La lucha de la comunidad trans durante la pandemia en Bogotá
La llegada del COVID-19 ha evidenciado la discriminación y la violencia de las que son víctima los miembros de la comunidad trans. Luego de conmemorar el Día del Orgullo LGBT, la población asegura que, en vez de celebrar, deben luchar por el respeto de sus derechos. Hoy saldrán a marchar.
Si en la normalidad ya era difícil ser una persona trans, la llegada del COVID-19 lo ha convertido en toda una tragedia, pues en Bogotá la pandemia ha impactado fuertemente a la comunidad, no solo porque los ha dejado sin la posibilidad de conseguir ingresos para sobrellevar la crisis, sino porque ha puesto en riesgo la vida de muchas personas a raíz de la discriminación que todavía persiste en la ciudad.
“Lo que ha hecho el COVID-19 es visibilizar la situación de exclusión, violencia y olvido en la que estamos las personas trans, que se ve materializada en la ausencia de un plan de contingencia durante la pandemia, uno que incluyera a la comunidad, teniendo en cuenta que hay muchas mujeres trans que son trabajadoras sexuales”, dijo Juli Salamanca, directora de comunicaciones de la Red Comunitaria Trans, organización que trabaja para defender los derechos de las personas trans en condición de vulnerabilidad.
“Primero fue el pico y género, medida inconstitucional que usaba la categoría sexo, la cual, históricamente, ha sido utilizada para discriminar. Era un decreto discriminatorio y lo más grave es que nos dejaba en manos de la Policía, institución que nos ha maltratado y violentado desde hace mucho tiempo”, aseguró Salamanca.
La activista también habló sobre el caso de Alejandra, mujer trans que no fue atendida por autoridades médicas cuando ella presentó afecciones de salud, por lo que perdió la vida: “El 29 de mayo murió Alejandra, víctima de transfobia institucional. A ella no la quisieron atender ni trasladar por ser una mujer VIH positivo. La dejaron morir en su habitación y hasta el momento la administración distrital no ha iniciado un proceso de verdad, justicia, reparación y no repetición. ¿Cómo se explica que después de un mes sus cenizas no han sido entregadas a su mamá en Magangué (Bolívar)?”.
Para la Red Comunitaria Trans, todas las situaciones de discriminación y violencia que se han presentado durante el período de emergencia son una vulneración a sus derechos. Para Gustavo Pérez, coordinador de Derechos Humanos de Colombia Diversa, la discriminación contra la comunidad trans siempre ha sido muy notoria, pues “la comunidad se enfrenta a discriminación en diferentes ámbitos: educativo, familiar, comunitario, laboral y en establecimientos comerciales”, aseguró Pérez.
Según el coordinador, ha sido la misma discriminación la que ha puesto a la comunidad en condición de vulnerabilidad, ya que “si una persona a muy temprana edad es discriminada en el colegio, en su vivienda, en el campo laboral y no tiene una red de apoyo, ¿cómo más puede sobrevivir si no es a través del trabajo sexual o de la economía informal?”, aseveró.
La discriminación es un problema estructural e histórico y pese a que desde hace algunos años se ha trabajado por una política de inclusión en Bogotá, todavía hay una fuerte presencia de violencia que los ha llevado a protestar en varias ocasiones.
¿Sin ayudas del Distrito?
En medio de la entrevista con El Espectador, Juli Salamanca también denunció la falta de ayudas del Distrito, sobre todo con las mujeres trans que son trabajadoras sexuales. “Después de tres meses de emergencia, la Alcaldía de Bogotá solo ha entregado 172 mercados para las personas LGBT. Las trabajadoras sexuales no recibieron ninguna ayuda e incluso las siguen desalojando de los pagadiarios sin importar lo ordenado por el Gobierno nacional”.
Por ello es por lo que muchas personas de la comunidad se han visto obligadas a salir a las calles para buscar el sustento para vivir. “Acá tenemos claras las restricciones por la emergencia, pero ¿cómo le respondes eso al hambre?, ¿cómo le respondes eso si no tienes dónde dormir?”, dijo.
