En los casos de legítima defensa se tienen en cuenta variables como la proporcionalidad y la temporalidad.
Foto: Jonatan Bejarano
Un nuevo caso, donde el límite entre justicia por mano propia y legítima defensa es difuso, se presentó en Bogotá. En medio de la oleada de robos a restaurantes, un expolicía segó la vida de dos delincuentes. Los videos dan cuenta de cómo, mientras comía en un asadero de pollos, uno de los ladrones saca un arma e intenta raparle algo. Acto seguido, el exuniformado (que estaba armado) reacciona, lo enfrenta, le dispara y lo persigue, hasta que lo ve caer en mitad de la calle. Luego, al identificar al cómplice, que lo esperaba en una moto,...
Por Miguel Ángel Vivas Tróchez
Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com