La alcaldesa reaccionó de manera oportuna ante la crisis: presidenta del Concejo de Bogotá
Hace una semana el Concejo de Bogotá empezó a trabajar, en sesiones extraordinarias, para elegir a los presidentes de cada comisión y adelantar algunas discusiones y debates de control político que tenían pendientes. Este año preside la corporación la concejal María Fernanda Rojas, quien habla de sus retos y propósitos durante esta nueva etapa.
Desde hace una semana, María Fernanda Rojas (Alianza Verde) preside la primera mesa directiva de la historia del Concejo de Bogotá integrada en su totalidad por mujeres. La concejal fue elegida en diciembre de 2020 por las 13 bancadas como nueva presidenta de una corporación que se enfrenta a varios retos, sobre todo relacionados con la gestión de la pandemia y a su vez la reactivación económica de la capital.
Para eso, la principal tarea del Concejo este año será hacer una exhausta vigilancia a la ejecución de los proyectos aprobados en 2020, como el Plan de Desarrollo, el Plan Marshall, el cupo de endeudamiento y el presupuesto 2021, así como discutir los grandes planes que presentará el Distrito. En ese último apartado aparece el que sin duda será el gran proyecto a debatir este año: el nuevo Plan de Ordenamiento territorial (POT).
En todos estos propósitos será clave el papel de Rojas, quien tendrá como misión expedir las resoluciones para ordenar y coordinar las labores y velar por el buen funcionamiento del Concejo. De eso y más habla la nueva presidenta en esta entrevista, en la que detalla cómo llega al puesto que el año pasado estuvo ocupado por el concejal Carlos Fernando Galán y cuáles serán sus mayores retos y objetivos para este año.
¿Cómo recibió la presidencia del Concejo?
Este ha sido un Concejo que nunca dejó de sesionar pese a la crisis generada por el Covid-19. Al contrario, esta situación nos llevó a reaccionar rápidamente a la coyuntura. En 2020 hicimos aproximadamente 250 sesiones, sacamos adelante 40 Acuerdos para la ciudad aprobados en plenaria y avanzamos en 14 más que se aprobaron en las comisiones. Si se revisa el histórico, pese a la virtualidad, estuvimos por encima de años anteriores (2019: 23, 2018: 37, 2017: 35, 2016: 28). En 2020 se radicaron más de 400 proyectos de acuerdo y cerca de 800 proposiciones para hacer control político.
Y aprovechamos las herramientas virtuales para acercar la labor del Concejo a la gente, a través de un laboratorio de participación, que incluyó asambleas ciudadanas donde las personas presentaron propuestas para temas cruciales de la ciudad en interacción con los concejales. Recibo un Concejo que estuvo a la altura y uno de los desafíos será mejorar aún ese nivel.
¿Cuáles son sus principales retos presidiendo la Corporación?
En primer lugar, la ciudad, en su conjunto, tiene el gran reto de superar esta crisis generada por la pandemia. La Corporación debe trabajar en equipo para vigilar y aportar a las medidas que el Distrito ha dispuesto para ello, hacerle seguimiento al plan de vacunación en Bogotá, a la ejecución de los grandes proyectos urbanos, a las medidas para la reactivación económica y a la planeación de la post pandemia.
Desde la presidencia brindaré todas las garantías para el control político e impulsaré el papel del Concejo como un gestor de iniciativas para sacar adelante a la ciudad. Una labor que debe estar conectada con la ciudadanía, que debe apoyarse en las herramientas tecnológicas y, en la medida en que las condiciones lo permitan, en la presencialidad en el territorio.
Además, la mesa directiva, que comparto con Gloria Díaz y Carolina Arbeláez, será cercana a las luchas, necesidades y proyectos de las mujeres de la ciudad.
¿Sobre qué aspectos habrá que hacer el mayor control este año?
