La Avenida Carrera 68, la espina dorsal de Bogotá
Desde la construcción de esta vía, se catalogó como la “columna vertebral” de la ciudad, pues con ella la ciudad por fin habría encontrado su línea ecuatorial y se consideraba una frontera entre el oriente poblado y el occidente que apenas se estaba urbanizando.
Luis Alfredo Barón Leal
La carrera 68 es una de las principales avenidas de Bogotá. Fue construida hace 54 años y pareciera que hubiese sido concebida bajo el planteamiento de una estrategia policiva y militar. Cruza a Bogotá de suroccidente a nororiente y prácticamente comunica a la Escuela de Policía General Santander con la Escuela de Caballería del Ejército. Fue inaugurada el 7 de agosto de 1968 con la presencia del presidente de la república Carlos Lleras Restrepo, el alcalde Virgilio Barco y el arzobispo Aníbal Muñoz Duque, su apertura empezó a las 5:30 de la tarde con un desfile en carro que salió de la escuela de policía y terminó hacia las 7:30 de la noche con un coctel en la de caballería.
El acto se realizó al finalizar la tarde, ya que el objetivo era también encender por primera vez la iluminación nocturna de la vía. Para esta época iluminar las grandes avenidas de Bogotá resultaba ser todo un acontecimiento y en especial al occidente de la ciudad en campos tan oscuros y sin poblar. La primera dama Cecilia de la Fuente fue quien realizó el acto simbólico de oprimir el botón que encendió las luces de la avenida. Una multitud de gente de los barrios cercanos salió a ver la caravana presidencial y algunos participaron con sus propios autos. Esa misma noche se pusieron en funcionamiento para esta vía y otros lugares de la ciudad 400 nuevos buses de servicio público, de esos que más tarde serían apodados como “cebolleros”.
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La 68 fue planeada por lo menos desde 1961 con el Acuerdo 38 por el cual se ajustó el “Plan Vial Piloto del Distrito Especial de Bogotá” donde se caracterizaba como una vía longitudinal V-2 y su materialización se dio siete años más tarde. La alcaldía de Bogotá en cabeza del alcalde Virgilio Barco adoptó en 1968 el llamado “Plan Vial de Integración Urbana” en el cual se construyeron más de sesenta kilómetros de avenidas de alta capacidad y se reconstruyeron doscientos kilómetros de vías complementarias. La avenida carrera 68 fue la principal obra realizada de este plan vial, ya que cruzaba a Bogotá de norte a sur y beneficiaba a un centenar de barrios que para la época habían surgido como La Fragua, Ospina Pérez, Alcalá, Providencia, La Chamicera, Trinidad, Salazar Gómez, Las Granjas, El Salitre, La Estrada, Bellavista, La Virginia, San Fernando, Las Ferias, Julio Flórez, El Edén, los Andes, Rionegro, Pasadena y Santa Margarita, entre otros.
Uno de los objetivos primordiales de la vía fue la de servir de acceso al Campo Eucarístico construido para la celebración del XXXIX Congreso Eucarístico Internacional, donde posteriormente se desarrolló el Parque Simón Bolívar, y cuyo acontecimiento principal fue la visita del Papa Pablo VI. En este lugar se levantó una gran cruz y un templete donde el sumo pontífice celebró una concurrida misa. Todo esto se desarrolló teniendo en cuenta además, que en agosto de 1968 Bogotá cumplía 430 años de fundación. La conjunción de estos tres eventos fue el acicate perfecto para la ejecución de varias obras en diferentes zonas de la ciudad siendo la carrera 68 y el Campo Eucarístico unas de las más importantes.
Al igual que hoy con la construcción de Transmilenio, la carrera 68 fue construida por tramos encargados a diferentes firmas de la época contratadas por el Fondo de Valorización Distrital como: Icein Ltda, Pavimentos Delta, Murillo y Lobo Guerrero y Luis Carlos Sarmiento, entre otras. Contaba con un trayecto de 17 kilómetros y medio entre los barrios Muzú - Venecia al sur y la calle 100 con séptima al norte. Se construyó con una amplitud de 48 metros distribuidos en cuatro calzadas y separadores centrales con zonas verdes.
Algunos de sus tramos fueron bautizados con diferentes nombres: al sur se le dio el de Avenida General Francisco de Paula Santander por su proximidad a la escuela de policía; entre la calle 13 y la Avenida El Dorado recibió el nombre de Avenida de El Espectador, ya que en 1963 se ubicó en el barrio Granjas de Techo al costado occidental de la 68 la sede y planta principal del tradicional diario capitalino, la cual fue atacada con un carro bomba en 1989 por el Cartel de Medellín; entre la avenida El Dorado y la 68 se bautizó como Avenida del Congreso Eucarístico por el mencionado campo; y en su tramo norte recibió el nombre de Avenida de España en donde la carrera 68 gira de occidente a oriente y se convierte en la calle 100.
