La apuesta de un tren de cercanías entre Bogotá y Cundinamarca: ¿En qué va?
Recientemented en rieles. ¿Cuáles son los avances? A pesar del entusiasmo que genera el proyecto, son aún varias las incertidumbres de los Regiotram de Occidente, Norte y Sur.
Fernan Fortich
Una de las principales apuestas de las administraciones actuales de Bogotá y del departamento de Cundinamarca es poner la movilidad en rieles. Con la puesta en marcha, al menos en etapas tempranas, del Metro de Bogotá y el Tren de Cercanías de la Sabana (denominado como Regiotram) la manera en que se mueven de los capitalinos y los cundinamarqueses parece estar proyectada a hacerse en vagones de trenes.
Mientras la construcción de líneas de metro en la capital acapará la mayoría de las miradas de los ciudadanos, quizá por ser un proyecto del que se ha hablado y debatido por más de 50 años, la implementación de una red férrea que una a la región Bogotá- Cundinamarca avanza también entre anuncios y cuestionamientos.
De hecho, según las fechas estimadas de entrega de los proyectos será el Regiotram de Occidente (que debe entrar en operación durante el segundo semestre de 2026), el que empezará a funcionar antes que el Metro de Bogotá (cuyas obras finalizarán en 2027).
A pesar de la lejanía de estas fechas, en 2022, los avances del Regiotram han sido notarios. En junio de este año, con una financiación asegurada, iniciaron las obras del patio taller en Facatativá y, tal como el Metro de Bogotá, se espera que a finales de año llegue un vagón modelo del tren que proyecta movilizar anualmente a más de 40 millones de cundinamarqueses.
En qué van los proyectos férreos de Bogotá
- Metro de Bogotá: mientras se asegura la segunda línea, la primera pasa a revisión
- Segunda línea del Metro de Bogotá: ¿cómo hacerla realidad más allá de celebrar su anuncio?
- La apuesta de un tren de cercanías entre Bogotá y Cundinamarca: ¿En qué va?
- Cronología 70 años hablando del metro en Bogotá
“Vamos a movilizar 30 mil pasajeros al día y este es un proyecto que se complementa con el anuncio que ha hecho la nación al departamento y a Bogotá, de la ampliación de la Calle 13, que tendrá cuatro carriles y que también va a tener Transmilenio”, manifestó Nicolás García, gobernador de Cundinamarca.
Sin embargo, para algunos expertos existen dudas e incertidumbres en torno al proyecto. Aunque las obras avanzan, las sostenibilidad de la operación del proyecto y su articulación con la capital del país siguen siendo dudas a resolver.
¿En qué van los proyectos?
El proyecto que presenta el mayor avance es el Regiotram de Occidente, que contará con ocho estaciones en la Sabana Centro de Cundinamarca, y otras nueve dentro de la capital del país, conectándose en su parte final con las futuras líneas del Metro de Bogotá.
Lea también: Estas serán las estaciones por donde pasará el Regiotram de Occidente
La financiación inicial del proyecto se encuentra asegurada desde finales de 2019. De esta manera, el proyecto cuenta con aportes por $1,91 billones (a pesos constantes de 2017) que provienen de la Nación ($1,32 millones) y de la Gobernación de Cundinamarca ($594.000 millones). Sin embargo, este no es el costo total del proyecto.
“El Proyecto Regiotram de Occidente durante las etapas de preconstrucción, construcción, operación y mantenimiento tiene un valor estimado de inversión de 5,3 billones de pesos. Esto incluye todos los costos relacionados con la estructuración, adjudicación, estudios y diseños definitivos, construcción, material rodante, mantenimiento, operación, administración, interventoría, gestión predial, costos financieros y servicios de la deuda”, aseguró Jeimmy Villamil, gerente de la Empresa Férrea Regional (EFR) de Cundinamarca.
Por su parte, en junio de 2022, iniciaron las obras en el Patio Taller en el sector de El Salitre, en el lote la cual es utilizada por el actual concesionario que opera el corredor Bogotá – Facatativa y Bogotá - Belencito, y que será el lugar de salida de la mayoría de los trenes del Regiotram de Occidente.
En el caso del Regiotram de Norte, los avances son aún pocos. Esta parte del proyecto, que será la segunda línea del Tren de Cercanías de la Sabana y que conectará al corazón de Bogotá con Chía, Cajicá y Zipaquirá, se encuentra aún en etapa de estudios de factibilidad, a pesar de que el contrato para este fin se adjudicó a finales de 2020.