La ejecución debe ser uno de los temas sobre los que hagamos mayor control. En 2020 aprobamos proyectos importantes que este año deben andar al mejor ritmo posible para brindar oportunidades de reactivación, recuperación del empleo y apoyo a los sectores más afectados por la crisis. Avanzar en las grandes obras y proyectos de ciudad es definitivo y les haremos seguimiento detallado. Estas inversiones además deben redundar en oportunidades de empleo y educación, en una buena proporción para las mujeres y los jóvenes, que han sido poblaciones altamente afectadas durante la emergencia sanitaria.
Sin duda, también haremos control muy de cerca al plan adoptado por el Distrito para mejorar la seguridad en 2021, sobre todo en lo relacionado con hurtos, especialmente de bicicletas, celulares, motos y al comercio.
Comparto también la preocupación de varios concejales por el plan de vacunación en Bogotá. La ciudad necesita respuestas del Gobierno nacional sobre las fechas y las cantidades de que dispondrá; el Distrito debe prepararse para garantizar la logística.
¿Qué proyectos clave se discutirán este año?
El proyecto más esperado es el POT y la administración ha dicho que lo radicará en el segundo semestre. Las decisiones que tomemos en ese Plan de Ordenamiento Territorial tienen efectos directos en el territorio y en los habitantes de la ciudad. Grandes temas nos esperan en ese debate: el futuro de la estructura ecológica principal, los bordes urbanos, el tipo de movilidad urbana regional que tendremos, el relleno sanitario o, más bien, el modelo de gestión de residuos, la revitalización urbana, hacer renovación más allá de los planes parciales, la protección a moradores originales y los instrumentos que le generen recursos a Bogotá para financiar el desarrollo urbano, por mencionar algunos. O sea, una enorme parte del futuro de la ciudad se define allí, por eso es tan importante que se garantice la participación ciudadana en el proceso.
De la mano con el POT, está la discusión regional. Este plan debe pensar la articulación concertada con los municipios de la región. También será sometida a aprobación del Concejo la incorporación de Bogotá a la región metropolitana, mientras que en el Congreso de la República se tramitará la ley orgánica. Estamos frente a la oportunidad de cambios muy importantes.
¿Cómo lograr que los grandes proyectos no tengan un trámite difícil en el Concejo, como ocurrió el año pasado con el Plan Marshall y otros?
Tenemos que hacer una revisión del reglamento, ya hay propuestas en ese sentido y la claridad de que es una tarea inmediata. Pero, al contrario, me parece que el balance fue bastante positivo para la administración el año pasado. Los proyectos estratégicos que presentó fueron aprobados, los aportes de los concejales mejoraron las propuestas iniciales y la ciudad quedó con las herramientas necesarias para garantizar las inversiones y enfrentar en buena medida la crisis. Pese a las naturales diferencias ideológicas representadas en el Concejo, hay coincidencias en propósitos comunes para enfrentar los retos del momento. La política, hoy más que nunca, debe ser un camino para construir.
¿Cómo promoverá sus temas como ambiente, bicicletas y demás desde la presidencia del Concejo?
Afortunadamente, ya son temas de interés común en el Concejo, la agenda política se ha modernizado, de la mano con una mayor participación de mujeres (somos 15 de 45) y con la renovación que ha venido teniendo el Cabildo.
Desde la Presidencia impulsaré el uso de la bicicleta en condiciones adecuadas para los ciclistas, promuevo el tema desde hace años y, como usuaria, sé lo que es estar en sus zapatos. Nos importa bastante en el Concejo que se avance en combatir el robo de bicicletas y hemos aprobado inversiones en ese sentido que deberán reflejarse en las cifras y en la percepción.
El tema ambiental es central en la agenda global y urbana. Bogotá tiene grandes desafíos para la adaptación al cambio climático y la pandemia nos está dejando lecciones fuertes en este campo, aprendizajes que debemos convertir en propuestas concretas, como se ha venido haciendo, aunque hay que multiplicarlas. El escenario del POT es ideal para generar una amplia deliberación de ciudad; buscaré los espacios para que el conocimiento de la academia y el ambientalismo jueguen un papel relevante en esta discusión. Como concejala, una de mis apuestas es que Bogotá adopte la figura de Bosques Urbanos, lo propuse desde el Plan de Desarrollo y sería un sueño hecho realidad.