Como se esperaba que esta fuera una vía de tránsito rápido destinada para alto tráfico vehicular se contempló la construcción de cuatro puentes a nivel que cruzaban viejos ríos convertidos en colectores de aguas negras y tres puentes elevados, uno sobre la carrera séptima, otro sobre la Autopista Norte y un tercero sobre la avenida el Dorado. Este último fue desarrollado por el Ministerio de Obras Públicas en conjunto con la firma Cuéllar Serrano Gómez y fue inaugurado el 21 de agosto de 1968 por el director de El Espectador Gabriel Cano Villegas, a quien correspondió cortar la cinta simbólica que daría funcionamiento al nuevo puente y cuyo reforzamiento se está realizando actualmente luego de circular la falsa noticia de su posible demolición.
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Desde su inauguración se destacó la centralidad de la vía. Se le consideró como la “columna vertebral” o la “espina dorsal de Bogotá”. Se comentaba que la ciudad por fin había encontrado su línea ecuatorial y se consideraba una frontera entre el oriente poblado y el occidente que apenas se estaba urbanizando. Si partimos a la ciudad como un plano cartesiano en el cruce de la carrera 68 con avenida el Dorado podríamos encontrar quizás el verdadero centro geográfico de la ciudad, ya que lo que normalmente llamamos centro en realidad está es al oriente.
Desde su inauguración se esperaba que la vía mejorara las condiciones de vida muchos habitantes de la ciudad y conectara los barrios más humildes del sur con las modernas urbanizaciones residenciales de norte. Con el tiempo varios proyectos inmobiliarios de conjuntos cerrados se construyeron sobre la 68 y en su zona de influencia como Ciudad Salitre, la Ciudadela Comercial Metrópolis y el Conjunto Residencial la Floresta. En los años setenta y ochenta se dio paso a ambos costados de la vía al complejo de parques y zona recreativa entre las calles 53 y 63 donde se ubicaron el Parque de Diversiones el Salitre (1973), la Unidad Deportiva el Salitre (1969-1970) y el Parque Simón Bolívar (1980-1992). La Avenida 68 es una vía relativamente joven con respecto a la parte antigua de la ciudad, hace un año comenzaron las obras de Transmilenio por esta vía que sin duda le cambiará radicalmente su aspecto por primera vez en su historia.
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La carrera 68 es una de las principales avenidas de Bogotá. Fue construida hace 54 años y pareciera que hubiese sido concebida bajo el planteamiento de una estrategia policiva y militar. Cruza a Bogotá de suroccidente a nororiente y prácticamente comunica a la Escuela de Policía General Santander con la Escuela de Caballería del Ejército. Fue inaugurada el 7 de agosto de 1968 con la presencia del presidente de la república Carlos Lleras Restrepo, el alcalde Virgilio Barco y el arzobispo Aníbal Muñoz Duque, su apertura empezó a las 5:30 de la tarde con un desfile en carro que salió de la escuela de policía y terminó hacia las 7:30 de la noche con un coctel en la de caballería.
El acto se realizó al finalizar la tarde, ya que el objetivo era también encender por primera vez la iluminación nocturna de la vía. Para esta época iluminar las grandes avenidas de Bogotá resultaba ser todo un acontecimiento y en especial al occidente de la ciudad en campos tan oscuros y sin poblar. La primera dama Cecilia de la Fuente fue quien realizó el acto simbólico de oprimir el botón que encendió las luces de la avenida. Una multitud de gente de los barrios cercanos salió a ver la caravana presidencial y algunos participaron con sus propios autos. Esa misma noche se pusieron en funcionamiento para esta vía y otros lugares de la ciudad 400 nuevos buses de servicio público, de esos que más tarde serían apodados como “cebolleros”.
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La 68 fue planeada por lo menos desde 1961 con el Acuerdo 38 por el cual se ajustó el “Plan Vial Piloto del Distrito Especial de Bogotá” donde se caracterizaba como una vía longitudinal V-2 y su materialización se dio siete años más tarde. La alcaldía de Bogotá en cabeza del alcalde Virgilio Barco adoptó en 1968 el llamado “Plan Vial de Integración Urbana” en el cual se construyeron más de sesenta kilómetros de avenidas de alta capacidad y se reconstruyeron doscientos kilómetros de vías complementarias. La avenida carrera 68 fue la principal obra realizada de este plan vial, ya que cruzaba a Bogotá de norte a sur y beneficiaba a un centenar de barrios que para la época habían surgido como La Fragua, Ospina Pérez, Alcalá, Providencia, La Chamicera, Trinidad, Salazar Gómez, Las Granjas, El Salitre, La Estrada, Bellavista, La Virginia, San Fernando, Las Ferias, Julio Flórez, El Edén, los Andes, Rionegro, Pasadena y Santa Margarita, entre otros.
