La guerra del microtráfico que deja 40 cuerpos abandonados en vías públicas de Bogotá
Según cifras de la Fiscalía, en lo corrido del año se han hallado 40 cuerpos abandonados y con signos de tortura en las calles de Bogotá. Las localidades más afectadas son Ciudad Bolívar, Bosa y Kennedy. Este es el panorama en la ciudad.
Fernan Fortich
Cuerpos con signos de tortura, envueltos en colchones o en bolsas y abandonados en vía pública son algunas de las características de las víctimas que deja la cruenta guerra que libran diversas estructuras criminales en la capital. Según la Fiscalía, en lo corrido del año se han registrado 40 casos, en particular, en medio de disputas por el control de las redes de microtráfico y otras rentas criminales. “Este las 40 víctimas embolsadas, el 27 % de los casos los hemos esclarecido. Las localidades más afectadas son Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa”, precisó Leonor Merchán, directora de la seccional Bogotá de la Fiscalía.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Cuerpos con signos de tortura, envueltos en colchones o en bolsas y abandonados en vía pública son algunas de las características de las víctimas que deja la cruenta guerra que libran diversas estructuras criminales en la capital. Según la Fiscalía, en lo corrido del año se han registrado 40 casos, en particular, en medio de disputas por el control de las redes de microtráfico y otras rentas criminales. “Este las 40 víctimas embolsadas, el 27 % de los casos los hemos esclarecido. Las localidades más afectadas son Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa”, precisó Leonor Merchán, directora de la seccional Bogotá de la Fiscalía.
En contexto: Guerra de narcobandas y desmembrados: las pistas que sigue la Fiscalía en Bogotá.
El último caso, que es materia de investigación, se registró precisamente en Bosa, en donde asesinaron y desmembraron a un hombre en una vivienda. Posteriormente, a la víctima la empacaron en bolsas, la transportaron en una carreta de reciclaje, para ser abandonada en una vía pública de la ciudad. Tras el hallazgo, el análisis de videos de cámaras de seguridad, recolección de testimonios, así como una serie de pruebas técnicas confirmaron que en una habitación de la vivienda había rastros de sangre que pertenecían a la víctima, lo que permitió capturar al presunto asesino.
No obstante, esta captura sería solo un eslabón de una de las redes criminales que se siguen disputando con extrema violencia el territorio. Este es el panorama.
Bandas criminales, en disputa
En los últimos tres años, Bogotá ha sido testigo de un considerable aumento en el uso de esta cruel modalidad de homicidio, en el que las víctimas, en su mayoría, están relacionadas con la reorganización de bandas criminales. El año pasado fueron 23 casos. En lo corrido de 2023, sin terminar el año, ya se reporta un incremento del 73%.
“En 2021 se dio uno de los golpes a bandas criminales más importantes de los últimos 15 años en la ciudad, en la que se impactó prácticamente una banda cada día. Esto hace que, tal como en un tablero de ajedrez, las bandas más pequeñas de microtráfico, de hurto y otros delitos quieran posicionarse y quedarse con la renta delincuencial a todo costo”, precisó el subsecretario de Seguridad, Andrés Nieto.
Según las autoridades, estas muertes difieren de los asesinatos relacionados con sicariato o asesinatos en contextos sociales (riñas, violencia de género, etc.), en donde se busca esconder el crimen. En estos casos, la intención es precisamente, a través de la brutalidad de los crímenes, mandar mensajes a otros grupos y someterlos mediante el miedo.
A diferencia de otras ciudades, en Bogotá no se puede hablar de que exista una sola estructura que controle las actividades delictivas cómo ocurre en Medellín con La Oficina, en donde se observa una jerarquía clara entre las bandas. En la capital no hay un gran capo que dirija el crimen, sino pequeñas organizaciones que controlan cuadras o barrios. Estas estructuras, según informes de inteligencia de las autoridades, no tienen el tamaño de grupos armados como las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo (también conocido como Autodefensas Gaitanistas), pero pueden llegar a manejar miles de millones de pesos al mes, lo que significa gran poderío en las zonas.