¿Qué proyectos grandes presentará la bancada de Alianza Verde?
Sin contar con nuevos proyectos que radiquemos para las próximas sesiones ordinarias, la bancada tiene alrededor de 50 iniciativas, naturalmente, muchas de ellas sobre temas ambientales (infraestructura verde, paneles solares, conservación del río Bogotá, protección animal, sustitución del asbesto, fauna silvestre, menús sostenibles), movilidad sostenible (bicicleta, cruces peatonales seguros), salud pública, espacio público y vendedores informales, empleabilidad para sectores vulnerables, también varios proyectos sobre deportes y expresiones culturales, soberanía alimentaria, aulas inteligentes y ciudadanía digital.
Esperamos también que entre las extraordinarias de enero y las ordinarias de febrero logremos aprobar varios proyectos de la bancada sobre calidad del aire, la estrategia Compra Bogotá, prohibición de la comercialización de animales vivos en plazas, prácticas laborales y prohibición de plásticos de un solo uso.
¿Cómo se piensa fortalecer la bancada de Gobierno, y más teniendo en cuenta que al interior hay algunos concejales que están más hacia la oposición?
El diálogo con la administración sobre los temas que son la agenda prioritaria de las bancadas de gobierno (Alianza Verde y Polo Democrático) es clave. En el caso de los verdes, hemos pedido siempre que haya información sobre los proyectos y los asuntos que emergen en la coyuntura, por ejemplo, frente a este segundo pico de la pandemia, tener claro el sustento y el impacto de las medidas que se tomaron, así como la disponibilidad real de camas UCI. Es natural y saludable que haya distintas perspectivas, somos 12, pero tenemos en común un programa que suscribimos en elecciones, así que seguiremos trabajando por su cumplimiento.
¿Cómo califica el manejo que ha dado el Distrito a la pandemia?
La alcaldesa Claudia López ha demostrado un sobresaliente liderazgo y reaccionó de manera oportuna ante la crisis. Crear Bogotá Solidaria en Casa en unas pocas semanas es un hito destacado en medio de la tradición colombiana de letargo institucional. Se apoyó en epidemiólogos y en información científica disponible para tomar decisiones que resultaron necesarias. Cielos Abiertos también fue una iniciativa importante que le dio un respiro a un sector muy importante en la economía bogotana, así como la apertura gradual a otros sectores.
Como país, hemos permitido que se consolide por décadas un modelo inequitativo, con una precaria política social y ambiental y esto, con una crisis como la actual, pasa cuenta de cobro. Más allá de Bogotá, debemos exigir reformas profundas en el país, así sí haríamos realidad la frase de que de toda crisis sale una oportunidad.
No puedo dejar de mencionar en este apretado resumen un paso muy importante que si bien estaba en el programa de gobierno, se aceleró como respuesta a la agudización de esa otra pandemia que ya existía y que sigue siendo invisible, la inequidad y la violencia contra las mujeres. Bogotá avanzó en estos primeros meses en las “manzanas de cuidado”, en el Sistema Distrital de Cuidado y en la transversalización del enfoque de género. Se priorizaron ocho derechos de las mujeres en la nueva política pública y velaremos porque esto se traduzca en acciones concretas.
Hay que exigirle al Distrito que redoble esfuerzos en la promoción del auto cuidado y en el control al cumplimiento de las medidas de bioseguridad. La transición entre el año pasado y éste, por distintos factores, llevó al relajamiento de esas prácticas que fuimos aprendiendo, pasó acá y en muchas ciudades del mundo, pero tenemos que retomarlas, hace falta una estrategia de cultura ciudadana territorializada. Aún después de la vacuna, tendremos que seguir haciéndolo.
