¿Izquierda, centro o derecha? El menú de candidatos que quieren ganar la Alcaldía de Bogotá
Faltando seis meses para las elecciones locales surgen opciones para reemplazar a Claudia López en el Palacio Liévano. Expertos hablan de cómo será esta campaña local y qué podrían esperar los electores.
Laura C. Peralta Giraldo
Cristian Camilo Perico Mariño
Faltando seis meses para las elecciones regionales y conocer el reemplazo de Claudia López en la Alcaldía de Bogotá, el ámbito político de la capital se agita con mayor intensidad. Desde el martes, día del encuentro de precandidatos organizado por la sección Bogotá de El Espectador, hubo movidas políticas en la carrera por el Palacio Liévano, entre declinaciones y nuevas aspiraciones, que ampliaron la baraja. A la fecha, partidos políticos y coaliciones siguen sin definir sus candidatos únicos, aunque empiezan a resaltar nombres, que seguro se la jugarán hasta el final.
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Faltando seis meses para las elecciones regionales y conocer el reemplazo de Claudia López en la Alcaldía de Bogotá, el ámbito político de la capital se agita con mayor intensidad. Desde el martes, día del encuentro de precandidatos organizado por la sección Bogotá de El Espectador, hubo movidas políticas en la carrera por el Palacio Liévano, entre declinaciones y nuevas aspiraciones, que ampliaron la baraja. A la fecha, partidos políticos y coaliciones siguen sin definir sus candidatos únicos, aunque empiezan a resaltar nombres, que seguro se la jugarán hasta el final.
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Consultamos a politólogos para conocer su opinión sobre esta contienda, quienes coinciden en que el escenario, en este punto, es diferente al de hace cuatro años. Mientras en esa época ya había candidatos definidos, en esta oportunidad la campaña apenas calienta motores y hay nombres en el tintero, que podrían confirmar su participación en las próximas semanas, moviendo el panorama electoral. De momento, así está el partidor en la carrera por la Alcaldía de Bogotá.
Izquierda
¿El triunfo que obtuvo la izquierda en las elecciones presidenciales y legislativas de 2022 se repetirá para las locales? Esta es una de las mayores preguntas en la contienda por la Alcaldía de Bogotá, sumada a si hay realmente una candidatura fuerte por este espectro político. Aunque hay aspirantes por los partidos que integran la coalición del Pacto Histórico, el reto para rodear a uno solo será grande.
El último en anunciar su deseo de ser el alcalde fue el exsenador Gustavo Bolívar, quien asegura que, tras la salida de Guillermo Alfonso Jaramillo (Colombia Humana) al ser nombrado ministro de Salud, “se acortan las posibilidades del Pacto Histórico para ganar la Alcaldía de Bogotá”. Si bien Bolívar indicó que para oficializar su candidatura solo le falta reunirse con el presidente Gustavo Petro, hay otras figuras que siguen dudando o se mantendrán firmes hasta que, de manera democrática, se elija la carta oficial de la izquierda.
El pronunciamiento del exsenador no solo revivió la posible aspiración del periodista y excandidato Hollman Morris, también dejó ver el llamado de los concejales Heidy Sánchez (Unión Patriótica) y Carlos Carrillo (Polo Democrático) a realizar una consulta interna para elegir al candidato legítimo.
“Que se abra el debate en torno a cuál será el mecanismo para escoger la candidatura única del Pacto Histórico a la Alcaldía. En política nada está acordado, hasta que todo esté acordado”, afirmó la cabildante Sánchez, mientras Carrillo sostuvo que en junio se realizará el mecanismo democrático. Ahora bien, con una valla publicitaria en la avenida Boyacá, con el mensaje “El Alcalde debió ser Hollman”, el 27 de abril volvió a sonar la aspiración de Morris, quien finalmente no obtuvo la gerencia de RTVC.
Para Yann Basset, profesor de la Universidad del Rosario, en la izquierda no hay liderazgos fuertes y arraigados con la ciudad: “Gustavo Bolívar es relativamente nuevo en este escenario, aunque tiene alcance nacional; Hollman Morris es una figura un poco desgastada y los concejales Carrillo y Sánchez tienen una implantación local que podría limitar el alcance de sus candidaturas. No es un terreno muy favorable para la izquierda en el ámbito local”.
De otro lado, el politólogo Mauricio Jaramillo considera que la izquierda sufrirá un desgaste local, debido a su llegada al Ejecutivo y su crecimiento en el Legislativo: “El voto castigo a quien gobierna ha sido el común denominador y el reto es más complejo, aun cuando se ve una izquierda dividida de cara a los comicios y una derecha que, a priori, le toma la delantera”.
A su vez, Basset plantea que, aunque en Bogotá hay una cantidad de votos significativos, “si la esperanza de la izquierda es trasladar el éxito de las elecciones nacionales a las locales, eso no va a pasar”. Está por verse si los capitalinos se mantendrán en la tendencia que se ha marcado en las últimas dos décadas del voto a la centro-izquierda o si esta intención podría virar hacia una centro-derecha, que tiene la oportunidad de crecer desde su postura de oposición.
Centro
De los espectros políticos, el centro parece ser el más rezagado y dividido. En las elecciones de 2022, partidos como la Alianza Verde y el resurgido Nuevo Liberalismo evidenciaron falta de cohesión entre sus militantes y ausencia de protagonismo con respecto a las otras orillas políticas.
