Al menos, la mitad de los bogotanos sienten que no han recuperado del todo su salud mental tras la pandemia.
Foto: Benjavisa Ruangvaree
En época de pandemia, transitar de la angustia al duelo era cuestión de una llamada. Como le sucedió a Patricia Álvarez, a quien le notificaron la muerte de su madre, de 68 años, apenas 12 horas después de haber ingresado a la unidad de cuidados intensivos del Hospital San Ignacio. Su dolor fue el mismo de miles de colombianos en la emergencia, en la que perder a un familiar no solo provocaba impotencia, sino la frustración de recibir la noticia por teléfono, para luego reclamar las cenizas de su ser querido por una ventanilla.
Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com
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