¿Cómo ha sido la labor del Concejo mediada por la virtualidad?
Un proceso de rápida adaptación, con jornadas más intensas y aprendizaje continuo para aprovechar las herramientas tecnológicas, no sólo para las sesiones, sino también para reuniones de voceros y de bancadas, comisiones accidentales, asambleas ciudadanas, foros y múltiples espacios de interacción con las comunidades. Siempre que las condiciones lo permiten, combinamos con la semi presencialidad; tenemos protocolos para que una parte del Concejo pueda asistir al recinto y otra lo haga en simultánea de manera remota. Ha funcionado bien ese esquema. Aprobamos proyectos claves como el Plan de Desarrollo, el Plan Marshall, el cupo de endeudamiento y el presupuesto 2021 después de intensos debates e invitando agremiaciones y organizaciones ciudadanas a participar en los mismos.
¿Qué quedó pendiente por aprobar el año pasado?
Quedaron pendientes 22 proyectos de Acuerdo que pasaron el primer debate en sus respectivas comisiones y que se discutirán este año en plenaria. Lo haremos en algunas sesiones de las extraordinarias de enero y en las ordinarias de febrero.
¿En qué queda la elección del contralor?
El actual Contralor ejercerá por un período corto, hasta febrero del 2022, debido a que el Acto Legislativo 04 de 2019 determinó que los períodos de cuatro años de los contralores no podrían coincidir con los de los alcaldes, para lo cual estableció que quienes fueran escogidos en la siguiente elección estarían solo dos años en el cargo. En el segundo semestre de 2021 debemos iniciar el proceso para elegir al siguiente funcionario, que sí podrá actuar por el período completo.
* * *
¿Quién es Maria Fernanda Rojas?
La nueva presidenta del Concejo, ha tenido dos pasos por la corporación (2013-2015 y 2018 a la actualidad). Tiene 22 años de experiencia profesional en el sector público y ha sido también conferencista, profesora e investigadora universitaria. Rojas empezó su carrera en el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo de la U. de los Andes (CIDER), el Centro de Estudios Sociales de la U. Nacional y el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana. Fue promotora de la iniciativa ciudadana Voto Inteligente de 1997 a 1998.
En su trayectoria como funcionaria pública desempeñó cargos en la Veeduría Distrital, el Congreso de la República y la Secretaría General de la Alcaldía. Entre 2008 y 2011 fue edilesa de la localidad de Teusaquillo, donde desarrolló proyectos sobre ordenamiento territorial, ambiente, defensa del espacio público y transparencia. En 2012 fue nombrada directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), entidad sumida en ese entonces en una profunda crisis por el “Carrusel de la contratación”. En el IDU, Rojas adelantó varios proyectos como contratar los estudios del metro pesado, iniciar el cable aéreo de Ciudad Bolívar y destrabar unos 200 frentes de obra que se encontraban detenidos, entre ellos la Calle 26.
Su primer período como concejala fue entre 2013 y 2015, en el que se destacó por realizar control político y social en temas como movilidad, ordenamiento territorial y medio ambiente. Una de sus grandes obsesiones ha sido promover el uso de la bicicleta, y fue durante este primer periodo en el que presentó un proyecto de acuerdo para hacerlo realidad, pero la iniciativa no contó respaldo suficiente. Sin embargo, con el apoyo de las entonces congresistas Claudia López y Angélica Lozano, López logró tramitar en el Congreso la hoy conocida como Ley 1811 de 201, mejor conocida como Ley probici.
Volvió al Concejo en 2018 para continuar con su defensa del medio ambiente. Como iniciativas recordadas, impulsó un acuerdo para garantizar el inicio progresivo de la transición a tecnologías de cero emisiones en el transporte y fue una de las voces más sólidas en el control político a la administración del exalcalde Enrique Peñalosa.
