Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los últimos 18 días, 1.132 personas han trabajado las 24 horas para cumplir la meta de tapar 56.000 huecos en Bogotá. Faltando dos semanas para la fecha límite, la obra ha avanzado 75 %, lo que significaría, según la Secretaría de Movilidad y el IDU, que la proyección será superada y, mejor aún, debido al éxito de la campaña será una labor que se repetiría varias veces al año.
Sin duda, más allá de ser o no un logro de la administración actual, los más favorecidos serán los ciudadanos, pero sobre todo los conductores, quienes hasta ahora han calificado como positiva la labor, pero debido al pésimo estado de las vías aseguran que “pese a que se ve el trabajo, falta mucho, porque no hay vía en Bogotá sin huecos”. Precisamente esa veeduría ciudadana es la que, dicen los encargados del proyecto, ha sido clave para alcanzar los avances en el plan de choque, que se inició el 25 de diciembre y será hasta este 22 de enero.
“También ha sido un ejercicio de aprendizaje, porque el ciudadano reporta el hueco en la página www.gobiernoabiertobogota.gov.co. Una vez hecho el reporte, en nuestro mapa aparece un punto rojo. Posteriormente hacemos una visita, primero para confirmar si corresponde la dirección y ahí vamos sistematizando para intervenirlos en el menor tiempo posible”, dijo Álvaro Sandoval Reyes, director de la Unidad de Mantenimiento Vial de Bogotá.
Pero no solo se trata de las calles. Este plan, que en principio parecía bastante ambicioso para lo que podría alcanzar el Distrito, también ha intervenido andenes, ciclorrutas, plazoletas, puentes y hasta cajas de luz, que en oportunidades han sido la causa de accidentes. Por eso la iniciativa, además de involucrar a los principales encargados de la infraestructura de Bogotá, también convocó a Enel Codensa, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, ETB y los Fondos de Desarrollo Local de cuatro localidades.
Adicional a los $29.000 millones que se destinaron para ejecutar las obras, la participación de la comunidad al identificar los huecos y el compromiso de las entidades gubernamentales, hay quienes adelantan una labor fundamental, pero no tienen el protagonismo que se merecen. Se trata de los obreros que con pico y pala al hombro han aportado a tapar los huecos. No es una labor fácil, pero agradecen que esta sea una oportunidad de empleo y, por qué no, “para ayudar a los bogotanos”.
Lea también: Así avanza el plan retorno durante primer día de pico y placa regional en Bogotá
¿Cómo trabajan?
Tal y como lo resaltó el director de la UMV, Álvaro Sandoval, el proceso empieza con la denuncia ciudadana, porque si bien ellos tienen sistematizado el estado de la malla vial de Bogotá, siempre habrá uno que otro hueco que se escapa. Luego, un primer grupo de verificación visita el lugar anunciado, con el fin de confirmar que exista el hueco, el impacto que está teniendo y definir qué tipo de trabajo hay que hacer para taparlo, así como el plan de manejo de movilidad.
Este proceso, además de que lo adelantan varios grupos con el fin de abarcar una mayor cantidad de huecos, se desarrolla las 24 horas del día, al igual que las labores para taparlos. Confirmada la información ciudadana, es entonces cuando llega una brigada de hasta 10 personas (dependiendo lo dispendioso del trabajo), quienes cumplen la función de levantar el pavimento averiado, preparar el espacio para la nueva capa y dejar lista la calle, muchas veces, en cuestión de horas.
Hay otros huecos que tienen daños un poco más complejos y que representan una labor detallada que puede involucrar cambio de tuberías o estructuras, por lo que son priorizados para este 2022, en las obras que se tienen adjudicadas. Precisamente, para este año, además de las obras relacionadas con la troncal de Transmilenio por la carrera 68, las obras del metro y el patio taller, se tienen firmados otros 22 contratos para reparar la malla vial, lo que representa cerca de 280 kilómetros que esperan intervenir este año.
“Después del 22 de enero, y durante 2022, la conservación de la malla vial de la ciudad continuará siendo una prioridad para la administración. Es así como se invertirán $826.181 millones distribuidos de la siguiente manera: $527.508 millones del IDU, $239.470 millones de la UMV, $52.281 millones de los FDL y $6.922 millones de empresas de servicios públicos, como Enel ($1.122 millones) y EAAB ($5.800 millones). Por su parte, el presupuesto de ETB se definirá de acuerdo con las actividades identificadas en la operación”.
“Todo los recursos que se invertirán comprenden intervención en la malla vial, arterial troncal y no troncal, intermedia, rural y local”, señaló la Unidad de Mantenimiento Vial. Al día, en promedio, en la capital se están tapando cerca de 3.000 huecos, de diferentes tamaños y profundidades, labor que no solo está necesitando la inyección económica, sino del conocimiento de expertos en la materia.
Podría interesarle: Paciencia y repensar el transporte, los retos de movilidad que traerán las obras en 2022
Este es el caso de Mario, un obrero de oficio quien ha participado en proyectos similares en Bogotá y dice que, además de generar un ingreso, siente que desarrolla una labor importante. “Esto que estoy haciendo me sirve incluso a mí, porque por acá voy a pasar, o pasará algún familiar, entonces hasta estamos evitando accidentes”, señala.
Para las próximas intervenciones viales, que se desarrollarían durante este año y están relacionadas con este mismo plan de choque para tapar tanto hueco en la ciudad, se deberá esperar a que el flujo vehicular disminuya, por tal motivo se planea que podría adelantarse, tentativamente, durante la mitad del año, cuando los viajeros salen de Bogotá.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.