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Jenny Paola Cifuentes García quedó expuesta ante las autoridades en junio de 2020, cuando fue detenida y procesada por el delito de hurto calificado y agravado. Desde ese momento, la Fiscalía inició un arduo proceso por intentar establecer su culpabilidad, el cual concluyó solo hasta finales de 2021, cuando fue condenada a seis años de prisión.
Durante las diligencias judiciales, Cifuentes García había estado recluida en un centro de detención transitorio, del cual salió el primero de septiembre de este año. El traslado fue con destino a la cárcel de mujeres el Buen Pastor, ubicada en la localidad de Barrio Unidos, en donde apenas duró 13 días, tiempo que le fue suficiente para idear un plan que le permitiera escapar de la justicia.
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Según las primeras versiones, la fuga de Jenny Paola se habría dado la noche del 13 de septiembre de este año, pero solo hasta la mañana siguiente, en el conteo matutino de reclusas, es que se estableció que la mujer no había pasado la noche en la celda. Todo parece indicar que, aprovechando el cambio de guardia, la mujer logró burlar a la ley y dirigirse hasta una garita que estaba sin custodia para descender por una soga, aparentemente de fabricación artesanal.
La fuga no solo llamó la atención por la facilidad de cómo la sentenciada salió del penal, sino porque ese mismo día, Daniel Fernando Gutiérrez fue nombrado nuevo director del Inpec por el presidente Gustavo Petro. El teniente coronel llegó en reemplazo de Tito Castellanos, el antiguo funcionario que había presentado su renuncia el pasado 23 de agosto.
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Llegado el nuevo director, las autoridades desplegaron un intenso operativo por la capital y sus alrededores, lo que les permitió identificar las primeras pistas que llevaron a los uniformados hasta Ibagué (Tolima). La recaptura estuvo a cargo del personal de guardia del centro carcelario de mujeres de Bogotá y miembros de la Unidad Investigativa, un grupo de élite que fue creado recientemente por el Inpec.
Jenny Paola Cifuentes García duró prófuga de la justicia cerca de 107 días, hasta el grupo de búsqueda logró hallarla, a pesar de su cambio de apariencia, en zona rural de Ibagué, a unas tres horas de la capital del país. Se presume que la mujer llegó hasta ese punto del departamento vecino para intentar ocultarse mientras buscaba la forma de trasladarse a otra ciudad fuera del radar de las autoridades.
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Datos entregados por el Inpec, señalan que en la última década cerca de 7.064 presos con detención domiciliaria se han fugado, otros 1.505 lo han hecho durante los permisos de 72 horas que les conceden, mientras que 1.290 reclusos han burlado a la ley a pesar de tener brazalete de vigilancia electrónica. Por otra parte, 39 personas se han fugado de hospitales y 25 lo han hecho mientras son trasladados a audiencias o citas médicas.
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