Rojas es comunicadora social y periodista de la Universidad de la Sabana, tiene una especialización en Opinión Pública de la Universidad Javeriana y terminó sus estudios de Maestría en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Universidad Externado de Colombia. también recibió entrenamiento en Planeación Estratégica de TCC Group y por estos días está terminando la carrera de derecho, en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Desde hace una semana, María Fernanda Rojas (Alianza Verde) preside la primera mesa directiva de la historia del Concejo de Bogotá integrada en su totalidad por mujeres. La concejal fue elegida en diciembre de 2020 por las 13 bancadas como nueva presidenta de una corporación que se enfrenta a varios retos, sobre todo relacionados con la gestión de la pandemia y a su vez la reactivación económica de la capital.
Para eso, la principal tarea del Concejo este año será hacer una exhausta vigilancia a la ejecución de los proyectos aprobados en 2020, como el Plan de Desarrollo, el Plan Marshall, el cupo de endeudamiento y el presupuesto 2021, así como discutir los grandes planes que presentará el Distrito. En ese último apartado aparece el que sin duda será el gran proyecto a debatir este año: el nuevo Plan de Ordenamiento territorial (POT).
En todos estos propósitos será clave el papel de Rojas, quien tendrá como misión expedir las resoluciones para ordenar y coordinar las labores y velar por el buen funcionamiento del Concejo. De eso y más habla la nueva presidenta en esta entrevista, en la que detalla cómo llega al puesto que el año pasado estuvo ocupado por el concejal Carlos Fernando Galán y cuáles serán sus mayores retos y objetivos para este año.
¿Cómo recibió la presidencia del Concejo?
Este ha sido un Concejo que nunca dejó de sesionar pese a la crisis generada por el Covid-19. Al contrario, esta situación nos llevó a reaccionar rápidamente a la coyuntura. En 2020 hicimos aproximadamente 250 sesiones, sacamos adelante 40 Acuerdos para la ciudad aprobados en plenaria y avanzamos en 14 más que se aprobaron en las comisiones. Si se revisa el histórico, pese a la virtualidad, estuvimos por encima de años anteriores (2019: 23, 2018: 37, 2017: 35, 2016: 28). En 2020 se radicaron más de 400 proyectos de acuerdo y cerca de 800 proposiciones para hacer control político.
Y aprovechamos las herramientas virtuales para acercar la labor del Concejo a la gente, a través de un laboratorio de participación, que incluyó asambleas ciudadanas donde las personas presentaron propuestas para temas cruciales de la ciudad en interacción con los concejales. Recibo un Concejo que estuvo a la altura y uno de los desafíos será mejorar aún ese nivel.
¿Cuáles son sus principales retos presidiendo la Corporación?
En primer lugar, la ciudad, en su conjunto, tiene el gran reto de superar esta crisis generada por la pandemia. La Corporación debe trabajar en equipo para vigilar y aportar a las medidas que el Distrito ha dispuesto para ello, hacerle seguimiento al plan de vacunación en Bogotá, a la ejecución de los grandes proyectos urbanos, a las medidas para la reactivación económica y a la planeación de la post pandemia.
Desde la presidencia brindaré todas las garantías para el control político e impulsaré el papel del Concejo como un gestor de iniciativas para sacar adelante a la ciudad. Una labor que debe estar conectada con la ciudadanía, que debe apoyarse en las herramientas tecnológicas y, en la medida en que las condiciones lo permitan, en la presencialidad en el territorio.
Además, la mesa directiva, que comparto con Gloria Díaz y Carolina Arbeláez, será cercana a las luchas, necesidades y proyectos de las mujeres de la ciudad.
¿Sobre qué aspectos habrá que hacer el mayor control este año?
La ejecución debe ser uno de los temas sobre los que hagamos mayor control. En 2020 aprobamos proyectos importantes que este año deben andar al mejor ritmo posible para brindar oportunidades de reactivación, recuperación del empleo y apoyo a los sectores más afectados por la crisis. Avanzar en las grandes obras y proyectos de ciudad es definitivo y les haremos seguimiento detallado. Estas inversiones además deben redundar en oportunidades de empleo y educación, en una buena proporción para las mujeres y los jóvenes, que han sido poblaciones altamente afectadas durante la emergencia sanitaria.
