Jardines nocturnos, una solución a la mendicidad de menores en Bogotá
Cerca del 27% de los niños y niñas en el país que pasan la mayoría de su tiempo en calle se encuentran en Bogotá. Conozca acá cómo funciona este servicio gratuito del Distrito para proteger a los menores de edad de la mendicidad ajena.
Uno de los principales desafíos para enfrentar el abuso y maltrato de niños y niñas de comunidades vulnerables, es asegurar que estén en espacios seguros, y así evitar que caigan en fenómenos de trata de personas, como es la mendicidad de menores asociada a la trata de personas.
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Cerca 11 mil niños en Bogotá pasan la gran mayoría de su tiempo en la calle, de acuerdo con estimaciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); situación que aumenta su vulnerabilidad y dificulta la protección de sus derechos.
Según el último censo de la Secretaría de Integración Social (SDIS), al menos 2 mil niños han sido identificados en condición de mendicidad en la capital, donde se han identificado puntos críticos como la carrera Séptima entre la Plaza de Bolívar, la Plaza de mercado de Paloquemao, el Terminal de Transporte del Salitre, la carrera 30 con calle 19, entre otros.
Como relató el columnista Alberto López de Mesa, en denuncia publicada en este diario, la problemática de la mendicidad ajena en la capital se agudiza debido a de las condiciones de vulnerabilidad de familias con empleos nocturnos que prestan a los menores a cambio del alquiler de una habitación.
“El trato es que ella alimenta y cuida los niños, mientras ellos trabajan, pero es como si los empeñara, porque los alquila a quienes trabajamos en el retaque. Usted sabe que cargando un chiquitín la gente se conmueve y dan mejores limosnas. Nos cobra $30.000 por la jornada de cinco horas”, relató una mujer, que conoce el funcionamiento de estas casas, en la denuncia de López de Mesa.
Podría interesarle: ¿Qué está haciendo el Distrito para evitar la mendicidad de menores en Bogotá?
De esta manera, madres y padres de familia, que trabajan en actividades y labores nocturnas como la vigilancia, la venta ambulantes, o incluso la prostitución, al no tener quién les cuide a sus hijos y por sus necesidades económicas terminan participando de manera indirecta en lo que es un delito.
Aunque la Corte Constitucional aclaró en 2014 que la mendicidad no da lugar a sanciones penales, pues no se puede criminalizar la pobreza, en el Código de Infancia y la Adolescencia se ordena que los niños, las niñas y los adolescentes deben ser especialmente protegidos contra su utilización en la mendicidad.
En ese sentido, cabe recordar los servicios con lo que cuentan los habitantes de la capital de país para el cuidado de menores y evitar que pasen las noches en la calle. Actualmente, la ciudad cuenta con 22 puntos de atención para la infancia y adolescencia que se encuentra en riesgo o condición de mendicidad y trabajo infantil; y para el caso del cuidado nocturno con 34 jardines infantiles gratuitos con horario nocturno que operan desde las 5:00 p.m. hasta las 6:00 a.m.
¿Cómo funcionan y cómo inscribirse a los jardines nocturnos?
Los jardines nocturnos distritales hacen parte la atención a la población infantil por parte de la SDIS, destinado para personas cabeza de familia tengan trabajo de horario nocturno y no tengan quién cuide a sus hijos.
“Esto hace parte del Sistema Distrital de Cuidado para redistribuir, reconocer y asumir el cuidado para que las familias, sobre todo las mujeres puedan realizar sus actividades académicas y laborales y de esta manera tener la seguridad y la confianza que el niño y la niña está en el mejor sitio”, aseguró Luis Hernando Parra, subdirector para la infancia de la SDIS durante la apertura de un nuevo jardín.
En este espacio los niños y niñas beneficiarías recibirán alimentación (de acuerdo al horario) acompañamiento psicológico, y espacios adecuados para su cuidado y que puedan descansar en lugar seguro durante la noche.
Lea también: Menores de edad, blanco de explotación y trata de personas
Los jardines nocturnos cuentan con 9.146 cupos para menores de seis años, y a los cuales los padres podrán inscribirse a través de los siguientes requisitos:
- Fotocopia legible del registro civil.
- Fotocopia legible de los documentos de identidad del núcleo familiar.
- Fotocopia legible del recibo de un servicio público del lugar donde habita la niña o el niño.
- Carné de salud o certificado de asistencia a la consulta de valoración integral de salud y desarrollo de la constancia de afiliación en salud.
- Fotocopia legible de vinculación a salud vigente.
- Fotocopia carné de vacunación al día de acuerdo con la edad.
- Certificado médico actualizado donde conste el estado de salud de la niña o el niño.
