La pelea de un barrio en Kennedy por una obra inconclusa
Habitantes de la Supermanzana 7 (Kennedy) denunciaron retrasos en obras del Acueducto de Bogotá, que debieron entregarse el año pasado. La situación ha generado estragos en la comunidad. Recientemente, los vecinos realizaron una protesta, con la que lograron un acuerdo con el contratista, para finalizar uno de los puntos más álgidos.
Fernan Fortich
A los vecinos del barrio Ciudad Kennedy Supermanzana 7, un sector residencial en el suroccidente de la capital, se les agotó la paciencia. Denunciaron que un trabajo del Acueducto de Bogotá, que debió estar listo en agosto del año pasado, sigue en obra negra, lo que ha generado múltiples problemas en el barrio.
“Una señora se partió una pierna al caer en un hueco de las obras. En otra ocasión rompieron un tubo de gas y se murieron unas mascotas de unos vecinos. Esa intervención ha generado mucha polémica en el sector”, aseguró Luis Lancheros, habitante del sector.
Al pasar hoy por el polígono de la obra (que cumple más de dos años), ubicado entre las calles 26 sur y 39C sur, y las carreras 73C Bis A y 78K, es común ver andenes y calles con tubos expuestos y polisombras, pero sin obreros. Los pocos trabajadores que se identifican en la zona están allí para denunciar que el contratista les debe varios meses de sueldo.
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Estas obras, de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), se adjudicaron en diciembre de 2019, por un valor cercano a los $29 mil millones, al Consorcio Alcantarillado de Kennedy, integrado por Idesta S. A. (30 %), Movicon S. A. S. (45 %) y Tucar S. A. S. (25 %). En ese momento recibió la mejor puntuación entre las empresas que se presentaron a la licitación. Sin embargo, desde que se iniciaron los trabajos, también comenzó el malestar de la comunidad.
En medio de la serie de reclamos, el hecho más reciente ocurrió el pasado 11 de abril, cuando una decena de miembros de la comunidad impidieron que el consorcio retirara una maquinaria pesada de la zona, pues según los vecinos ha sido una constante el romper las calles y dejar los trabajos inconclusos.
“Rompen el piso y no terminan las obras”
Las obras en este sector son parte de los contratos del Acueducto de Bogotá para intervenir, lo que la entidad denomina “conexiones erróneas”. Es decir, sectores de la red de aguas negras que no conectan con la tubería principal, no cuentan con las condiciones sanitarias o la capacidad para responder adecuadamente a la demanda, en este caso, en la segunda localidad más poblada de Bogotá.
De acuerdo con documentos oficiales, la intervención busca aumentar el grosor de los diámetros de los tubos que conducen las aguas negras y de lluvias del sector 5 de servicio de la EAAB, en Kennedy. Cabe señalar que este contrato, identificado con el número 1458-2019 (que contiene varias obras), lo presentó el Distrito como una de las acciones para cumplir la sentencia del Consejo de Estado, que ordena la recuperación del río Bogotá.
Así, según lo corrobora la Contraloría Distrital, el Acueducto de Bogotá ha hecho un buen trabajo en la adjudicación de los contratos para mejorar las redes de la ciudad. Sin embargo, su ejecución y entrega son otro asunto, que depende de las obras civiles a cargo de los contratistas.
En la Supermanzana 7 de Kennedy los trabajos del Acueducto contaron inicialmente con el apoyo de gran parte de la comunidad, aunque con cierto recelo. “Nosotros hicimos un trato con los funcionarios de la Empresa de Acueducto y con la Veeduría, para que trabajaran de manera organizada, sin afectar tanto a la comunidad. La idea era que iniciaran un frente de obra, lo terminaran y siguieran en otra área. Pero rompieron por todo lado y deterioraron el sector”, aseguró Lancheros, miembro de la comunidad afectada.