Así, el asesinar y desmembrar a sus víctimas “es una forma de mandar un mensaje, de que alguien dentro de una estructura manda más que otra o que tiene más poder en la zona. En el mundo criminal, cuando las bandas criminales están en competencia, no gana la más civilizada, sino la más violenta. Eso se ve en estas luchas, en las que es claro el proceso de ‘disciplinamiento’ a través del crimen”, analiza César Restrepo, director de seguridad de la Fundación Probogotá.
Y, en particular, tras la crisis de la pandemia, en donde disminuyeron sus rentas criminales, las bandas volvieron más violentas y con la intención de querer tener el control a cualquier costo. Un ejemplo es el fenómeno que las autoridades han identificado en Bosa, una de las localidades con mayor incautación de estupefacientes de la capital. Allí se evidencian las fronteras invisibles en el color del envoltorio de los estupefacientes, como ocurría en el extinto Bronx.
Allí se han identificado bandas que controlan varias zonas y se identifican según el color de las bichas de bazuco: azul, verde, negro y blanco. Cuando se encuentran colores distintos a los acostumbrados en un sector, hay problemas.
Lo invitamos a leer: Los Mártires, una guerra por el microtráfico y el crimen organizado.
“Hemos encontrado que la motivación es el control territorial, donde las víctimas han sido personas que se desempeñan como seguros o cajeros en sus estructuras criminales, es decir, eran vendedores o quienes prestaban seguridad en las zonas de distribución. Y, al analizar la forma cómo los asesinaron, es claro que no bastaba con la muerte, sino que era necesario provocarles dolor. Son crímenes bastante despiadados”, indica la directora de la seccional Bogotá de la Fiscalía.
Es clave señalar que mientras el año pasado la mayoría de los casos fueron en el centro, ahora son el sur y el occidente de la ciudad. Todos con un elemento en común: han ocurrido donde se ha denunciado mayor presencia de grupos delincuenciales. Por eso, esclarecerlos se ha convertido en uno los principales retos de las autoridades, ya que cada hallazgo ha disparado la percepción de inseguridad entre los capitalinos.
Percepción y seguridad
“El impacto que genera en la población es miedo, producto de esa imagen de una capacidad de acción por encima del poder de las autoridades, a través de muestras de su poder violento. Estos hechos disparan la percepción de inseguridad. La gente siente que cualquiera puede ser víctima de esta modalidad, pese a que la mayoría de las víctimas sea por ajuste de cuentas”, explica María Stella Baracaldo, experta en seguridad.
De esta manera, estos hechos tienen un impacto importante en la tranquilidad de la ciudadanía. Frente a esto, la Fiscalía asegura que las investigaciones para dar con los responsables avanzan a buen ritmo, mientras que a nivel distrital la Secretaría de Seguridad de Bogotá asegura estar focalizando los sectores más críticos.
Así, en los últimos meses se ha desarrollado el ‘Plan 60′, que focaliza los 60 barrios con mayores índices de delitos en la ciudad, como el 13 % de los hurtos a comercios, 30% de homicidios, el 15% de hurto a personas, el 13% de hurto de automotores, entre otros delitos.
“Con estas medidas, pasamos de un 12 % de aumento en homicidios en la ciudad, a tener una disminución de ocho puntos porcentuales. Estamos conteniendo estas olas delicuenciales en estos puntos críticos del mapa calor de delito en la ciudad”, precisó el subsecretario de Seguridad, Andrés Nieto.
Por el momento, las autoridades continúan enfrentados a este delito que, con cada víctima, propina un fuerte golpe a la tranquilidad de la ciudad.Está por verse cómo se retoma la tranquilidad en la ciudad.
Podría interesarle: Sin conectividad: 25 % de cámaras de seguridad que el Gobierno le dio a Bogotá están fuera de servicio.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.