“Es llamativo que ni siquiera se hayan definido aún las condiciones técnicas básicas del proyecto, luego de casi dos años de firmado el contrato y que se requiera aún, más de un año para tener la estructuración integral lista. Para dar una comparación: la estructuración de la línea dos del metro de Bogotá inicio en marzo de 2020 y espera terminar en junio de este año, un proyecto con mucha más complejidad que el Regiotram”, indicó la concejal Maria Fernanda Rojas (Alianza Verde).
De esta manera, el cronograma inicial ha sufrido algunos cambios. A pesar de se había anunciado que entraría a operar en 2024, ahora la fecha proyectada es para abril de 2026, con un concesión que iría hasta el año 2048.
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Por su parte, el Regiotram del Sur se encuentra aún en etapas de estudios, por lo que su entrada en operación estará más lejanas que las otros líneas del Regiotram.
¿Y la tarifa?
Uno de las principales preocupaciones en torno al funcionamiento del Regiotram es su sostenibilidad. Como lo ha señalado el Departamento de Planeación Nacional, comúnmente, los sistemas férreos de pasajeros no resultan autosostenibles, ya que los ingresos por concepto de la tarifa que se cobra a los usuarios no cubren, en la mayoría de los casos, los costos de operación y mantenimiento, ni tampoco los costos de capital de la infraestructura y del material rodante.
En esta línea también se encuentra Jose Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional. “Las principales interrogantes del Regiotram es la estimación de la demanda y los costos. Los estudios técnicos de la tarifa aún no están y la integración con el sistema de transporte público de Bogotá aún no se ha aclarado. Esto se necesita cuando antes. Vale señalar que las estimaciones de la demanda tienen que estar muy cercanas a lo real, para evitar lo que le paso al SITP zonal, que se quebró”, indica el experto en movilidad.
Frente a esto, la Empresa Férrea Regional indica que el proyecto fue estructurado de tal forma que los ingresos comerciales fueran suficientes para los costos operacionales. De esta manera, la EFR asegura que, a pesar de que aún no se ha definido la tarifa del pasaje en Regiotram, la Empresa Férrea Regional se espera que esta sea similar a la del servicio de los buses intermunicipales actuales.
Por otra parte, la demanda de pasajeros también es de preocupación para algunos expertos. En particular, la competencia con los buses intermunicipales y con los vehículos particulares parecen poner en riesgo la sostenibilidad de los Regiotram. Ante esto, la EFR asegurá estas modalidades de transporte no son competencia directa del proyecto.
“El proyecto Regiotram y las rutas intermunicipales no son competencia, más bien se complementan. Los buses intermunicipales entran por calle 13 hasta llegar a la avenida Las Américas, mientras que Regiotram va más al oriente por la calle 22 llegando al centro de la ciudad”, puntualizó Jeimmy Villamil, gerente de la Empresa Férrea Regional (EFR).
Lea también: Metro de Bogotá: “Lo que tardó décadas, lo hicimos en meses”, presidente Duque
Lo que es claro es que Regiotram, el primer tren de cercanías de Colombia, que será 100% eléctrico, se encuentra dentro del plan del Gobierno Nacional de reactivar el Sistema Férreo Nacional, que ha sido abandonado por décadas. En efecto, este es el caso de los “Regiotrams” que buscan recuperar las vías ya existentes, que hoy en día al transitar por la capital y por las vías de Cundinamarca que parecen el fantasma de otra época.
El reto de reactivar las vías férreas
Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Latinoamérica solo el 10% de los vagones que se movilizan en la región son utilizados para movilizar pasajeros. Este el caso de la capital y Cundinamarca, que sustituyeron al tranvía y al ferrocarril por buses BRT (buses de transporte rápido, por sus siglas en inglés) y rutas intermunicipales.
No obstante, esta decisión ha resultado costosa en términos de movilidad, en particular en la Bogotá-Región. Un trayecto en promedio de pasajeros de Bogotá a Cundinamarca en transporte público toma alrededor de 1 hora y 32 minutos. Por esta razón, dentro de este ambicioso proyecto de transporte se busca conectar a varios municipios con el corazón de Bogotá a través de rieles, disminuyendo los tiempos de traslados de tres horas a solo 59 minutos.