Según denuncias de los vecinos, esta situación ha sido la constante. De los cuatro contratistas que han pasado por la obra, todos han empezado intervenciones, pero quedan a mitad de camino, dejando huecos en las calles y tuberías expuestas, que en época de lluvias han significado el aumento de insectos, así como malos olores en varios bloques de la Supermanzana.
Frente a esto, el contratista actual argumenta que las intermitencias se deben a que los recursos transferidos mensualmente por el Distrito, a través del EAAB, se acaban y deben suspender. Actualmente, están a la espera de nuevas transferencias para terminar los trabajos, que ya cuentan con cerca de ocho meses de retraso.
No obstante, al revisar el contrato se lee que una de las obligaciones del constructor es crear una fiducia para asegurar que los recursos se usen solo en el proyecto, para asegurar la continuidad y el funcionamiento de este, lo que pone en duda la explicación del responsable de la obra.
Además de los incumplimientos, se señala la mala calidad de los trabajos. En el barrio son comunes los charcos y, quizá como uno de los elementos más preocupantes, en el Bloque 35 del conjunto residencial colindante al proyecto se presenta un hundimiento del piso, situación que asocian a las obras inconclusas.
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Ante todo este panorama, la comunidad realizó una nueva protesta, la que le sirvió para conocer detalles del seguimiento al contrato y finalmente fueron escuchados, al punto de lograr un acuerdo con el contratista, el cual se comprometió a culminar una de las intervenciones más grandes en seis semanas.
Una nueva promesa
Con este plazo de 45 días, la comunidad espera que se dé un avance sustancial en las obras, para que regrese la normalidad en el sector, que se ha visto afectada por problemas de hurtos y de micrótrafico en las calles, que están deterioradas y aisladas.
Por su parte, este caso genera interrogantes frente el seguimiento del Acueducto a los contratos que adelanta en la ciudad, ya que al analizar cifras del Secop, sistema de seguimiento de la contratación estatal, se observa que la renovación, rehabilitación y reposición de redes de acueducto y alcantarillado son uno de los objetos contractuales que más se contratan en la capital.
Esto muestra la importancia de tener una vigilancia de estos casos, para proteger el erario de la ciudad y, de paso, evitar incomodidades a los usuarios, asegurando el suministro de agua potable y el vertimiento de las aguas usadas sin contratiempos.
A los vecinos del barrio Ciudad Kennedy Supermanzana 7, un sector residencial en el suroccidente de la capital, se les agotó la paciencia. Denunciaron que un trabajo del Acueducto de Bogotá, que debió estar listo en agosto del año pasado, sigue en obra negra, lo que ha generado múltiples problemas en el barrio.
“Una señora se partió una pierna al caer en un hueco de las obras. En otra ocasión rompieron un tubo de gas y se murieron unas mascotas de unos vecinos. Esa intervención ha generado mucha polémica en el sector”, aseguró Luis Lancheros, habitante del sector.
Al pasar hoy por el polígono de la obra (que cumple más de dos años), ubicado entre las calles 26 sur y 39C sur, y las carreras 73C Bis A y 78K, es común ver andenes y calles con tubos expuestos y polisombras, pero sin obreros. Los pocos trabajadores que se identifican en la zona están allí para denunciar que el contratista les debe varios meses de sueldo.
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Estas obras, de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), se adjudicaron en diciembre de 2019, por un valor cercano a los $29 mil millones, al Consorcio Alcantarillado de Kennedy, integrado por Idesta S. A. (30 %), Movicon S. A. S. (45 %) y Tucar S. A. S. (25 %). En ese momento recibió la mejor puntuación entre las empresas que se presentaron a la licitación. Sin embargo, desde que se iniciaron los trabajos, también comenzó el malestar de la comunidad.
En medio de la serie de reclamos, el hecho más reciente ocurrió el pasado 11 de abril, cuando una decena de miembros de la comunidad impidieron que el consorcio retirara una maquinaria pesada de la zona, pues según los vecinos ha sido una constante el romper las calles y dejar los trabajos inconclusos.