Sin duda, también haremos control muy de cerca al plan adoptado por el Distrito para mejorar la seguridad en 2021, sobre todo en lo relacionado con hurtos, especialmente de bicicletas, celulares, motos y al comercio.
Comparto también la preocupación de varios concejales por el plan de vacunación en Bogotá. La ciudad necesita respuestas del Gobierno nacional sobre las fechas y las cantidades de que dispondrá; el Distrito debe prepararse para garantizar la logística.
¿Qué proyectos clave se discutirán este año?
El proyecto más esperado es el POT y la administración ha dicho que lo radicará en el segundo semestre. Las decisiones que tomemos en ese Plan de Ordenamiento Territorial tienen efectos directos en el territorio y en los habitantes de la ciudad. Grandes temas nos esperan en ese debate: el futuro de la estructura ecológica principal, los bordes urbanos, el tipo de movilidad urbana regional que tendremos, el relleno sanitario o, más bien, el modelo de gestión de residuos, la revitalización urbana, hacer renovación más allá de los planes parciales, la protección a moradores originales y los instrumentos que le generen recursos a Bogotá para financiar el desarrollo urbano, por mencionar algunos. O sea, una enorme parte del futuro de la ciudad se define allí, por eso es tan importante que se garantice la participación ciudadana en el proceso.
De la mano con el POT, está la discusión regional. Este plan debe pensar la articulación concertada con los municipios de la región. También será sometida a aprobación del Concejo la incorporación de Bogotá a la región metropolitana, mientras que en el Congreso de la República se tramitará la ley orgánica. Estamos frente a la oportunidad de cambios muy importantes.
¿Cómo lograr que los grandes proyectos no tengan un trámite difícil en el Concejo, como ocurrió el año pasado con el Plan Marshall y otros?
Tenemos que hacer una revisión del reglamento, ya hay propuestas en ese sentido y la claridad de que es una tarea inmediata. Pero, al contrario, me parece que el balance fue bastante positivo para la administración el año pasado. Los proyectos estratégicos que presentó fueron aprobados, los aportes de los concejales mejoraron las propuestas iniciales y la ciudad quedó con las herramientas necesarias para garantizar las inversiones y enfrentar en buena medida la crisis. Pese a las naturales diferencias ideológicas representadas en el Concejo, hay coincidencias en propósitos comunes para enfrentar los retos del momento. La política, hoy más que nunca, debe ser un camino para construir.
¿Cómo promoverá sus temas como ambiente, bicicletas y demás desde la presidencia del Concejo?
Afortunadamente, ya son temas de interés común en el Concejo, la agenda política se ha modernizado, de la mano con una mayor participación de mujeres (somos 15 de 45) y con la renovación que ha venido teniendo el Cabildo.
Desde la Presidencia impulsaré el uso de la bicicleta en condiciones adecuadas para los ciclistas, promuevo el tema desde hace años y, como usuaria, sé lo que es estar en sus zapatos. Nos importa bastante en el Concejo que se avance en combatir el robo de bicicletas y hemos aprobado inversiones en ese sentido que deberán reflejarse en las cifras y en la percepción.
El tema ambiental es central en la agenda global y urbana. Bogotá tiene grandes desafíos para la adaptación al cambio climático y la pandemia nos está dejando lecciones fuertes en este campo, aprendizajes que debemos convertir en propuestas concretas, como se ha venido haciendo, aunque hay que multiplicarlas. El escenario del POT es ideal para generar una amplia deliberación de ciudad; buscaré los espacios para que el conocimiento de la academia y el ambientalismo jueguen un papel relevante en esta discusión. Como concejala, una de mis apuestas es que Bogotá adopte la figura de Bosques Urbanos, lo propuse desde el Plan de Desarrollo y sería un sueño hecho realidad.