Para esto se busca reactivar las vías férreas, como las que existen en las inmediaciones de Plaza de Paloquemao, en el centro de la ciudad, o en la avenida del Ferrocarril, en Fontibón. Además de esto en Cundinamarca, también se recuperarán las antiguas estaciones de tren en Madrid y Facatativá, así como se utilizarán los rieles que actualmente atraviesan vías municipales de varios municipios del departamento.
Por el momento, las obras del Regiotram avanzan en la capital y departamento prometiendo revolucionar la movilidad en la Región. La financiación y estudios de factibilidad están, lo que viene ahora es hacerlos una realidad.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.
Una de las principales apuestas de las administraciones actuales de Bogotá y del departamento de Cundinamarca es poner la movilidad en rieles. Con la puesta en marcha, al menos en etapas tempranas, del Metro de Bogotá y el Tren de Cercanías de la Sabana (denominado como Regiotram) la manera en que se mueven de los capitalinos y los cundinamarqueses parece estar proyectada a hacerse en vagones de trenes.
Mientras la construcción de líneas de metro en la capital acapará la mayoría de las miradas de los ciudadanos, quizá por ser un proyecto del que se ha hablado y debatido por más de 50 años, la implementación de una red férrea que una a la región Bogotá- Cundinamarca avanza también entre anuncios y cuestionamientos.
De hecho, según las fechas estimadas de entrega de los proyectos será el Regiotram de Occidente (que debe entrar en operación durante el segundo semestre de 2026), el que empezará a funcionar antes que el Metro de Bogotá (cuyas obras finalizarán en 2027).
A pesar de la lejanía de estas fechas, en 2022, los avances del Regiotram han sido notarios. En junio de este año, con una financiación asegurada, iniciaron las obras del patio taller en Facatativá y, tal como el Metro de Bogotá, se espera que a finales de año llegue un vagón modelo del tren que proyecta movilizar anualmente a más de 40 millones de cundinamarqueses.
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“Vamos a movilizar 30 mil pasajeros al día y este es un proyecto que se complementa con el anuncio que ha hecho la nación al departamento y a Bogotá, de la ampliación de la Calle 13, que tendrá cuatro carriles y que también va a tener Transmilenio”, manifestó Nicolás García, gobernador de Cundinamarca.
Sin embargo, para algunos expertos existen dudas e incertidumbres en torno al proyecto. Aunque las obras avanzan, las sostenibilidad de la operación del proyecto y su articulación con la capital del país siguen siendo dudas a resolver.
¿En qué van los proyectos?
El proyecto que presenta el mayor avance es el Regiotram de Occidente, que contará con ocho estaciones en la Sabana Centro de Cundinamarca, y otras nueve dentro de la capital del país, conectándose en su parte final con las futuras líneas del Metro de Bogotá.
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La financiación inicial del proyecto se encuentra asegurada desde finales de 2019. De esta manera, el proyecto cuenta con aportes por $1,91 billones (a pesos constantes de 2017) que provienen de la Nación ($1,32 millones) y de la Gobernación de Cundinamarca ($594.000 millones). Sin embargo, este no es el costo total del proyecto.
“El Proyecto Regiotram de Occidente durante las etapas de preconstrucción, construcción, operación y mantenimiento tiene un valor estimado de inversión de 5,3 billones de pesos. Esto incluye todos los costos relacionados con la estructuración, adjudicación, estudios y diseños definitivos, construcción, material rodante, mantenimiento, operación, administración, interventoría, gestión predial, costos financieros y servicios de la deuda”, aseguró Jeimmy Villamil, gerente de la Empresa Férrea Regional (EFR) de Cundinamarca.
Por su parte, en junio de 2022, iniciaron las obras en el Patio Taller en el sector de El Salitre, en el lote la cual es utilizada por el actual concesionario que opera el corredor Bogotá – Facatativa y Bogotá - Belencito, y que será el lugar de salida de la mayoría de los trenes del Regiotram de Occidente.
En el caso del Regiotram de Norte, los avances son aún pocos. Esta parte del proyecto, que será la segunda línea del Tren de Cercanías de la Sabana y que conectará al corazón de Bogotá con Chía, Cajicá y Zipaquirá, se encuentra aún en etapa de estudios de factibilidad, a pesar de que el contrato para este fin se adjudicó a finales de 2020.
“Es llamativo que ni siquiera se hayan definido aún las condiciones técnicas básicas del proyecto, luego de casi dos años de firmado el contrato y que se requiera aún, más de un año para tener la estructuración integral lista. Para dar una comparación: la estructuración de la línea dos del metro de Bogotá inicio en marzo de 2020 y espera terminar en junio de este año, un proyecto con mucha más complejidad que el Regiotram”, indicó la concejal Maria Fernanda Rojas (Alianza Verde).