Para Basset, este bloque podría perder relevancia y no llegar a la segunda vuelta a la Alcaldía de Bogotá. “Hay resignación en este momento y la actitud es de pasividad. El centro no cree mucho en sus opciones y está dejando el terreno a un candidato de izquierda y a uno de centro-derecha”.
Concejales como María Fernanda Rojas, Martín Rivera y Lucía Bastidas, que aspiran a obtener el aval de la Alianza Verde para la contienda, demuestran los amplios matices de la colectividad y las diferentes posturas en que apoyan o critican la gestión de la alcaldesa Claudia López, integrante del partido.
Pese a esta falta de unidad de pensamiento, si algo caracteriza a los aspirantes actuales es que no se muestran “como posibles sucesores de la alcaldía de López, lo que limita el alcance de este bloque, que generalmente es fuerte en Bogotá, pero ahora ni siquiera ha definido candidato”, dice Basset. Aunque se hablaba de Carlos Amaya, exgobernador de Boyacá, como la carta de la alcaldesa López, integrantes del grupo verde aseguran que las intenciones de Amaya están en repetir Gobernación y que la alcaldesa estaría pensando en no promover a un sucesor.
La decisión de quién será el candidato de la Alianza Verde quedará en manos de la ciudadanía, que el próximo 25 de junio podrá participar en una consulta popular y votar por su representante, según informó el Comité Ejecutivo Nacional. Así las cosas, la votación se llevará a cabo cuatro días antes de que se abran las inscripciones de candidatos ante la Registraduría.
Por otro lado, se espera que el exconcejal Carlos Fernando Galán defina finalmente si le apostará por segunda vez consecutiva a la Alcaldía y si, en caso de hacerlo, contará con el sí de su partido Nuevo Liberalismo o buscaría “la bendición” de Cambio Radical, partido en el que militaba antes de que se le devolviera la personería jurídica a su actual movimiento político.
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Derecha
De manera oficial esta orilla política no ha planteado cuál será el rostro que apoyará en las urnas. Hasta el momento, los partidos tradicionales de derecha no le han dado el aval a ningún candidato. Sin embargo, entre las nueve opciones que hay, Diego Molano, exconcejal y exministro de Defensa militante del Centro Democrático, es el representante que más encarna y defiende su línea ideológica, a pesar de que afirma que se va a la contienda por recolección de firmas.
En este aspecto, es clave recordar que su nombre salió a flote como la carta para aspirar al segundo cargo de elección popular más importante en el país en la Segunda Cumbre Nacional de Patriotas, realizada como cónclave por el partido del expresidente Álvaro Uribe, en octubre del año pasado.
Pero no es el único en este espectro político. Para Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados en Ciencia Política de la Universidad Javeriana, Rodrigo Lara se podría contemplar en esta orilla, pues “su trayectoria lo ha demostrado más inclinado hacia la derecha que al mismo centro”.
Su nombre estaría junto a quienes ubica en la centro-derecha que, según la experta, incluye a Lucía Bastidas y Juan Daniel Oviedo. “Si bien, la primera es del partido Alianza Verde, sus posiciones apuntan a la defensa de las posturas de Peñalosa, quien es de derecha. En el caso de Oviedo, vemos a un candidato técnico, que prestó servicios al gobierno Duque y ha estado vinculado al entonces partido de gobierno; pero que también ha sido un abanderado de la causa LGBT. Esto lo ubica un poco al centro con tendencia a la derecha”, explica.
En términos generales, Muñoz afirma que el electorado en Bogotá se caracteriza por ser un nicho de voto de opinión, lo que se traduce en que es una decisión tomada a partir del perfil del candidato y no por las posibilidades que tenga de ganar.
De esta manera, el comportamiento histórico en las urnas capitalinas ha reflejado una contradicción frente a las decisiones nacionales; pero esto no denota que en esta ocasión el voto castigo (contra el actual Gobierno) sea una realidad, sino solo una hipótesis.
Punto en el que Muñoz difiere de Jaramillo: “Se podría pensar que ante los crecientes niveles de desfavorabilidad e inconformidad con la gestión del presidente, el voto castigo revierta la tendencia a la izquierda en Bogotá; pero no estaría tan segura de que va a ocurrir. La capital ha apoyado a candidatos de izquierda con posiciones liberales y progresistas en las últimas elecciones; de manera que podríamos tener la sorpresa de que el candidato que logre encarnar estas ideas e interpretar el malestar de los bogotanos sea el de mayor acogida”, expone la abogada, con maestría en Estudios Políticos.
Si bien algunos analistas han planteado que los remesones en el gabinete ministerial del presidente Gustavo Petro podrían incidir en el electorado, Muñoz cree que la trascendencia al elegir por quién votar la tendrán los problemas locales que vive el capitalino promedio, de manera que el panorama de la intención de voto es ambiguo.
Dicho esto, habrá que ver cuál es la propuesta política de estos tres precandidatos, que podrían apostarle a dos escenarios: defender posturas radicales, para representar los principios de quienes se identifican con la derecha, u optar por posiciones moderadas que permitan reunir a quienes se identifican con posiciones tradicionales mesuradas.
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