Deysi Olarte, una mujer trans, es la subdirectora de Asuntos LGBT de la Secretaría de Integración Social. Ella asegura que es consciente de la situación que atraviesa la comunidad. “Sabemos que históricamente existe una deuda con las personas trans y justamente en esta administración tenemos el compromiso firme de aumentar las acciones con las personas transgénero”, aseveró y agregó que están orientando sus esfuerzos para que exista más apoyo en la subdirección, con el fin de aumentar los recursos y las ayudas para la atención de las personas de esta comunidad.
La funcionaria aclaró que sí se han realizado esfuerzos por ayudar a la comunidad en la pandemia: “Durante la implementación del pico y género, nos articulamos con las diferentes entidades para establecer un protocolo de atención a violencias que se pudieran dar y se lo entregamos a la ciudadanía y a las organizaciones sociales. Además, activamos una línea telefónica para atender las llamadas y denuncias frente al tema las 24 horas. También se redactó una circular a la Policía en la que le hicimos un llamado especial para el respeto y la no violencia a la diversidad de género”.
Pese a que el Distrito aseguró que siguen trabajando para ayudar a la comunidad LGBT, la Red Comunitaria Trans aseveró que seguirán exigiendo garantías para sus derechos, llamado que se debe escuchar con más fuerza este mes en el que se celebra el orgullo LGBT. “Es que es paradójico que, en un mes que deberíamos estar celebrando los cuerpos trans, llamando a la no censura, tengamos que salir a las calles para pedir que no nos maten”, concluyó Salamanca.
Para reafirmar sus demandas, la comunidad saldrá a marchar este 3 de julio por las calles de la capital, con el fin de manifestar su rechazo a los hechos que rodearon la muerte de Alejandra Monocuco y los recientes ataques denunciados por miembros de la comunidad por parte de la Policía. El encuentro se dará en el emblemático Parque Nacional a las 5:00 p.m. e iniciará un recorrido hasta el Parque de los Hippies. La comunidad asegura que la manifestación respetará las medidas de bioseguridad.
Si en la normalidad ya era difícil ser una persona trans, la llegada del COVID-19 lo ha convertido en toda una tragedia, pues en Bogotá la pandemia ha impactado fuertemente a la comunidad, no solo porque los ha dejado sin la posibilidad de conseguir ingresos para sobrellevar la crisis, sino porque ha puesto en riesgo la vida de muchas personas a raíz de la discriminación que todavía persiste en la ciudad.
“Lo que ha hecho el COVID-19 es visibilizar la situación de exclusión, violencia y olvido en la que estamos las personas trans, que se ve materializada en la ausencia de un plan de contingencia durante la pandemia, uno que incluyera a la comunidad, teniendo en cuenta que hay muchas mujeres trans que son trabajadoras sexuales”, dijo Juli Salamanca, directora de comunicaciones de la Red Comunitaria Trans, organización que trabaja para defender los derechos de las personas trans en condición de vulnerabilidad.
“Primero fue el pico y género, medida inconstitucional que usaba la categoría sexo, la cual, históricamente, ha sido utilizada para discriminar. Era un decreto discriminatorio y lo más grave es que nos dejaba en manos de la Policía, institución que nos ha maltratado y violentado desde hace mucho tiempo”, aseguró Salamanca.
La activista también habló sobre el caso de Alejandra, mujer trans que no fue atendida por autoridades médicas cuando ella presentó afecciones de salud, por lo que perdió la vida: “El 29 de mayo murió Alejandra, víctima de transfobia institucional. A ella no la quisieron atender ni trasladar por ser una mujer VIH positivo. La dejaron morir en su habitación y hasta el momento la administración distrital no ha iniciado un proceso de verdad, justicia, reparación y no repetición. ¿Cómo se explica que después de un mes sus cenizas no han sido entregadas a su mamá en Magangué (Bolívar)?”.