De esta manera, el cronograma inicial ha sufrido algunos cambios. A pesar de se había anunciado que entraría a operar en 2024, ahora la fecha proyectada es para abril de 2026, con un concesión que iría hasta el año 2048.
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Por su parte, el Regiotram del Sur se encuentra aún en etapas de estudios, por lo que su entrada en operación estará más lejanas que las otros líneas del Regiotram.
¿Y la tarifa?
Uno de las principales preocupaciones en torno al funcionamiento del Regiotram es su sostenibilidad. Como lo ha señalado el Departamento de Planeación Nacional, comúnmente, los sistemas férreos de pasajeros no resultan autosostenibles, ya que los ingresos por concepto de la tarifa que se cobra a los usuarios no cubren, en la mayoría de los casos, los costos de operación y mantenimiento, ni tampoco los costos de capital de la infraestructura y del material rodante.
En esta línea también se encuentra Jose Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional. “Las principales interrogantes del Regiotram es la estimación de la demanda y los costos. Los estudios técnicos de la tarifa aún no están y la integración con el sistema de transporte público de Bogotá aún no se ha aclarado. Esto se necesita cuando antes. Vale señalar que las estimaciones de la demanda tienen que estar muy cercanas a lo real, para evitar lo que le paso al SITP zonal, que se quebró”, indica el experto en movilidad.
Frente a esto, la Empresa Férrea Regional indica que el proyecto fue estructurado de tal forma que los ingresos comerciales fueran suficientes para los costos operacionales. De esta manera, la EFR asegura que, a pesar de que aún no se ha definido la tarifa del pasaje en Regiotram, la Empresa Férrea Regional se espera que esta sea similar a la del servicio de los buses intermunicipales actuales.
Por otra parte, la demanda de pasajeros también es de preocupación para algunos expertos. En particular, la competencia con los buses intermunicipales y con los vehículos particulares parecen poner en riesgo la sostenibilidad de los Regiotram. Ante esto, la EFR asegurá estas modalidades de transporte no son competencia directa del proyecto.
“El proyecto Regiotram y las rutas intermunicipales no son competencia, más bien se complementan. Los buses intermunicipales entran por calle 13 hasta llegar a la avenida Las Américas, mientras que Regiotram va más al oriente por la calle 22 llegando al centro de la ciudad”, puntualizó Jeimmy Villamil, gerente de la Empresa Férrea Regional (EFR).
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Lo que es claro es que Regiotram, el primer tren de cercanías de Colombia, que será 100% eléctrico, se encuentra dentro del plan del Gobierno Nacional de reactivar el Sistema Férreo Nacional, que ha sido abandonado por décadas. En efecto, este es el caso de los “Regiotrams” que buscan recuperar las vías ya existentes, que hoy en día al transitar por la capital y por las vías de Cundinamarca que parecen el fantasma de otra época.
El reto de reactivar las vías férreas
Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Latinoamérica solo el 10% de los vagones que se movilizan en la región son utilizados para movilizar pasajeros. Este el caso de la capital y Cundinamarca, que sustituyeron al tranvía y al ferrocarril por buses BRT (buses de transporte rápido, por sus siglas en inglés) y rutas intermunicipales.
No obstante, esta decisión ha resultado costosa en términos de movilidad, en particular en la Bogotá-Región. Un trayecto en promedio de pasajeros de Bogotá a Cundinamarca en transporte público toma alrededor de 1 hora y 32 minutos. Por esta razón, dentro de este ambicioso proyecto de transporte se busca conectar a varios municipios con el corazón de Bogotá a través de rieles, disminuyendo los tiempos de traslados de tres horas a solo 59 minutos.
Para esto se busca reactivar las vías férreas, como las que existen en las inmediaciones de Plaza de Paloquemao, en el centro de la ciudad, o en la avenida del Ferrocarril, en Fontibón. Además de esto en Cundinamarca, también se recuperarán las antiguas estaciones de tren en Madrid y Facatativá, así como se utilizarán los rieles que actualmente atraviesan vías municipales de varios municipios del departamento.
Por el momento, las obras del Regiotram avanzan en la capital y departamento prometiendo revolucionar la movilidad en la Región. La financiación y estudios de factibilidad están, lo que viene ahora es hacerlos una realidad.
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