Cuatro de cada 10 casos de extosión en el país tienen origen en las cárceles.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
El aumento de la extorsión no es un fenómeno distrital. Este flagelo se empezó a disparar en todo el país tras la pandemia. Tanto los grupos armados como la delincuencia organizada han hecho de este delito su principal fuente de financiación y una de las maneras más efectivas de imponer terror en los territorios que buscan dominar.