Alta densidad peatonal y de vehículos, así como deficiencias en la señalización y medidas de prevención, son algunos de los factores de riesgo. / Mauricio Alvarado
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Caminar es la forma más elemental de los seres humanos para movilizarse, lo que ha influido en la planeación de las ciudades con andenes, puentes exclusivos, “cebras”, entre otros. Pese a los esfuerzos por contar con mejor infraestructura, en Bogotá ser peatón se ha vuelto un riesgo: en los últimos dos años se duplicaron las víctimas fatales.
Por Fernan Fortich
Periodista con enfoque en temas ambientales, posthumanistas y sociales.@fernanfortichrffortich@elespectador.com
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