¿Qué proyectos grandes presentará la bancada de Alianza Verde?
Sin contar con nuevos proyectos que radiquemos para las próximas sesiones ordinarias, la bancada tiene alrededor de 50 iniciativas, naturalmente, muchas de ellas sobre temas ambientales (infraestructura verde, paneles solares, conservación del río Bogotá, protección animal, sustitución del asbesto, fauna silvestre, menús sostenibles), movilidad sostenible (bicicleta, cruces peatonales seguros), salud pública, espacio público y vendedores informales, empleabilidad para sectores vulnerables, también varios proyectos sobre deportes y expresiones culturales, soberanía alimentaria, aulas inteligentes y ciudadanía digital.
Esperamos también que entre las extraordinarias de enero y las ordinarias de febrero logremos aprobar varios proyectos de la bancada sobre calidad del aire, la estrategia Compra Bogotá, prohibición de la comercialización de animales vivos en plazas, prácticas laborales y prohibición de plásticos de un solo uso.
¿Cómo se piensa fortalecer la bancada de Gobierno, y más teniendo en cuenta que al interior hay algunos concejales que están más hacia la oposición?
El diálogo con la administración sobre los temas que son la agenda prioritaria de las bancadas de gobierno (Alianza Verde y Polo Democrático) es clave. En el caso de los verdes, hemos pedido siempre que haya información sobre los proyectos y los asuntos que emergen en la coyuntura, por ejemplo, frente a este segundo pico de la pandemia, tener claro el sustento y el impacto de las medidas que se tomaron, así como la disponibilidad real de camas UCI. Es natural y saludable que haya distintas perspectivas, somos 12, pero tenemos en común un programa que suscribimos en elecciones, así que seguiremos trabajando por su cumplimiento.
¿Cómo califica el manejo que ha dado el Distrito a la pandemia?
La alcaldesa Claudia López ha demostrado un sobresaliente liderazgo y reaccionó de manera oportuna ante la crisis. Crear Bogotá Solidaria en Casa en unas pocas semanas es un hito destacado en medio de la tradición colombiana de letargo institucional. Se apoyó en epidemiólogos y en información científica disponible para tomar decisiones que resultaron necesarias. Cielos Abiertos también fue una iniciativa importante que le dio un respiro a un sector muy importante en la economía bogotana, así como la apertura gradual a otros sectores.
Como país, hemos permitido que se consolide por décadas un modelo inequitativo, con una precaria política social y ambiental y esto, con una crisis como la actual, pasa cuenta de cobro. Más allá de Bogotá, debemos exigir reformas profundas en el país, así sí haríamos realidad la frase de que de toda crisis sale una oportunidad.
No puedo dejar de mencionar en este apretado resumen un paso muy importante que si bien estaba en el programa de gobierno, se aceleró como respuesta a la agudización de esa otra pandemia que ya existía y que sigue siendo invisible, la inequidad y la violencia contra las mujeres. Bogotá avanzó en estos primeros meses en las “manzanas de cuidado”, en el Sistema Distrital de Cuidado y en la transversalización del enfoque de género. Se priorizaron ocho derechos de las mujeres en la nueva política pública y velaremos porque esto se traduzca en acciones concretas.
Hay que exigirle al Distrito que redoble esfuerzos en la promoción del auto cuidado y en el control al cumplimiento de las medidas de bioseguridad. La transición entre el año pasado y éste, por distintos factores, llevó al relajamiento de esas prácticas que fuimos aprendiendo, pasó acá y en muchas ciudades del mundo, pero tenemos que retomarlas, hace falta una estrategia de cultura ciudadana territorializada. Aún después de la vacuna, tendremos que seguir haciéndolo.
¿Cómo ha sido la labor del Concejo mediada por la virtualidad?
