la brecha es considerablemente alta, el informe también aclara que la misma se ha ido cerrando con el paso de los años, aunque a ritmo lento. También detalla que un comportamiento similar se repite en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
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“Según la UNESCO, solo el 30% de las mujeres hoy escogen este tipo de áreas para estudiar en la universidad, evidenciando que este género aún se encuentra muy rezagado en cuestión de representantes en programas STEM”, agrega el informe, que detalla que las preferencias laborales de las mujeres hacia carreras relacionadas a sectores como la minería, las industrias extractivas, las obras públicas, la seguridad, el transporte siguen siendo bajas.
Para el decano de la Facultad de Ingeniería de la Fundación Universitaria Salesiana, esta brecha se presenta por los prejuicios y estereotipos de género que tienen una gran influencia al momento de elegir qué profesión estudiar.
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El análisis también concluye que este fenómeno está impidiendo a que las mujeres accedan a mejores remuneraciones económicas, pues aquellas carreras que tradicionalmente han sido consideradas “como de mujeres” tienen un salario más bajo que las otras.
“Por ejemplo, una mujer que termina una Licenciatura en Biología tiene 43% de posibilidades de obtener un empleo el día que se gradúa, con un promedio salarial de $1′200.000. En contraste, con una que estudia Ingeniería Eléctrica que tiene 95% de posibilidades de contar con un empleo el día del grado, con un promedio salarial cercano a los $2′800.000″, comenta Navarro.
Sin embargo, no todas las ingenierías presentan una brecha marcada y negativa para las mujeres, pues de acuerdo al OLE, de 2010 a 2019, la ingeniería administrativa tuvo más mujeres graduadas que hombres, con 2.281 egresadas frente a 1.466 hombres; lo propio se presentó en ingeniería industrial, con 3.106 contra 1.682; ingeniería ambiental, 16.030 frente a 9.889; ingeniería biomédica, 1.491 contra 1.320; e ingeniería química, 6.169 frente a 4.674.
Por otro lado, las ingenierías en las que menos participación femenina hay en el número de graduados son ingeniería civil, pues en esta se graduaron 1.822 hombres contra 850 mujeres; ingeniería de sistemas e informática, 5.102 frente a 1.375; ingeniería electrónica y de telecomunicaciones, 1.760 contra 307; ingeniería eléctrica, 1.026 frente a 102; e ingeniería mecánica, 3.833 contra 506.
“Este fenómeno se debe a algunas fallas que permanecen en la cultura, donde se induce a las mujeres a ser tranquilas, vanidosas y a dedicarse a las tareas de cuidado, que son menos valoradas por la sociedad, mientras que los hombres deben ser fuertes, competitivos y desempeñarse en profesiones más técnicas y en cargos de poder, que son las carreras más valoradas por la sociedad. Un ejemplo de esto son los marcados estereotipos en los juguetes, pues suelen relacionarse los videojuegos y la tecnología desde edades tempranas al género masculino. Otro escenario es el relacionado a las labores de dirección de obra, en los que aún son comunes los comentarios que consideran a la mujer como incapaz de tomar decisiones y realizar tareas con la misma efectividad que un hombre”, señala Germán Pardo, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros.
En cuanto a las principales universidades de la capital, el análisis encontró que en la Universidad de los Andes, de los 5.000 estudiantes de programas de ingeniería en los últimos cinco años, solo el 33 % han sido mujeres. En la Universidad Javeriana, de los 2.783 alumnos inscritos en estas disciplinas, el 30,94 % han sido mujeres.
El bajo porcentaje de participación femenina en estas carreras se repite en otras universidades como la Distrital (24,7 %), y en la Escuela Colombiana de Ingeniería (32 %).
“Los resultados de este informe prenden las alarmas de la academia, pues vale la recordar la importancia que tienen las mujeres para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el país; y ponen entre dicho la igualdad de género y su empoderamiento en la sociedad”, concluye la Universidad Salesiana.