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El Eremophilus mutisii, mejor conocido como el pez capitán, fue la especie que durante gran parte del siglo XX dominó las aguas dulces de ríos, quebradas, humedales y lagunas de las cuencas de los ríos Suárez, Bogotá y Sumapaz. Sin embargo, como consecuencia de la contaminación de los acuíferos y el uso intensivo de los suelos para fines agropecuarios, la población de este ejemplar fue desapareciendo a ritmos acelerados.
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Actualmente, el pez capitán de la sabana, se encuentra en peligro de extinción, por lo cual las autoridades ambientales del departamento decidieron efectuar una maniobra novedosa para evitarlo.
La CAR acaba de materializar el banco de ADN para el estudio genético, reproducción y mantenimiento ex situ (es decir, por fuera de su hábitat propio) de esta especie amenazada. Se trata de la primera iniciativa de su tipo que intenta la crianza del pez por fuera de su hábitat natural.
El banco de ADN fue posible gracias a un trabajo articulado con la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales. Junto con la institución educativa, la CAR desarrolló un programa de colecta o captura de especímenes con potencial para reproducción en el sector de descarga de aguas del embalse de El Sisga, los cuales son trasladados posteriormente hasta la estación piscícola del embalse del Neusa.
A la fecha, luego de varios meses de investigación, la Corporación ha realizado el seguimiento a las dinámicas de crecimiento y peso de los individuos capturados. Asimismo, el laboratorio pudo ejecutar ensayos de reproducción inducida y generación de información genética.
El objetivo de dichas actividades no es otro que el de nutrir futuros estudios que permitan reintroducir esta especie amenazada a su entorno natural, de manera segura y efectiva. Para lograrlo, en la estación piscícola se están acondicionando ambientes como humedales con vegetación acuática, sedimentos, entre otros, los cuales favorecen el comportamiento de hembras y machos para sus procesos de fertilización y desarrollo embrionario.
De tal modo, que si estos trabajos científicos en el banco dan resultado, y las poblaciones asentadas en las inmediaciones de los acuíferos generan mayor conciencia medioambiental, puede que en algún futuro no distante, el pez capitán vuelva a navegar en las majestuosas aguas que conforman el río Bogotá.
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