Para la Red Comunitaria Trans, todas las situaciones de discriminación y violencia que se han presentado durante el período de emergencia son una vulneración a sus derechos. Para Gustavo Pérez, coordinador de Derechos Humanos de Colombia Diversa, la discriminación contra la comunidad trans siempre ha sido muy notoria, pues “la comunidad se enfrenta a discriminación en diferentes ámbitos: educativo, familiar, comunitario, laboral y en establecimientos comerciales”, aseguró Pérez.
Según el coordinador, ha sido la misma discriminación la que ha puesto a la comunidad en condición de vulnerabilidad, ya que “si una persona a muy temprana edad es discriminada en el colegio, en su vivienda, en el campo laboral y no tiene una red de apoyo, ¿cómo más puede sobrevivir si no es a través del trabajo sexual o de la economía informal?”, aseveró.
La discriminación es un problema estructural e histórico y pese a que desde hace algunos años se ha trabajado por una política de inclusión en Bogotá, todavía hay una fuerte presencia de violencia que los ha llevado a protestar en varias ocasiones.
¿Sin ayudas del Distrito?
En medio de la entrevista con El Espectador, Juli Salamanca también denunció la falta de ayudas del Distrito, sobre todo con las mujeres trans que son trabajadoras sexuales. “Después de tres meses de emergencia, la Alcaldía de Bogotá solo ha entregado 172 mercados para las personas LGBT. Las trabajadoras sexuales no recibieron ninguna ayuda e incluso las siguen desalojando de los pagadiarios sin importar lo ordenado por el Gobierno nacional”.
Por ello es por lo que muchas personas de la comunidad se han visto obligadas a salir a las calles para buscar el sustento para vivir. “Acá tenemos claras las restricciones por la emergencia, pero ¿cómo le respondes eso al hambre?, ¿cómo le respondes eso si no tienes dónde dormir?”, dijo.
Deysi Olarte, una mujer trans, es la subdirectora de Asuntos LGBT de la Secretaría de Integración Social. Ella asegura que es consciente de la situación que atraviesa la comunidad. “Sabemos que históricamente existe una deuda con las personas trans y justamente en esta administración tenemos el compromiso firme de aumentar las acciones con las personas transgénero”, aseveró y agregó que están orientando sus esfuerzos para que exista más apoyo en la subdirección, con el fin de aumentar los recursos y las ayudas para la atención de las personas de esta comunidad.
La funcionaria aclaró que sí se han realizado esfuerzos por ayudar a la comunidad en la pandemia: “Durante la implementación del pico y género, nos articulamos con las diferentes entidades para establecer un protocolo de atención a violencias que se pudieran dar y se lo entregamos a la ciudadanía y a las organizaciones sociales. Además, activamos una línea telefónica para atender las llamadas y denuncias frente al tema las 24 horas. También se redactó una circular a la Policía en la que le hicimos un llamado especial para el respeto y la no violencia a la diversidad de género”.
Pese a que el Distrito aseguró que siguen trabajando para ayudar a la comunidad LGBT, la Red Comunitaria Trans aseveró que seguirán exigiendo garantías para sus derechos, llamado que se debe escuchar con más fuerza este mes en el que se celebra el orgullo LGBT. “Es que es paradójico que, en un mes que deberíamos estar celebrando los cuerpos trans, llamando a la no censura, tengamos que salir a las calles para pedir que no nos maten”, concluyó Salamanca.
Para reafirmar sus demandas, la comunidad saldrá a marchar este 3 de julio por las calles de la capital, con el fin de manifestar su rechazo a los hechos que rodearon la muerte de Alejandra Monocuco y los recientes ataques denunciados por miembros de la comunidad por parte de la Policía. El encuentro se dará en el emblemático Parque Nacional a las 5:00 p.m. e iniciará un recorrido hasta el Parque de los Hippies. La comunidad asegura que la manifestación respetará las medidas de bioseguridad.