Uno de los objetivos primordiales de la vía fue la de servir de acceso al Campo Eucarístico construido para la celebración del XXXIX Congreso Eucarístico Internacional, donde posteriormente se desarrolló el Parque Simón Bolívar, y cuyo acontecimiento principal fue la visita del Papa Pablo VI. En este lugar se levantó una gran cruz y un templete donde el sumo pontífice celebró una concurrida misa. Todo esto se desarrolló teniendo en cuenta además, que en agosto de 1968 Bogotá cumplía 430 años de fundación. La conjunción de estos tres eventos fue el acicate perfecto para la ejecución de varias obras en diferentes zonas de la ciudad siendo la carrera 68 y el Campo Eucarístico unas de las más importantes.
Al igual que hoy con la construcción de Transmilenio, la carrera 68 fue construida por tramos encargados a diferentes firmas de la época contratadas por el Fondo de Valorización Distrital como: Icein Ltda, Pavimentos Delta, Murillo y Lobo Guerrero y Luis Carlos Sarmiento, entre otras. Contaba con un trayecto de 17 kilómetros y medio entre los barrios Muzú - Venecia al sur y la calle 100 con séptima al norte. Se construyó con una amplitud de 48 metros distribuidos en cuatro calzadas y separadores centrales con zonas verdes.
Algunos de sus tramos fueron bautizados con diferentes nombres: al sur se le dio el de Avenida General Francisco de Paula Santander por su proximidad a la escuela de policía; entre la calle 13 y la Avenida El Dorado recibió el nombre de Avenida de El Espectador, ya que en 1963 se ubicó en el barrio Granjas de Techo al costado occidental de la 68 la sede y planta principal del tradicional diario capitalino, la cual fue atacada con un carro bomba en 1989 por el Cartel de Medellín; entre la avenida El Dorado y la 68 se bautizó como Avenida del Congreso Eucarístico por el mencionado campo; y en su tramo norte recibió el nombre de Avenida de España en donde la carrera 68 gira de occidente a oriente y se convierte en la calle 100.
Como se esperaba que esta fuera una vía de tránsito rápido destinada para alto tráfico vehicular se contempló la construcción de cuatro puentes a nivel que cruzaban viejos ríos convertidos en colectores de aguas negras y tres puentes elevados, uno sobre la carrera séptima, otro sobre la Autopista Norte y un tercero sobre la avenida el Dorado. Este último fue desarrollado por el Ministerio de Obras Públicas en conjunto con la firma Cuéllar Serrano Gómez y fue inaugurado el 21 de agosto de 1968 por el director de El Espectador Gabriel Cano Villegas, a quien correspondió cortar la cinta simbólica que daría funcionamiento al nuevo puente y cuyo reforzamiento se está realizando actualmente luego de circular la falsa noticia de su posible demolición.
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Desde su inauguración se destacó la centralidad de la vía. Se le consideró como la “columna vertebral” o la “espina dorsal de Bogotá”. Se comentaba que la ciudad por fin había encontrado su línea ecuatorial y se consideraba una frontera entre el oriente poblado y el occidente que apenas se estaba urbanizando. Si partimos a la ciudad como un plano cartesiano en el cruce de la carrera 68 con avenida el Dorado podríamos encontrar quizás el verdadero centro geográfico de la ciudad, ya que lo que normalmente llamamos centro en realidad está es al oriente.
Desde su inauguración se esperaba que la vía mejorara las condiciones de vida muchos habitantes de la ciudad y conectara los barrios más humildes del sur con las modernas urbanizaciones residenciales de norte. Con el tiempo varios proyectos inmobiliarios de conjuntos cerrados se construyeron sobre la 68 y en su zona de influencia como Ciudad Salitre, la Ciudadela Comercial Metrópolis y el Conjunto Residencial la Floresta. En los años setenta y ochenta se dio paso a ambos costados de la vía al complejo de parques y zona recreativa entre las calles 53 y 63 donde se ubicaron el Parque de Diversiones el Salitre (1973), la Unidad Deportiva el Salitre (1969-1970) y el Parque Simón Bolívar (1980-1992). La Avenida 68 es una vía relativamente joven con respecto a la parte antigua de la ciudad, hace un año comenzaron las obras de Transmilenio por esta vía que sin duda le cambiará radicalmente su aspecto por primera vez en su historia.
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