Un proceso de rápida adaptación, con jornadas más intensas y aprendizaje continuo para aprovechar las herramientas tecnológicas, no sólo para las sesiones, sino también para reuniones de voceros y de bancadas, comisiones accidentales, asambleas ciudadanas, foros y múltiples espacios de interacción con las comunidades. Siempre que las condiciones lo permiten, combinamos con la semi presencialidad; tenemos protocolos para que una parte del Concejo pueda asistir al recinto y otra lo haga en simultánea de manera remota. Ha funcionado bien ese esquema. Aprobamos proyectos claves como el Plan de Desarrollo, el Plan Marshall, el cupo de endeudamiento y el presupuesto 2021 después de intensos debates e invitando agremiaciones y organizaciones ciudadanas a participar en los mismos.
¿Qué quedó pendiente por aprobar el año pasado?
Quedaron pendientes 22 proyectos de Acuerdo que pasaron el primer debate en sus respectivas comisiones y que se discutirán este año en plenaria. Lo haremos en algunas sesiones de las extraordinarias de enero y en las ordinarias de febrero.
¿En qué queda la elección del contralor?
El actual Contralor ejercerá por un período corto, hasta febrero del 2022, debido a que el Acto Legislativo 04 de 2019 determinó que los períodos de cuatro años de los contralores no podrían coincidir con los de los alcaldes, para lo cual estableció que quienes fueran escogidos en la siguiente elección estarían solo dos años en el cargo. En el segundo semestre de 2021 debemos iniciar el proceso para elegir al siguiente funcionario, que sí podrá actuar por el período completo.
* * *
¿Quién es Maria Fernanda Rojas?
La nueva presidenta del Concejo, ha tenido dos pasos por la corporación (2013-2015 y 2018 a la actualidad). Tiene 22 años de experiencia profesional en el sector público y ha sido también conferencista, profesora e investigadora universitaria. Rojas empezó su carrera en el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo de la U. de los Andes (CIDER), el Centro de Estudios Sociales de la U. Nacional y el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana. Fue promotora de la iniciativa ciudadana Voto Inteligente de 1997 a 1998.
En su trayectoria como funcionaria pública desempeñó cargos en la Veeduría Distrital, el Congreso de la República y la Secretaría General de la Alcaldía. Entre 2008 y 2011 fue edilesa de la localidad de Teusaquillo, donde desarrolló proyectos sobre ordenamiento territorial, ambiente, defensa del espacio público y transparencia. En 2012 fue nombrada directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), entidad sumida en ese entonces en una profunda crisis por el “Carrusel de la contratación”. En el IDU, Rojas adelantó varios proyectos como contratar los estudios del metro pesado, iniciar el cable aéreo de Ciudad Bolívar y destrabar unos 200 frentes de obra que se encontraban detenidos, entre ellos la Calle 26.
Su primer período como concejala fue entre 2013 y 2015, en el que se destacó por realizar control político y social en temas como movilidad, ordenamiento territorial y medio ambiente. Una de sus grandes obsesiones ha sido promover el uso de la bicicleta, y fue durante este primer periodo en el que presentó un proyecto de acuerdo para hacerlo realidad, pero la iniciativa no contó respaldo suficiente. Sin embargo, con el apoyo de las entonces congresistas Claudia López y Angélica Lozano, López logró tramitar en el Congreso la hoy conocida como Ley 1811 de 201, mejor conocida como Ley probici.
Volvió al Concejo en 2018 para continuar con su defensa del medio ambiente. Como iniciativas recordadas, impulsó un acuerdo para garantizar el inicio progresivo de la transición a tecnologías de cero emisiones en el transporte y fue una de las voces más sólidas en el control político a la administración del exalcalde Enrique Peñalosa.
Rojas es comunicadora social y periodista de la Universidad de la Sabana, tiene una especialización en Opinión Pública de la Universidad Javeriana y terminó sus estudios de Maestría en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Universidad Externado de Colombia. también recibió entrenamiento en Planeación Estratégica de TCC Group y por estos días está terminando la carrera de derecho, en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.