“Rompen el piso y no terminan las obras”
Las obras en este sector son parte de los contratos del Acueducto de Bogotá para intervenir, lo que la entidad denomina “conexiones erróneas”. Es decir, sectores de la red de aguas negras que no conectan con la tubería principal, no cuentan con las condiciones sanitarias o la capacidad para responder adecuadamente a la demanda, en este caso, en la segunda localidad más poblada de Bogotá.
De acuerdo con documentos oficiales, la intervención busca aumentar el grosor de los diámetros de los tubos que conducen las aguas negras y de lluvias del sector 5 de servicio de la EAAB, en Kennedy. Cabe señalar que este contrato, identificado con el número 1458-2019 (que contiene varias obras), lo presentó el Distrito como una de las acciones para cumplir la sentencia del Consejo de Estado, que ordena la recuperación del río Bogotá.
Así, según lo corrobora la Contraloría Distrital, el Acueducto de Bogotá ha hecho un buen trabajo en la adjudicación de los contratos para mejorar las redes de la ciudad. Sin embargo, su ejecución y entrega son otro asunto, que depende de las obras civiles a cargo de los contratistas.
En la Supermanzana 7 de Kennedy los trabajos del Acueducto contaron inicialmente con el apoyo de gran parte de la comunidad, aunque con cierto recelo. “Nosotros hicimos un trato con los funcionarios de la Empresa de Acueducto y con la Veeduría, para que trabajaran de manera organizada, sin afectar tanto a la comunidad. La idea era que iniciaran un frente de obra, lo terminaran y siguieran en otra área. Pero rompieron por todo lado y deterioraron el sector”, aseguró Lancheros, miembro de la comunidad afectada.
Según denuncias de los vecinos, esta situación ha sido la constante. De los cuatro contratistas que han pasado por la obra, todos han empezado intervenciones, pero quedan a mitad de camino, dejando huecos en las calles y tuberías expuestas, que en época de lluvias han significado el aumento de insectos, así como malos olores en varios bloques de la Supermanzana.
Frente a esto, el contratista actual argumenta que las intermitencias se deben a que los recursos transferidos mensualmente por el Distrito, a través del EAAB, se acaban y deben suspender. Actualmente, están a la espera de nuevas transferencias para terminar los trabajos, que ya cuentan con cerca de ocho meses de retraso.
No obstante, al revisar el contrato se lee que una de las obligaciones del constructor es crear una fiducia para asegurar que los recursos se usen solo en el proyecto, para asegurar la continuidad y el funcionamiento de este, lo que pone en duda la explicación del responsable de la obra.
Además de los incumplimientos, se señala la mala calidad de los trabajos. En el barrio son comunes los charcos y, quizá como uno de los elementos más preocupantes, en el Bloque 35 del conjunto residencial colindante al proyecto se presenta un hundimiento del piso, situación que asocian a las obras inconclusas.
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Ante todo este panorama, la comunidad realizó una nueva protesta, la que le sirvió para conocer detalles del seguimiento al contrato y finalmente fueron escuchados, al punto de lograr un acuerdo con el contratista, el cual se comprometió a culminar una de las intervenciones más grandes en seis semanas.
Una nueva promesa
Con este plazo de 45 días, la comunidad espera que se dé un avance sustancial en las obras, para que regrese la normalidad en el sector, que se ha visto afectada por problemas de hurtos y de micrótrafico en las calles, que están deterioradas y aisladas.
Por su parte, este caso genera interrogantes frente el seguimiento del Acueducto a los contratos que adelanta en la ciudad, ya que al analizar cifras del Secop, sistema de seguimiento de la contratación estatal, se observa que la renovación, rehabilitación y reposición de redes de acueducto y alcantarillado son uno de los objetos contractuales que más se contratan en la capital.
Esto muestra la importancia de tener una vigilancia de estos casos, para proteger el erario de la ciudad y, de paso, evitar incomodidades a los usuarios, asegurando el suministro de agua potable y el vertimiento de las aguas usadas sin contratiempos.