Las personas interesadas podrán buscar el jardín nocturno más cercano a su residencia a través de la página de la Secretaría de Integración Social. Por su parte, la entidad recordó que cualquier denuncia de vulneración de derechos de un niño, niña o adolescente la puede hacer a través de la línea de atención 141.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Uno de los principales desafíos para enfrentar el abuso y maltrato de niños y niñas de comunidades vulnerables, es asegurar que estén en espacios seguros, y así evitar que caigan en fenómenos de trata de personas, como es la mendicidad de menores asociada a la trata de personas.
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Cerca 11 mil niños en Bogotá pasan la gran mayoría de su tiempo en la calle, de acuerdo con estimaciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); situación que aumenta su vulnerabilidad y dificulta la protección de sus derechos.
Según el último censo de la Secretaría de Integración Social (SDIS), al menos 2 mil niños han sido identificados en condición de mendicidad en la capital, donde se han identificado puntos críticos como la carrera Séptima entre la Plaza de Bolívar, la Plaza de mercado de Paloquemao, el Terminal de Transporte del Salitre, la carrera 30 con calle 19, entre otros.
Como relató el columnista Alberto López de Mesa, en denuncia publicada en este diario, la problemática de la mendicidad ajena en la capital se agudiza debido a de las condiciones de vulnerabilidad de familias con empleos nocturnos que prestan a los menores a cambio del alquiler de una habitación.
“El trato es que ella alimenta y cuida los niños, mientras ellos trabajan, pero es como si los empeñara, porque los alquila a quienes trabajamos en el retaque. Usted sabe que cargando un chiquitín la gente se conmueve y dan mejores limosnas. Nos cobra $30.000 por la jornada de cinco horas”, relató una mujer, que conoce el funcionamiento de estas casas, en la denuncia de López de Mesa.
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De esta manera, madres y padres de familia, que trabajan en actividades y labores nocturnas como la vigilancia, la venta ambulantes, o incluso la prostitución, al no tener quién les cuide a sus hijos y por sus necesidades económicas terminan participando de manera indirecta en lo que es un delito.
Aunque la Corte Constitucional aclaró en 2014 que la mendicidad no da lugar a sanciones penales, pues no se puede criminalizar la pobreza, en el Código de Infancia y la Adolescencia se ordena que los niños, las niñas y los adolescentes deben ser especialmente protegidos contra su utilización en la mendicidad.
En ese sentido, cabe recordar los servicios con lo que cuentan los habitantes de la capital de país para el cuidado de menores y evitar que pasen las noches en la calle. Actualmente, la ciudad cuenta con 22 puntos de atención para la infancia y adolescencia que se encuentra en riesgo o condición de mendicidad y trabajo infantil; y para el caso del cuidado nocturno con 34 jardines infantiles gratuitos con horario nocturno que operan desde las 5:00 p.m. hasta las 6:00 a.m.
¿Cómo funcionan y cómo inscribirse a los jardines nocturnos?
Los jardines nocturnos distritales hacen parte la atención a la población infantil por parte de la SDIS, destinado para personas cabeza de familia tengan trabajo de horario nocturno y no tengan quién cuide a sus hijos.
“Esto hace parte del Sistema Distrital de Cuidado para redistribuir, reconocer y asumir el cuidado para que las familias, sobre todo las mujeres puedan realizar sus actividades académicas y laborales y de esta manera tener la seguridad y la confianza que el niño y la niña está en el mejor sitio”, aseguró Luis Hernando Parra, subdirector para la infancia de la SDIS durante la apertura de un nuevo jardín.
En este espacio los niños y niñas beneficiarías recibirán alimentación (de acuerdo al horario) acompañamiento psicológico, y espacios adecuados para su cuidado y que puedan descansar en lugar seguro durante la noche.
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Los jardines nocturnos cuentan con 9.146 cupos para menores de seis años, y a los cuales los padres podrán inscribirse a través de los siguientes requisitos:
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- Fotocopia legible de los documentos de identidad del núcleo familiar.
- Fotocopia legible del recibo de un servicio público del lugar donde habita la niña o el niño.
- Carné de salud o certificado de asistencia a la consulta de valoración integral de salud y desarrollo de la constancia de afiliación en salud.
- Fotocopia legible de vinculación a salud vigente.
- Fotocopia carné de vacunación al día de acuerdo con la edad.
- Certificado médico actualizado donde conste el estado de salud de la niña o el niño.
Las personas interesadas podrán buscar el jardín nocturno más cercano a su residencia a través de la página de la Secretaría de Integración Social. Por su parte, la entidad recordó que cualquier denuncia de vulneración de derechos de un niño, niña o adolescente la puede hacer a través de la línea de atención 141.
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